Para un tiempo de renovación como es la Primavera, qué mejor que salir en el número 14 con un especial dedicado a la matrona con unos artículos más que atractivos.
El primero de ellos, Influencia de la edad en la fertilidad aborda la edad, la cual ha sido reconocida como el factor que más afecta la fertilidad de una pareja y su importancia viene dada en función de las decisiones adoptadas en las sociedades modernas de postergar la maternidad en busca de estabilidad financiera y desarrollo profesional. Detrás de una avanzada edad reproductiva, definida para muchos como una mujer de 38 años o más, está la disminución de la reserva ovárica y el deterioro de la calidad ovocitaria. El ser humano, en comparación con otras especies animales, tiene un bajo potencial reproductivo, ya que la fecundidad mensual máxima de una pareja de menos de 30 años es inferior al 30%. Al mismo tiempo, la edad de los posibles progenitores es un factor determinante de la tasa de fecundidad siendo máxima a los 24 años en la mujer y entre los 24 y 25 años en el varón. A raíz de esto se han desarrollado nuevas técnicas para evaluar la normalidad cromosómica embrionaria como el Diagnóstico Genético Pre-implantacional (DGP) que a través de inmunofluorescencia in-situ (FISH) y hoy en día de los arrays de CGH (hibridación genómica comparativa) que nos permiten ver los 23 pares de cromosomas del embrión, logra detectar anormalidades cromosómicas de embriones previamente biopsiados. Esto abre otro camino para mujeres con embriones anómalos o incluso aquellas sin reserva ovárica, que es la donación de ovocitos con tasas de gestación superiores a las logradas con FIV. Por último y sin menos importancia, reseñamos el aumento de las complicaciones obstétricas y perinatales que se observan de embarazos en mujeres añosas, en relación con la edad de las mujeres y las técnicas de reproducción asistida.
Sigue un artículo titulado La matrona en el ámbito sexual de las personas con discapacidad intelectual tipo síndrome de Down que se centra en la sexualidad de las personas con discapacidad intelectual; ya que es un aspecto biológico, psicológico, ético y social que enmarca la totalidad del ser, y de todas las personas. Como profesionales de la salud, las matronas deben ser conocedoras de que la salud sexual está definida por La Organización Mundial de la Salud no sólo como ausencia de enfermedad o experiencias negativas con respecto a la sexualidad; si no también como la posibilidad de tener relaciones sexuales placenteras y experiencias seguras. Tanto la salud como la sexualidad son derechos que deben ser reconocidos, respetados y defendidos en todo momento y por todas las comunidades sin distinción a causa de la raza, del sexo, la orientación sexual, la edad, la clase social, la religión o la discapacidad física o psíquica. En concreto, en esta revisión nos centraremos en las personas con Síndrome de Down, patología que es necesario conocer para poder profundizar en la vivencia de la sexualidad de esta población. Existen pocas personas con síndrome de Down que gocen de una vida sexual activa. Pero, ¿qué factores influyen en este hecho?
La donación y trasplante de anejos fetales conforma el interesantísimo tercer artículo en cuanto al número de donaciones realizadas a nivel nacional sólo hay datos disponibles acerca de la placenta y de la membrana amniótica. Los últimos datos disponibles (2015) indican que en nuestro país se realizaron 76 donaciones, con un total de 1551 tejidos trasplantados. Este número de donaciones sólo es superado por Francia e Italia, con 110 y 242 donaciones respectivamente. En lo que se refiere a los centros autorizados para la recogida de placenta a nivel nacional encontramos que Andalucía, Aragón, Comunidad Foral de Navarra, Canarias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Madrid y País Vasco tienen al menos un centro autorizado para la obtención de membrana amniótica. En lo que se refiere a la obtención de tejido de cordón umbilical, únicamente están autorizados algunos centros de la Comunidad de Madrid.
Seguimos con el Uso del agua en la atención al parto normal. Actualmente se persigue que las mujeres sean las protagonistas del proceso y no los profesionales. El intervencionismo que hace unos años predominaba en la atención al parto, está siendo sustituido por una atención más humanizada y orientada a la propia fisiología. En consonancia con estos hechos, se buscan nuevas fórmulas o alternativas que favorezcan el desarrollo normal del mismo dentro de unas condiciones adecuadas de seguridad. El empleo del agua durante el trabajo de parto es una opción válida y eficaz para el alivio del dolor en la fase de dilatación. Su uso en el momento del expulsivo es un tema de actualidad, ya que recientemente algunas asociaciones médicas han recomendado que esta opción sea considerada en un contexto de ensayo clínico controlado. La inmersión durante la primera fase del parto puede reducir la utilización de analgesia y aumentar la satisfacción de las mujeres, además de facilitar la movilidad, por lo que su empleo dentro de criterios de seguridad, puede proporcionar grandes beneficios durante el proceso.
¿En qué consiste la técnica Swaddle? Lo veremos con detalle e ilustrado en este último trabajo que cierra este número 14 de NPunto. Swaddling o envolver al bebé era una técnica de uso intercultural e histórico muy común antes del siglo XVIII, pero su uso ha disminuido notablemente desde entonces. Actualmente continúa siendo frecuente en algunos lugares del Medio Oriente y comienza a ganar popularidad nuevamente en Estados Unidos y algunas zonas de Europa. Los bebés envueltos en pañales duermen más, tienen niveles reducidos de actividad motora en respuesta a la estimulación, menos sobresaltos y una menor variabilidad de la frecuencia cardíaca. Por ello, es una técnica que está volviendo a utilizarse para calmar el llanto excesivo en los recién nacidos y mejorar la calidad del sueño. También se han observado beneficios adicionales para poblaciones específicas, que incluyen mejoras en el desarrollo neuromuscular para recién nacidos de muy bajo peso al nacer, la reducción de la angustia fisiológica y conductual entre los bebés prematuros y mejora de la calma y el sueño de los recién nacidos con síndrome de abstinencia neonatal.
Como ven, un número muy atractivo y con temas renovados y de actualidad que deseamos sea de interés profesional general y particular para el especialista en enfermería obstétrico-ginecológico que accedan. Feliz Primavera.