Elba Romero Saiz
Por definición un torniquete, es un dispositivo para el control de las hemorragias, mediante una ligadura fuertemente apretada en una extremidad que comprime los vasos sanguíneos, obstruyendo el flujo de sangre a la zona lesionada. En la actualidad existen diversos modelos disponibles.
Su uso ha estado vinculado al ámbito militar, donde se encuentra una amplia evidencia de su uso, pero en la actualidad este método, se está extendiendo al ámbito sanitario en entorno civil y a primeros intervinientes no sanitarios, como bomberos y rescatistas en montaña.
Su aplicación no está libre de controversia, pero es un hecho que las hemorragias no controladas asociadas a traumas graves, siguen siendo en la actualidad una de las principales causas de mortalidad en las emergencias prehospitalarias, por lo que la aplicación del torniquete cada vez se está liberalizando más, ya que se trata de un dispositivo de fácil aplicación y que salva vidas1,2,3.
Analizar la literatura más actualizada sobre el torniquete, conocer la técnica correcta de colocación del torniquete, sus indicaciones así como sus complicaciones.
Se ha realizado una revisión bibliográfica. Para ello, se ha llevado a cabo una búsqueda bibliográfica acerca del torniquete en distintos buscadores como Google académico y metabuscadores como Exploraevidencia y Plinio (metabuscador de la Biblioteca de la UCLM). También se han consultado distintas bases de datos electrónicas, en concreto Cochrane, Pubmed, Dianlet, Scielo y Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Además, se ha completado la información revisando libros de anatomía, fisiología, emergencias y paciente crítico. Finalmente, también se ha navegado por las principales páginas web de las instituciones más importantes relacionadas con esta especialidad clínica, tales como, la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), el Consejo Europeo de Resucitación (ERC), y la American Heart Association Guidelines for Cardiopulmonary Resuscitation and Emergency Cardiovascular Care (AHA).
Las palabras clave utilizadas fueron “torniquete”, “hemorragia” y “emergencia”, “aistencia extrahospitalaria” unidas por el operador AND. Por otro lado, “torniquete” AND “emergencia” y “torniquete” AND “hemorragia”.
Los criterios de inclusión de la búsqueda bibliográfica han sido, por un lado, aquellos artículos sobre torniquetes en español e inglés, estudios acerca de indicaciones y complicaciones del torniquete, estudios sobre el conocimiento de la enfermería de este elemento, y artículos sobre la técnica de colocación del dispositivo. Se han excluido de los resultados aquellos artículos a los que no se pudo acceder al texto completo, así como aquéllos que se centraban exclusivamente en el ámbito militar.
El uso del torniquete tiene una larga evolución, desde sus primeras aplicaciones en la antigua roma, hasta la actualidad, aunque sus indicaciones han ido evolucionando, el dispositivo ha variado poco debido a su simplicidad. Han sido elementos muy controvertidos y su aplicación ha generado multitud de discrepancias, pero en las últimas dos décadas han aumentado su popularidad debido a los estudios realizados en hospitales militares de las guerras de Afganistán e Irak4,5. Sin embargo su desarrollo actual no queda solo destinado al campo de batalla, ya que en el primer mundo, estamos expuestos a multitud de eventos traumáticos, de diversas condiciones, como lesiones por armas blancas, accidentes viales, y de múltiples victimas como desastres naturales sin olvidadr también los atentados terroristas a los que nos enfrentamos en la actualidad, donde el uso del torniquete es vital, ya que el número de víctimas supera el número de sanitarios y no es posible ejercer una presión directa durante un tiempo prolongado, para evitar la hemorragia y con ello el fatal desenlace.
La explicación anatomo fisiológica de los torniquetes reside, en ser dispositivos que realizan una presión alrededor de los diferentes tejidos, muscular, arterial y nervioso de la extremidad donde es colocado, haciendo que se produzca una interrupción distal de la hemorragia.
Indicaciones:
Su principal indicación en la actualidad, es la detección de la hemorragia exanguinante, donde estudios muy actuales indican una efectividad alta, como por ejemplo en amputaciones.
Otras indicaciones actuales serian:
La imposibilidad de detener una hemorragia en heridas traumáticas o inciso contusas, mediante la aplicación directa de presión en el punto de sangrado
Paciente con hemorragia masiva en extremidad, el cual necesite soporte vital básico o control de vía aérea
Paciente con un cuerpo extraño enclavado en una extremidad que curse con hemorragia masiva. Escenarios en los que el número de víctimas supere el número de rescatistas.
Escenarios en los que sea necesario la rápida evacuación por peligro de los propios rescatistas o de la víctima.
Con las indicaciones actuales, se observa la evolución en el uso del torniquete, ya que antiguamente, sobre todo en el ámbito civil la indicación era ejercer presión directa sobre la herida y si esto no era suficiente la elevación del miembro y la compresión de arteria mediante presión manual, dejando el torniquete como último recurso si lo anterior fallaba. Pero en la actualidad se ha visto la importancia de detener la hemorragia para salvar la vida, unida a la baja tasa de complicación por parte del torniquete, ha hecho que las principales instituciones mundiales en materia, como son la European Research Council(ERC), la American Heart Association (AHA), Guias nice trauma, manual PHTLS8 ED, Guias europeas del manejo de hemorragia masiva y coagulopatia por trauma, consejo americano de cirujanos ( 3º congreso de Hartford) han cambiado en sus últimas guías, la indicación, a ejercer presión directamente sobre la herida y si esto ya no es efectivo, la aplicación del torniquete1,2.
Colocación del torniquete:
Cuando la presión manual sobre la herida no sea efectiva, se debe dar paso a la colocación del torniquete, intentando no retirar la presión que se estaba realizando.
Se debe colocar directamente sobre la piel de la víctima y no sobre la ropa, lo más distalmente posible y como mínimo a 5 cm de la zona lesionada, evitando siempre que sea posible las zonas articulares.
Una vez colocado se ira apretando hasta que se cese por completo la hemorragia, conseguido esto, no se debe aflojar ya hasta la llegada al servicio médico de asistencia.
Se debe tener control de la hora de colocación, para conocer los minutos de aplicación del torniquete ya que es muy importante tener en cuenta que el uso del torniquete tiene un tiempo bien limitado que no debe superar los 120 minutos. Se debe comunicar el tiempo de uso al llegar al centro sanitario.
Otra cuestión a tener en cuenta, es tener el torniquete visible lo que permita su vigilancia, teniendo a sí mismo la herida lo más limpia posible y si las circunstancias lo permiten cubierta, para evitar el contacto con el medio no aséptico. Complicaciones: Las complicaciones suele derivar de una mala colocación, de la colocación en un lugar incorrecto, o con una presión inadecuada, también del manejo de los tiempos de aplicación, más que en el propio uso del dispositivo. Entre otras se pueden mencionar, hematomas, compresión de nervios, necrosis óseas, infecciones, síndrome compartimental, aumento de la PVC, infarto cerebral, rabdiomielisis, trombosis venosa profunda, etc1,2,3,4,5.
El uso del torniquete tiene un importante papel y no solo en el ámbito militar, sino también en el civil, ya que su aplicación ha demostrado una alta evidencia en la detección de las hemorragias exnguinantes, así como en la atención en los accidentes de múltiples víctimas, donde las demandas superan los recursos y la vida prevalece por encima de todo.
Teniendo en cuenta, que en la actualidad si la presión que se ejerce sobre la herida no consigue el cese de la hemorragia la siguiente indicación es su aplicación, ya que sus complicaciones parecen derivar más del estado crítico de estos pacientes y no de la aplicación del torniquete en sí.
1. Alonso M, Esteban X, Santillán A, Vila R. Utilización del torniquete en la asistencia extrahospitalaria: revisión sistemática. Emergencias. 2019; 31:47-54.
2. Mawhinney A, Kirk S. A systematic review of the use of tourniquets and topical haemostatic agents in conflicts in Afghanistan and Iraq. J R Nav Med Serv. 2015;101:147-54.
3. Alberdi F, García I, Atutxa L, Zabarte M. Grupo de Trabajo de Trauma y Neurointensivismo de SEMICYUC. Epidemiología del trauma grave. Med Intv. 2014;38:580-8.
4. Monsieurs KG, Nolanc JP, Bossaert LL, Greif R, Maconochie IK, Nikolaos IN, et al. European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation 2015 [Internet]. Madrid: Consejo Español; 2015 [acceso el 16 de enero de 2019]. Disponible en: http://www.cercp.org/images/stories/recursos/Documentos/Recomendaciones_ERC_2015_Resumen_ejecutivo.pdf
5. Aspectos destacados de la actualización de las guías de la AHA para RCP y ACE de 2015[Internet]. Dallas: American Heart Association Guidelines; 2015 [acceso el 16 de enero de 2019]. Disponible en: http://www.cercp.org/images/stories/recursos/Guias%202015/2015-AHA-Guidelines-HighlightsSpanish.pdf