La micropigmentación, es un procedimiento mediante el cual se corrigen determinados rasgos corporales mediante la aplicación de pigmentos a nivel superficial en la capa de la epidermis (a diferencia del tatuaje en el cuál se deposita tinta en la dermis). Originariamente esta técnica se desarrolló en el ámbito de la estética pero actualmente se está comenzando a utilizar a nivel sanitario1.
Una de sus principales aplicaciones sanitarias consiste en la reconstrucción del complejo areola-pezón en mujeres que han sufrido una mastectomía. Este procedimiento aporta a las mujeres mayor autoestima, satisfacción, confianza, calidad de vida y mejor relación social. Los resultados de los estudios muestran que esta técnica es segura, fácil de efectuar bajo anestesia local por parte de enfermería y no necesita hospitalización. Cabe destacar que a finales del año 2018 empezó a implantarse esta técnica gratuitamente en algunos hospitales españoles como por ejemplo el hospital San Cecilio de Granada2.
Otra de los beneficios de la micropigmentación consiste en su aplicación sobre el cuero cabelludo en individuos que padecen alopecias, refractarias al tratamiento y las deformidades del trasplante capilar. Estas deformidades pueden ocultarse con micropigmentación obteniendo una alta satisfacción en el paciente. Esta técnica ofrece un buen tratamiento alternativo no quirúrgico para las deformidades del cabello y cuero cabelludo.
También se puede utilizar en personas con vitíligo. Las principales áreas en las que se aplica son en labios, rodillas, codos, axilas y dedos. Los resultados más satisfactorios se observan en personas de piel oscura en la zona labial y es preferible su uso en personas con vitíligos estables. Esta técnica proporciona un camuflaje rápido y permanente, y generalmente carece de efectos adversos significativos si se siguen las precauciones universales. Generalmente se usa para corregir defectos cosméticos que surgen del vitiligo, hipomelanosis posinflamatoria y postinflamatoria y otras despigmentaciones que no son susceptibles de terapia médica, y aquellas que no responden a terapias médicas. Se pueden lograr buenos resultados cosméticos en el vitiligo mucoso y mucocutáneo. Los efectos adversos inmediatos son pocos, y suelen resultar de una técnica incorrecta y una falta de adherencia a la asepsia. Estos incluyen equimosis, formación de costras, edema que dura 2 o 3 días, reactivación de la infección por el virus del herpes simple, infección bacteriana secundaria y alergia de contacto a los pigmentos en la primera semana de procedimiento4, 5.
La micropigmentación también aporta importantes beneficios en pacientes con estrías, cicatrices y quemaduras. La efectividad del tratamiento en estos casos va a depender de la localización, tamaño, profundidad, tipo de cicatriz y la edad del individuo6.
Si se analizan los resultados de los estudios realizados en los últimos años en diversos países se puede observar el potencial sanitario que presenta la micropigmentación para mejorar la satisfacción, autoestima y calidad de vida de diversos pacientes.
A raíz de estos resultados es fundamental trasmitir estos conocimientos a los profesionales sanitarios que trabajan día a día con estos pacientes. De esta manera les podrán ofrecer a sus pacientes los mejores cuidados y tratamientos basados en las últimas evidencias científicas demostradas.
No obstante también es importante incrementar las investigaciones dentro de este ámbito para evaluar el efecto de esta terapia a largo plazo, su posible efecto sinérgico con otros tratamientos, tipos de pigmentos más eficaces y la posibilidad de implantación de esta técnica en otros hospitales y centro sanitarios, nacionales e internacionales, para diferentes tipos de patologías.