Trabajo presentado en el: I Congreso Internacional sobre Alzheimer. Un enfoque interdisciplinario en la intervención, como trabajo de tipo Revisión Bibliográfica.
Adriana Covadonga Castaño Espejo
Podemos definir la enfermedad de Alzheimer como una situación en la que se producen alteraciones de varias funciones mentales superiores y que produce una incapacidad funcional en el ámbito social, en el trabajo e incluso dentro de la vida familiar. Hasta hace pocos años se creía que la senilidad era la consecuencia natural e inevitable de la edad. Sin embargo, desde 1977 los médicos a través de trabajos realizados, han visto que el 10% de las personas mayores de 65 años sufren lesiones cerebrales orgánicas que se relacionan con la senilidad; de estas lesiones el 75% se diagnosticaron como la enfermedad de Alzheimer y el 25% restante se corresponde con alteraciones cerebrales producidas por infartos múltiples. Un problema en el revestimiento de los vasos sanguíneos podría tener que ver con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, según un estudio reciente. La afección, conocida como disfunción endotelial, conlleva una pérdida de óxido nítrico en el endotelio, la capa de células que recubren a los vasos sanguíneos. El óxido nítrico es esencial para el ensanchamiento de los vasos sanguíneos (vasodilatación) que mejora el flujo sanguíneo y la llegada de oxígeno y nutrientes a los tejidos. Investigaciones anteriores han relacionado la disfunción endotelial con la enfermedad cardiovascular.
En cuanto a lo cardiovascular, hace tiempo sabemos que la preservación de un endotelio saludable es esencial para prevenir eventos cardiovasculares importantes. Ahora parece que esto podría tener implicaciones importantes para el deterioro cognitivo. Un estudio minucioso podría ayudar a explicar cómo el ejercicio beneficia la saludcardiovascular y cerebral.
La persona que padece una enfermedad de Alzheimer se encuentra totalmente indefensa dependiendo de los medios familiares, sociales o médicos con los que cuenta la sociedad en que vive.
Revisión bibliográfica de tipo descriptivo.
Las bases de datos que hemos utilizado han sido PubMed, Medline, y sobre todo artículos de prensa. Los descriptores utilizados han sido Alzheimer, ejercicios físicos, comunidad.
La revisión se basa en el estudio documental y el estudio de casos orientado a obtener informaciones puntuales. Se han utilizado obras y artículos de autores dedicados a la materia para contextualizar el estudio y facilitar la comprensión de los datos.
Con dicha búsqueda hemos localizado y recuperado textos relacionados directamente con los objetivos planteados de nuestra investigación y/o que contenían algún aspecto que aclaraba, ampliaba y concretaba contenidos de los diversos epígrafes del presente estudio.
Para ello utilizaremos bibliografía en formato de libro o electrónico, artículos científicos, de revistas, páginas especializadas en internet... posteriormente se realizará una recogida de datos.
Estos adultos pueden realizar actividades cotidianas sin ninguna dificultad, por lo tanto haremos una propuesta detallada de algunos ejercicios que pueden retardar o hacer desaparecer síntomas asociados a la enfermedad de Alzheimer, principalmente de beneficio circulatorio y cardiovascular, para el fortalecimiento del músculo liso de las paredes endoteliales de los vasos sanguíneos.
La aplicación de los ejercicios físicos resulta de gran provecho no sólo con vistas al fortalecimiento de la salud de las personas, sino también como un medio de prevención contra el envejecimiento prematuro del organismo y la enfermedad de Alzheimer.
El ejercicio es una necesidad corporal básica. El cuerpo humano está hecho para ser usado de lo contrario se deteriora; si se renuncia al ejercicio el organismo funciona por debajo de sus posibilidades físicas, por tanto, se abandona la vida. Un cuerpo que no se ejercita utiliza sólo alrededor del 27% de la energía posible de que dispone, pero este bajo nivel de rendimiento puede incrementarse hasta 56% con la práctica regular de ejercicio, este aumento de crecimiento orgánico podrá ser apreciado en todos los ámbitos de la vida. El trabajo y el tiempo libre se volverán menos agotadores y se disfrutará más las actividades a medida que la capacidad de desempeño aumente.
La mejora del rendimiento del organismo significa también que se estará menos propenso a sufrir enfermedades y al deterioro cognitivo orgánico; por lo tanto, una vida sana y activa se alarga y los síntomas de envejecimiento se retrasan, fisiológicamente, todos los sistemas del cuerpo se benefician con el ejercicio regular. Dependiendo del grado de esfuerzo y del tipo de ejercicio realizado, los músculos aumentarán en tamaño, fuerza, dureza, resistencia y flexibilidad, también mejorarán los reflejos, la coordinación, la circulación, el bobeo de sangre desde el corazón hasta las diferentes partes del organismo beneficiando así la contracción de los vasos sanguíneos del Sistema Nervioso Central y Periférico.
El ejercicio regular reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, incrementa la fuerza, la resistencia y la eficacia del corazón. El músculo cardíaco de una persona preparada físicamente es más eficaz y por tanto, menos propenso a la fatiga y a la tensión.
Con la práctica de ejercicio el sistema cardiovascular incrementa su capacidad de transporte, el deporte quema el exceso de grasa en el cuerpo y controla los depósitos de grasa en las arterias reduciendo así el riesgo de trombosis. También aumenta el rendimiento del sistema respiratorio, la capacidad vital de los pulmones (la cantidad de aire inhalado de una vez) y la ventilación (la cantidad de aire inhalado en un período determinado), también se incrementan la eficacia del intercambio de gases. El sistema nervioso también se beneficia ya que aumenta su coordinación y responde mejor a los estímulos provenientes del medio externo.
En algunas personas, la rapidez de reacción y la ausencia de tensión están relacionadas con una buena forma física, sobre todo si ésta se consigue por medio de ejercicios rítmicos o juegos deportivos competitivos.
Propuestas Metodológicas de los ejercicios para el Adulto Mayor
Los ejercicios más adecuados a las características de los adultos mayores son:
Aquellos que desarrollan movimientos, pero que no impliquen acciones excitantes ni grandes esfuerzos.
Los juegos colectivos son beneficiosos, pues, facilitan el contacto social, disfrutando todos de una actividad que los crea y los divierte. Los juegos calmantes, se desarrollan por lo general al final de la clase, con ellos se busca la recuperación del organismo de forma amena.
Para el logro de los objetivos que nos proponemos la Cultura Física toma como medios:
En la realización de las diferentes actividades, los ejercicios para el desarrollo físico general, en su mayoría, deben estar presentes, para de esta forma favorecer el funcionamiento del sistema circulatorio que como es sabido por lo general presenta dificultades en éstas edades.
La demencia senil es un síndrome de carácter crónico y progresivo, asociado a trastornos en múltiples funciones corticales superiores, incluyendo memoria, pensamiento, orientación, comprensión, cálculo, capacidad de aprendizaje, lenguaje y juicio, y con un nivel de conciencia claro. Estos trastornos de la función cognitiva están comúnmente acompañados (y ocasionalmente precedidos) por deterioro del control emocional y social, o de la motivación. El hecho de que las personas que padecen la Enfermedad de Alzheimer se enfrenten diariamente a la pérdida progresiva de la capacidad para llevar a cabo las actividades habituales de la vida cotidiana, tiene un efecto importante sobre la calidad de vida de los pacientes y de sus familiares. Si bien muchos pacientes con enfermedad de Alzheimer viven en geriátricos la mayoría son cuidados por sus familias en el seno de la comunidad. A nivel mundial, existen 7–25 millones de personas que tienen enfermedad de Alzheimer. Aproximadamente el 6% de la población mayor de 65 años de edad sufre de enfermedad de Alzheimer lo que aumenta hasta aproximadamente el 30% de las personas mayores de 85 años de edad. A medida que aumenta la proporción de personas ancianas en la población, aumenta la carga de la enfermedad de Alzheimer sobre los individuos, las familias de los pacientes y la sociedad.
Por todos estos motivos es una necesidad real e imperiosa capacitar al personal de Cultura Física Terapéutica en esta área para poder hacer frente a esta pesadilla a la que cada día se enfrentarán nuestros ancianos y lógicamente todos sus familiares.
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