Año nuevo, salud renovada. Esto esperamos y deseamos para todos nosotros como profesionales de la salud como para nuestros familiares y pacientes que atendemos diariamente. Y para no hablar de este tema, estar alineados en este sentido, para que ojalá pase pronto a los anales de la historia, hemos querido redirigir nuestra atención a esos otras patologías prevalentes y que siguen necesitando nuestra atención y cuidados. En este primer número, sobre la patología y cáncer prostático.
Comenzamos con Tratamiento del cáncer de próstata localizado. El cáncer de próstata constituye un problema socio sanitario de primer orden en los países industrializados, representa la neoplasia no cutánea más frecuentemente diagnosticada en Estados Unidos y la segunda causa de muerte por enfermedad oncológica después del cáncer de pulmón, aproximadamente un 15% de los hombres son diagnosticados de este tumor (1 de cada 8 hombres entre 60 y 79 años). El abordaje terapéutico del cáncer de próstata es un área en constante evolución y en el que existe una variedad de opciones terapéuticas muy alta (observación, prostatectomía radical, tratamiento radiológico, tratamiento hormonal, y diversas combinaciones de las anteriores).
Continuamos con Hiperplasia benigna de próstata y alopecia androgénica en la población adulta masculina como problema de salud pública. El abordaje terapéutico más común son los inhibidores de la enzima 5-α reductasa que su función es reducir la testosterona a dihidrotestosterona y los bloqueantes α1, usados para tratar la sintomatología de la HBP. Hay que tener en cuenta que ambos tratamientos tienen efectos adversos mal tolerados por los pacientes. Por tanto, una alternativa terapéutica muy usada en la actualidad es el fruto de la especie botánica Serenoa repens (Bartram) Small, conocida comúnmente como "Sabal" o "Palmera de Florida". Hay muchos estudios sobre esta planta, varios autores han usado preparados distintos de ella para el tratamiento de estas patologías, pero el único que se ha demostrado que posee actividad es el extracto lipoesterólico, el cual tiene efectos antiandrogénicos, antiproliferativos, antiinflamatorios y espasmolíticos entre otros, debido a su compleja composición.
Debatimos en el tercer artículo sobre Indicaciones y toxicidad de la radioterapia en cáncer de próstata. Controversia frente a cirugía. Su incidencia ha aumentado considerablemente en los países de nuestro entorno a lo largo de las dos últimas décadas como resultado de la generalización del uso de cribado con PSA en pacientes asintomáticos y de la detección incidental de tumores durante la cirugía prostática. No obstante, el aumento de casos diagnosticados no se ha trasladado linealmente a una disminución de la mortalidad por cáncer lo cual sugiere que, al menos una parte relevante de los nuevos casos diagnosticados como consecuencia del cribado de PSA, corresponden a tumores indolentes que no amenazan la supervivencia del paciente.
Le sigue el más que interesante Cáncer de próstata metastásico hormonosensible, donde analizamos pacientes tratados mediante prostatectomía radical o radioterapia para la enfermedad localizada a menudo desarrollan recurrencia metastásica después del tratamiento local. Algunos pacientes también pueden mostrar enfermedad metastásica de novo sin procedimientos radicales previos. Aunque el momento de la presentación metastásica es bastante diferente, se supone que todos estos pacientes responden a la castración quirúrgica o médica y, por lo tanto, se ven afectados por una afección que se conoce como cáncer de próstata metastásico sensible a las hormonas o sensible a la castración (CPHSm). Esta etapa de la enfermedad precede al desarrollo del cáncer de próstata metastásico resistente a la castración, que se caracteriza por un mal pronóstico y una alta letalidad.
En Hipofraccionamiento extremo en cáncer de próstata comprobamos cómo la radioterapia es una forma de tratamiento de diversas entidades clínicas, si bien preferentemente de las neoplasias, que aprovecha la energía resultante de la interacción de diversas radiaciones con el medio con fines terapéuticos. Los únicos tratamientos que han demostrado ser efectivos en cáncer de próstata localizado, son la cirugía y la radioterapia. Ambos igual de efectivos en términos de supervivencia global con perfil de efectos secundarios diferentes en los pacientes pero que aportan la misma calidad de vida. La radioterapia ha experimentado enormes mejoras en las últimas décadas, lo cual ha permitido aumentar las dosis administradas de forma segura, lo que conocemos como escalada de dosis que ha permitido un aumento del control locorregional, supervivencia libre de enfermedad bioquímica, supervivencia libre de metástasis a distancia, mortalidad específica por cáncer de próstata e incluso en algunas fuentes, el aumento de la supervivencia global por cáncer de próstata de riesgo intermedio y alto, sin embargo, varios ensayos aleatorizados fase III no han demostrado este aumento de supervivencia global.
Y para finalizar este número 34 de Npunto, braquiterapia de alta tasa de dosis en cáncer de próstata localizado. Las radiaciones ionizantes son armas terapéuticas en el cáncer de próstata, siendo al menos tan efectiva como la cirugía en cualquier tumor prostático, tanto en eficacia4, como en seguridad, con perfil de efectos secundarios diferentes pero que aportan la misma calidad de vida a los pacientes. El interés de la braquiterapia de alta tasa en el tratamiento del cáncer de próstata, no podría entenderse sin un conocimiento adecuado sobre la radiobiología del cáncer de próstata y el hipofraccionamiento.
Confiamos como siempre, sea de vuestro interés y aplicación práctica profesional. Salud compañeros.