Trabajo presentado en el: I Congreso Internacional sobre Alzheimer. Un enfoque interdisciplinario en la intervención, como trabajo de tipo Revisión Bibliográfica.
Laura Lacomba-Trejo
El fenómeno del envejecimiento de la población trae numerosos cambios cuantitativos y cualitativos en el concepto de envejecer. Existe un rejuvenecimiento social que se está produciendo en las generaciones gracias al aumento de la esperanza de vida, que ha provocado que se alarguen las etapas del ciclo vital y con ello, el intercambio generacional. Con este aumento de la esperanza de vida, se ha dado un incremento de la prevalencia de las demencias, observándose el aumento de su prevalencia en las edades tardías, sobre todo de la Enfermedad de Alzheimer (EA).
De este modo, disciplinas como la psicología o gerontología buscan nuevos paradigmas, como el modelo de atención centrada en la persona (MACP), que afronten no solo la vejez, sino todo el proceso de envejecimiento, incluyendo de forma integral todos los aspectos de la persona, independientemente de que tenga o no una demencia. Por ello, se hace relevante tener en cuenta el concepto de envejecimiento activo que intenta resaltar la etapa de la vejez como única, reconociendo su importancia, centrándose en factores distintos de los problemas de salud, lo que da lugar a un envejecimiento más saludable, óptimo y positivo. Más aún en los adultos mayores con alguna patología asociada, como la EA.
El objetivo principal de este estudio es analizar el nuevo afrontamiento de la etapa del envejecimiento desde el MACP.
Para la realización del presente trabajo, se ha llevado a cabo una revisión de la bibliografía científica disponible sobre el MACP y el envejecimiento activo. Está basada en la búsqueda de material de interés y calidad, tanto en bases de datos (Dialnet, Google académico, Latindex, PubMed, MPC, SCIENCE DIRECT, TESEO, SCIELO, ISOC y Psicodoc), como en artículos científicos, libros y tesis doctorales.
Teniendo en cuenta los siguientes indicadores: gerontología (gerontology), envejecimiento (aging), demencia ( dementia), MACP (PCCM), Envejecimiento activo (activeaging). Para seleccionar la información se ha empleado un periodo de inclusión de los últimos en los 10 años. La bibliografía de años anteriores que se ha empleado en el trabajo se considera referente de la materia. La selección de los artículos se ha realizado principalmente en función del resumen de los artículos, y posteriormente de su parecido con contenido de nuestra muestra.
Aspectos generales
Uno de los principales modelos de atención centrada en la persona (ACP) tiene su origen en el comienzo de la década de los 90, cuando Kitwood y Bredin (1992) promulgaron que la persona era más que unos síntomas clínicos; era su historia, su biografía, su entorno o su personalidad. Si nos remontamos unos años más atrás, el germen del modelo de Kitwood y Bredin lo encontramos en “La terapia centrada en el cliente” de Carl Rogers, cuya hipótesis central resalta que el individuo posee en sí mismo medios para la autocomprensión y para el cambio del concepto de sí mismo, de sus actitudes y del comportamiento autodirigido.
Es cierto que existe un enfoque común sobre qué y cómo definir la ACP, pero también es una realidad que existen multitud de modelos, aunque, como decíamos, uno de los clásicos y más mencionados es el de Kitwood, sobre todo por su aplicación en el ámbito gerontológico.
Otro punto reseñable es la importancia y, al mismo tiempo, la dificultad que entraña armonizar en la medida de lo posible la relación y el equilibrio entre los sistemas organizativos y los deseos de las personas necesitadas de cuidados, a los que la ACP otorga un rol activo buscando la personalización, fomentando su empoderamiento y autonomía.
Basándonos en el decálogo de la ACP de Rodríguez (2017), vemos algunas de las peculiaridades y características principales del enfoque:
Resulta importante destacar que los modelos gerontológicos de ACP están marcando un nuevo panorama del que se pueden extraer diferentes beneficios en un futuro no tan lejano, ya que mediante su implementación se pueden obtener políticas públicas que mejoren la atención en los servicios sanitarios y asistenciales en general.
Este enfoque se ajusta en gran medida a lo que los servicios gerontológicos necesitan y demandan, ya que prima por encima de todo a la persona receptora de los cuidados, dotándole de humanidad y dignidad, al mismo tiempo que se convierte en el eje central de la intervención.
Modelo de atención centrada en la persona y Enfermedad de Alzheimer
Es necesario incluir el modelo ACP a la hora de trabajar con modelos de intervención en personas con demencia puesto que independientemente de cada una de las valoraciones que se realicen para determinar el grado y tipo de la demencia, como eje principal de todo ese proceso se encuentra la persona, y con ella sus propias variables personales e individuales.
Las intervenciones a realizar tienen que tener en cuenta que la persona a la que van dirigidas debe ser partícipe de todo e proceso dentro de sus posibilidades. Principalmente porque es la persona la que debe sentirse a gusto realizándolo, y para su elección es fundamental que tengamos en cuenta su biografía, sus gustos, sus deseos, y lo que nos ayudará a evitar posibles reacciones desproporcionadas para la persona que queremos ayudar. Además, esto va a permitir que la persona adulta mayor se sienta integrada con lo que va a realizar, y no como algo impuesto.
Restaurar la autonomía de la persona, mediante la empatía, reduciendo así la ansiedad y el estrés, permitiendo que tenga autoconfianza a la hora de realizar las actividades, es fundamental en las personas con EA.
La elección por parte de la persona a la hora de elaborar las actividades que se quieren desarrollar permite que se motive. Además, debemos aportar dentro del contexto que se trabaje un clima adecuado, en el que se pueda mantener la autoestima de la persona, a través de la empatía y autoconfianza.
Para ello, es necesario buscar en todo este proceso entornos físicos y sociales facilitadores de aspectos como la integridad, individualidad, intimidad, privacidad, la participación e inclusión social.
Desde el MACP, la atención a los adultos mayores con EA debe realizarse atendiendo a: la prevención, la rehabilitación, la integración y la participación en la intervención.
El envejecimiento activo
A finales del siglo XX, a partir de los años 90, la Organización Mundial de la Salud (OMS) adopta el término de envejecimiento activointentando mejorar el concepto del “Envejecimiento Saludable”, reconociendo otros factores, a parte de la atención sanitaria, que afectan a la forma de envejecer.
Así, se refiere al envejecimiento activo como: un proceso de optimización de oportunidades, de bienestar físico, mental y social, durante toda la vida, con el objetivo de aumentar la esperanza de vida saludable, productividad y calidad de vida en la vejez que da lugar a un envejecimiento más positivo, saludable y óptimo.
El concepto que se aporta en la literatura científica sobre el envejecimiento activo se basa en una participación continua en asuntos sociales, económicos y culturales, que se materializan en un mayor bienestar emocional.
Se hace referencia a unenvejecimiento saludable caracterizado por la ausencia de enfermedad, donde la persona puede llevar a cabo sus ABVD, presentando una buena capacidad funcional, a nivel físico, cognitivo y afectivo y donde se compromete con la sociedad, existen medidas para promoverlo como:
El envejecimiento activo tiene en cuenta una perspectiva multidimensional, multidisciplinar y multinivel, que abarca condiciones biológicas, psicológicas y sociales y que incorpora, entre otras áreas: la atención sanitaria, las áreas sociales, las económicas, y las culturales. Es un recurso que utiliza la Comunidad para mejorar la calidad de vida de las personas adultas mayores, proporcionando apoyo, protección, seguridad y cuidados, y creando la solidaridad intergeneracional.
Resulta de vital importancia destacar que la plasticidad cognitiva, o capacidad para ir adaptándose a las nuevas situaciones con la edad y restablecer el equilibrio producido por las lesiones cerebrales,permiten prevenir y proteger ante el deterioro cognitivo.
Existen factores diferenciales que afecten a la reserva cerebral como: sería el tamaño pequeño del cerebro, el número de neuronas y sinapsis; y la propia experiencia de la persona que influye en la anatomía cerebral. Factores educativos, laborales, de ocio, culturales, de alimentación y ejercicio, pueden retrasar la aparición de EA.
Por ello, se hace necesario el cambio de paradigma, del modelo centrado en el servicio al MACP, que promueve el envejecimiento activo, y con ello, el retraso de las demencias, en concreto de la EA.
De este punto parten los programas de intervención cognitiva y funcional en las demencias (y principalmente en la EA), siendo fundamental la estimulación programada, continua, flexible, permitiendo la neurogénesis en el cerebro de los adultos mayores con EA. Teniendo en cuenta el Modelo de Retrogénesis desde el que se puede predecir cada uno de los cambios evolutivos,y las funciones cognitivas que se mantienen o deteriroran, lo que permite trabajar sobre ellas.
La psicoestimulación diferencia entre dos aspectos difíciles de separar, como es la pérdida del propio deterioro neuronal o biológico y la pérdida debida a la falta de uso de la información que es por tanto reversible.
En la actualidad, se va consiguiendo el tan ansiado paso de un modelo de envejecimiento catastrofista basado en la enfermedad, en lo negativo, a un modelo centrado en la persona, en el que nos fijamos más en las posibilidades de la persona y en sus fortalezas, en su competencia y desarrollo. Esta nueva orientación, promueve el envejecimiento activo, lo que se ha mostrado como protector ante la demencia, en concreto ante la EA.
Son necesarios estudios controlados que comparen de forma aleatoria los modelos de atención centrada en el servicio y MACP.
Como conclusión, destacamos que, reconocer los derechos de las personas mayores y entender esta etapa como un lugar de crecimiento de otras capacidades, nos ayuda en la mejora de su salud física y psicológica. El MACP puede ayudarnos a fomentar el cumplimiento de los derechos y voluntades de las personas com EA. El tratamento y la atención de estas personas, debería basarse em el MACP si se pretende que alcancen un mayor bienestar físico y mental.
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