El transporte pediátrico permite unir recursos materiales y humanos para mejorar la atención a pacientes, sobre todo en lugares donde es más difícil el acceso y permite atención adecuada al paciente a atención especializada de emergencia. El manejo es indispensable para garantizar un buen servicio, deben estar preparados para el conocimiento de las patologías, anticiparse y estabilizar al paciente para el transporte. El objetivo principal es describir los diferentes tipos de transporte pediátricos en pacientes con enfermedades graves en la actualidad. Se realizó una revisión sistemática Se llevó a cabo a través de la búsqueda en diferentes bases de datos descritas a continuación, como son: PubMed, Embase, Biblioteca Cochrane, ScienceDirect y en la Biblioteca Virtual de Salud. Se encontraron 32.860 artículos de revisión, luego de utilizar el gesto bibliográfico Mendeley y aplicar criterios de inclusión y exclusión se obtuvieron finalmente 16 artículos que cumplían los criterios del margen de tiempo de publicación, a texto completo, en inglés y en español, en pacientes pediátricos, donde se abordó como tema de estudio el transporte pediátrico. En conclusión, no existe un equilibrio en cuanto a la distribución de recursos disponibles a la población pediátrica, y en las opciones en el traslado interhospitalario. Los niños tienen el derecho constitucional de recibir la mejor atención. Es necesario la realización de protocolos de activación de unidades de cuidados especializados. Los estudios en transporte pediátrico son necesario para hacer actuaciones que permitan la mejoría en su desempeño.
Palabras claves: transporte, pacientes, pediatría, traslado, pacientes gravemente enfermos.
Pediatric transport allows the pooling of material and human resources to improve patient care, especially in places where access is more difficult and allows adequate patient care and specialized emergency care. The handling is essential to guarantee a good service, they must be prepared for the knowledge of the pathologies, anticipate and stabilize the patient for the transport. The main objective is to describe the different types of pediatric transport in currently seriously ill patients. A systematic review was carried out. It was carried out through a search in different databases described below, such as: PubMed, Embase, Cochrane Library, ScienceDirect and the Virtual Health Library. A total of 32,860 review articles were found, after using the Mendeley bibliographic gesture and applying inclusion and exclusion criteria, 16 articles were finally obtained that met the criteria of the publication time frame, in full text, in English and Spanish, in pediatric patients. , where pediatric transport was addressed as a topic of study. In conclusion, there is no balance in terms of the distribution of resources available to the pediatric population, and in the options for interhospital transfer. Children have a constitutional right to receive the best care. It is necessary to carry out activation protocols for specialized care units. Studies in pediatric transport are necessary to take actions that allow improvement in their performance.
Key words: transport, patients, pediatrics, transfer, seriously ill patients.
La atención del paciente pediátrico con enfermedades graves y/o lesionado ha evolucionado en los últimos 20 años, con un crecimiento de servicios regionales de cuidados intensivos pediátricos, las subespecialidades correspondientes y la proliferación de programas de capacitación en cuidados intensivos pediátricos a mundial. Paralelo a esta evolución se ha reconocido la necesidad de atención especializada del niño gravemente enfermo durante el transporte, ya sea aéreo o terrestre, a otro centro pediátrico. La composición de los equipos de transporte varía, pero todos tienen en común, que la misión del transporte especializado para niños críticamente enfermos y heridos es que sea un proceso seguro y rápido mejorando así los resultados en la evolución del paciente. Los equipos de transporte pediátrico especializado son costosos de mantener. La disminución de los reembolsos por atención especializada y la reducción de los márgenes de beneficio han dado lugar a funciones ampliadas para miembros del equipo de transporte dentro de los hospitales de niños. Las restricciones presupuestarias más estrictas han creado desafíos para los equipos de transporte pediátrico en nuestro sistema médico en constante cambio1.
El transporte pediátrico permite unir recursos materiales y humanos para mejorar la atención a pacientes, sobre todo a aquellos lugares donde es más difícil el acceso y permite atención adecuada al paciente a atención especializada de emergencia, ya sea para manejo en emergencia o cuidados intensivos. El transporte pediátrico es un mediador en la provisión de atención para el paciente y para su supervivencia. Este constituye un proceso complejo de asistencia, el desarrollo y desempeño del mismo se relaciona con el modelo de salud de cada nación, la calidad del mismo depende de varios factores como establecer los objetivos del mismo, el equipamiento, el equipo de trabajo, método de transporte, la evaluación y dinámica del mismo, y tomar en cuenta los recursos con los cuales se cuenta2.
Es necesario tomar en cuenta elementos como calidad de asistencia, eficacia, satisfacción de los profesionales y los usuarios, además de lo relacionado a los equipos, al proceso de transporte y la finalidad que está dirigida a garantizar la supervivencia de los pacientes2. Se necesita de un personal altamente calificado en la atención y protocolos de transporte sanitario. En el 2.006, posterior a una encuesta, la Sociedad Española de Cuidados Intensivos Pediátricos (SECIP), realiza recomendaciones sobre la necesidad de capacitación y formación de profesionales en cuidados críticos, pediátricos incluyendo los neonatales, para formar equipos especializados que incluyan pediatras y personal de enfermería2,3.
El manejo por parte de personal especializado, es indispensable para garantizar un buen servicio, deben estar preparados para el conocimiento de las patologías, anticiparse y estabilizar al paciente para el transporte, para lo que se ameritan conocimientos sobre protocolos, técnicas y procedimientos de soporte de vida. Se considera la a anticipación como un factor clave en la para prevenir las complicaciones, dirigida a evitar conflictos posteriores, por lo cual acompañada de la estabilización, debe estar presente en todas las etapas del transporte pediátrico2.
Ahora bien, hablar de un sistema de transporte pediátrico ideal, amerita tomar en cuenta la universalidad del mismo, donde se incluye la cobertura de atención tanto en edad, desde el neonato hasta la adolescencia y la cobertura en cuanto a nivel territorial, así como también la especialización del personal involucrado en el mismo, que es el que llevara a cabo las actividades2.
En España no existe una universalidad en cuanto al transporte pediátrico, en las comunidades autónomas (CCAA), no se cuenta, en su mayoría, con un sistema homogéneo, bien especifico y especializado, pero existe algunos sistemas como son: el de Cataluña de 1995, que está coordinado por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que incluye transporte terrestre y aéreo, pediátrico y neonatal con personal de enfermería y médicos pediatras capacitados. El de Baleares, 2004, coordinado por 061-Baleares, incluye médicos pediátricos y enfermeras, con transporte terrestre y aéreo, con transporte neonatal y pediátrico. El sistema de Madrid, 2007, coordinado por SUMMA-112, con transporte neonatal, incluye transporte terrestre, conformado por pediatras. El de Valencia, 2008, coordinado por SAMU, con transporte pediátrico y neonatal, cuenta con pediatras y transporte neonatal. El sistema en Cataluña, este cuenta con tres equipos pediátricos, desde tres hospitales diferentes de Barcelona, con asistencia pediátrica y neonatal2,3.
Para obtener mejores resultados en el desempeño del transporte pediátrico, se deben mejorar los sistemas, establecer protocolos universales y específicos, potenciar la calidad de atención, definiendo criterios para el traslado y estableciendo indicadores. Se debe estimular la formación de los profesionales. Se sabe que el Transporte pediátrico, es un factor crucial para continuar la asistencia sanitaria de los pacientes pediátricos, por tanto, es importante que más centros de instituciones sanitarias cuenten con equipos de transporte pediátrico bien establecidos y organizados, en especial para la atención del niño gravemente enfermo2,3.
Establecer modelo de transporte pediátrico deben evaluarse con la satisfacción no solo de los usuarios que reciben el servicio sino de los profesionales, estos representan un compromiso social, ya que permite contribuir a la salud de la población garantizando un equilibrio e igualdad en la prestación de servicios, sin dejar a un lado ciertas regiones que no cuentan con instituciones altamente capacitadas para el manejo de pacientes con enfermedades graves. Este modelo debe permitir la solución de ciertos problemas a nivel sanitario, siempre adaptándose a la necesidad de cada población, dependiendo de la ubicación geográfica, la economía y situación demográfica1,2.
Siguiendo este orden de ideas, es necesario la realización de este trabajo de investigación, ya que permitirá conocer lo que se ha estudiado hasta la actualidad sobre los diferentes modelos de transporte pediátrico, y que puede contribuir a establecer protocolos generales y medidas de intervención para la mejora de los mismos.
Los sistemas de transporte especializados han evolucionado desde la experiencia de sus orígenes militares. En el siglo I A. C., los romanos empleaban un sistema de transporte sanitario para el traslado de heridos de los campos de batalla. Algunas de las primeras referencias relacionados con el transporte de heridos son del Guerras napoleónicas a principios del siglo XIX. A Dominique Jean A Larrey, uno de los cirujanos de batalla de Napoleón, se le atribuyen varios conceptos iniciales que siguen siendo piedras angulares en la medicina moderna del transporte. Larrey desarrolló el concepto de triage (del verbo francés trier significado para ordenar) para categorizar eficientemente el herido. Además, reconoció la importancia de personas capacitadas para atender a los heridos en el campo. Este cuidado tuvo que extenderse durante el traslado un centro médico de campo con atención en ruta. Para lograr esto, empleó el ambulance volante o "ambulancia voladora". Se utilizó un carruaje tirado por caballos para transportar a los heridos al hospital de campaña. A mediados del siglo XIX nace la Cruz Roja. El primer transporte sanitario aéreo se realiza durante la guerra franco-prusiana, en 1.870, cientos de heridos fueron trasladados en globo. El transporte aéreo se utilizó con gran éxito a finales de 1950 y principios de 1960 durante las guerras de Corea y Vietnam. En la década de 1960, los cirujanos de trauma civiles y Los neonatólogos comenzaron a aplicar conceptos y recursos de transporte militar a las víctimas de traumas y a los bebés. En la Primera Guerra Mundial se desarrollan las primeras ambulancias aéreas. En los años 50 en Europa, se impulsan los sistemas de transporte sanitario civil4.
Los orígenes de los equipos de transporte de cuidados intensivos pediátricos actuales evolucionaron a partir de las fundaciones neonatales iniciales establecidas en la década de 1970. Usher3 describió un Reducción del 50% en la tasa de mortalidad de enfermos críticos recién nacidos que recibieron atención en centros regionales. La necesidad de un transporte rápido y seguro de los niños críticamente enfermos y heridos a un centro de atención pediátrica terciaria ha impulsado la formación de equipos de transporte pediátrico especializado4.
La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) publicó las pautas para el transporte aéreo y terrestre de pacientes pediátricos en 1.986, este documento fue el Respuesta de la AAP, para proporcionar pautas estandarizadas para transporte de niños gravemente enfermos y heridos. Establecido en 1990, la Sección de Medicina del Transporte de la AAP (SOTM), ofrece liderazgo experto de neonatólogos, intensivistas pediátricos y médicos de medicina de emergencia pediátrica para personal médico que se ocupa del transporte entre instalaciones de neonatos, niños y adolescentes críticamente enfermos. La SOTM también coordina la investigación y la educación, y proporciona un foro de discusión en línea para el personal de transporte pediátrico1.
El crecimiento nacional de las UCI pediátricas (UCIP)pueden reflejar la necesidad de cuidado de niños en zonas rurales. Algunos de estos niños necesitarán ser transferidos a un centro pediátrico de atención terciaria, instalación para atención médica continua o intervención quirúrgica4.
Actualmente en la mayoría de los países desarrollados, se cuenta con sistemas de emergencias que se encargan del transporte sanitario. En lo que respecta a España, desde inicio de la década de los 80, el transporte de pacientes críticos es realizado por equipos especializados4. Hoy en día, el 90% de las Comunidades Autónomas poseen servicios de emergencias4. Asimismo, muchos centros hospitalarios cuentan con sus equipos de transporte, la mayoría terrestre, que son indispensables para los traslados de los pacientes1,4.
En España según Real Decreto 1.211/1.990 en su artículo 133, se define el transporte pediátrico como aquel que se realiza para desplazar pacientes enfermos, o posterior a accidentes o cualquier otra circunstancia sanitaria, que se realiza en vehículos especialmente acondicionados para eso3.
El transporte sanitario se refiere al proceso de movilizar a un paciente de una estructura a otra diferente, el mismo amerita la actuación de un personal especializado, con una organización y planificación en su acción, ya que es una etapa de riesgo para el paciente gravemente enfermo. Este transporte tiene dos fases generales que son: La transferencia de la situación clínica o comunicativa y la física del paciente, en un principio se lleva a cabo la comunicativa, que se refiere al conocimiento del caso y la comunicación entre el personal y paciente y la familia además, por su parte el transporte físico es un proceso que involucra una organización del equipo humano y del equipamiento en general, que debe involucrar la atención del paciente y su soporte vital, y se debe realizar el ABCD de toda emergencia en donde se establecerá un líder y diferentes roles para ejecutar las actividades, se debe comprobar el correcto funcionamiento de los equipos y verificar los insumos que se ameriten durante el traslado y la capacidad de resolver cualquier emergencia que se pueda presentar, para evitar así mayores complicaciones4,5.
En relación al transporte pediátrico, debe seleccionarse un responsable del equipo para el traslado del paciente, el cual será el responsable de determinar el protocolo a realizar para la asistencia médica, es importante la comunicación y transmisión de la información entre el personal, y realizar el procedimiento de forma organizada, es necesario para el éxito del traslado5. Existen varias clasificaciones del transporte sanitario. Se puede clasificar de la siguiente manera:
Otra clasificación de los tipos de traslados es de acuerdo al grado de riesgo vital5,6:
La atención de patología urgente que requiere traslado incluye las siguientes Fases5,6:
Ambulancia.
Las ambulancias o VIR (vehículo de intervención rápida o lanzadera) tienen como finalidad disminuir el tiempo de respuesta para brindar asistencia y luego trasladar al paciente. Las ambulancias tienen que cumplir la normativa europea UNE-EN 1789:2007+A2:2015 que destacan las pruebas de choque (test de 20G) y antivuelco (normativa DIN 13500), además de la construcción y carrozaje especiales con materiales ligeros, como el chasis AL-KO, que facilita la movilidad del vehículo y permite la carga de material electro médico, se debe hacer un uso juicioso de luces y sirenas, asimismo la conducción debe adaptarse a la condición del paciente, el clima, orografía y tráfico.
El equipo completo debe tener conocimiento sobre la fisiopatología del transporte y el impacto de la forma de conducción y otros elementos asociados al transporte pediátrico, como son las aceleraciones, relacionadas con hipotensión, taquicardia. Las vibraciones con fenómenos de resonancia en órganos. Los ruidos asociados al estrés e hipertensión. Las desaceleraciones relacionadas con aumento de la presión arterial e intracraneal, bradicardia inducida. La temperatura con riesgo de hipotermia o hipertermia. La cinetosis con el riesgo para pacientes conscientes y para el equipo asistencial6,7.
Medios Aéreos
Estos permiten el desplazamiento más rápido a mayor distancia. Amerita un equipo más especializado. Los aviones ambulancias y helicópteros sanitarios, que tienen sus características particulares de las cuales dependen sus permisos de horarios para volar. Las consideraciones de seguridad referidas al vehículo y su impacto sobre el resto de intervinientes en el transporte pediátrico, se acentúan cuando se trata de un helicóptero o avión6,7.
Medios Acuáticos
Se refiere al barco hospital y las lanchas rápidas, es vital tomar en cuenta el tiempo de respuesta, que depende de factores como: gravedad del paciente, distancia, vías de comunicación, demografía, clima, entre otros6,7.
Se debe tomar en cuenta que la movilización de un paciente, con cualquiera de los medios de transporte existentes, permite que un conjunto de factores externos actúe sobre el paciente y el personal de atención, los cuales producen cambios a nivel fisiológicos que pueden incluso empeorar el estado del paciente, por lo que se necesitan conocer. Entre los más importantes se encuentran7,8:
En Europa, el uso de los equipos electro médicos deben seguir la normativa europea obligatoria EN-1789+A1, la normativa europea de transporte EN 1789 e ISO 10651-3, la normativa de dispositivos médicos electrónicos IEC/EN 60601-1, y la normativa para transporte EN 13718. Las ambulancias deben estar equipadas adecuadamente con equipos de protección individual, cascos, guantes, chaquetas, calzado adecuada, gafas de seguridad, con trajes de alta protección biológica, chalecos reflectantes, triángulos de señalización, cadenas para nieve. Todos los equipos deben estar bien fijados, resguardados e identificados. Se sugiere el empleo de listas de comprobación o Checklist, para disminuir el riesgo de cometer errores5.
Un punto importante con relación al transporte sanitario terrestres, son los Sistemas de Retención Infantil, actualmente no hay normativa que regulen la seguridad de los pacientes trasladados en una ambulancia, por lo cual se debe basar esto en el Reglamento General de Circulación que establece que las personas con estatura que no alcance los 135cmts, deben emplear un dispositivo de retención homologado adaptado a talla y peso, y aquellos individuos con estatura igual o superior a 135cmts y no mayor de 150, pueden emplear un dispositivo de retención homologado adaptado o el cinturón de seguridad para adultos (Art. 117/2). Por lo tanto, los pacientes que ameriten ser trasladados en un vehículo de asistencia, y cualquier tipo como soporte vital avanzado, intermedio o básico, deben ir asegurados con algún sistema de sujeción, que sea integrado en la misma unidad de asistencia 5.
El equipo sanitario que se requiere en las ambulancias consta de9,10:
Soporte respiratorio:
Soporte cardiocirculatorio:
Monitor/Desfibrilador/MPT/ECG. Electrodos de monitorización. Electrodos transcutáneos. Pasta conductora. Pulsioxímetro. Bombas de infusión (2). Vías venosas. Vías centrales (tipo Drum). Vía central. Sistemas de goteo normal, bomba, Dosi-Flow. Llaves de tres pasos con y sin alargaderas. Jeringas desechables (todos los tamaños). Agujas (IV, IM y SC.). Presurizador
Equipo de sondaje y eliminación:
Sondas nasogástricas (varios tamaños). Sondas vesicales (12, 14, 16, 18). Bolsas colectoras. Lubricante urológico.
Equipo de inmovilización:
Férulas neumáticas. Collarines cervicales simples (infantil, adulto). Collarines cervicales tipo Minerva (infantil, adulto). Tabla corta de inmovilización. Body espinal
Equipo diagnóstico:
Fonendoscopio. Esfingomanómetro automático. Esfingomanómetro de pared (2). Esfingomanómetro portátil. Linterna de exploración. Termómetro clínico. Glucocard
Material de curas:
Portaagujas de Mayo. Tijeras recta y curva. Pinzas de disección con y sin dientes. Mango de bisturí. Pinzas de Kocher (2). Pinzas de Pean (2). Hojas de bisturí (del 15 al 21). Sedas trenzadas con agujas (del 6/0 al 1). Gasas estériles. Apósitos estériles. Vendas 5x5. Vendas 10x10. Algodón. Antisépticos: alcohol 96º y povidona yodada. Esparadrapo. Vendas elásticas: 3,5x10, 7,5x10, 11,5x10. Tijeras de cortar ropa. Rasuradoras. Guantes de latex. Paños verdes estériles. Mascarillas asépticas desechables
Higiene:
Contenedor de material biológico contaminado. Cuña y botella de plástico. Bolsas de plástico
Lencería:
Mantas. Sábanas. Almohada pequeña. Sábanas isotérmicas
Fluidoterapia:
Sueros fisiológico. Suero glucosado al 10%. Suero bicarbonatado 1 Molar. Expansores plasmáticos. Suero salino hipertónico. Solución osmótica al 20%
Medicación:
Comprimidos: Analgésicos (acetilsalicílico, paracetamol). Tranquilizantes (benzodiacepinas)
Antieméticos (metoclopramida). Espasmolíticos. Vasoactivos (nitroglicerina, nifedipina). Antihistamínicos (astemizol)
Inyectables: Analgésicos mayores (cloruro mórfico, dolantina, pentazocina). Antagonistas de analgésicos mayores (naloxona). Sedantes y relajantes (benzodiacepinas). Drogas vasoactivas (adrenalina, dopamina, dobutamina). Vasodilatadores (nitroglicerina, nitroprusiato). Cardiotónicos (digoxina). Broncodilatadores. Antieméticos
Diuréticos (furosemida). Vagolíticos (atropina). Antiarrítmicos (adenosina, verapamil, lidocaína, amiodarona). Corticoides (metilprednisolona). Anestésicos locales. Insulina rápida
El material empleado para el transporte sanitario debe tener características similares al utilizado en UCI, con diferencias para que sean transportables, como peso ligero, tamaño reducido y con batería con duración de al menos dos horas9,10.
Monitor:
Se require un monitor de ECG portátil con al menos dos canales de presión, para la monitorización continua de frecuencia cardiaca, ritmo cardíaco, tensión arterial invasiva, y de ser necesario, las presiones pulmonares y presión intracraneal. El monitor debe disponer de una batería propia y ser autorecargable al conectarse a una fuente de energía en el lugar de destino. También pueden incorporar otras funciones como saturación de oxígeno y presión arterial no invasiva, son de tamaño y peso reducidos, fácilmente manejables, que permiten visualizar los datos a una distancia de hasta varios metros.
Respirador:
Un respirador de transporte debe tener un tamaño y peso adecuados, entre 2 y 3 kg, ser sólidos y con controles y mandos en el mismo plano. Deben tener capacidad de operar en modalidad de ventilación controlada (CVM) y que disponga de modalidad en ventilación asistida (AVM) e intermitente (IMV). Disponer de controles independientes de frecuencia respiratoria (Fr), volumen minuto (Vm) y al menos dos posibilidades de fracción inspiratoria de oxígeno (FIO2), al 100% y 50%, aunque en pacientes adultos no es imprescindible y una FIO2 del 100% puede ser suficiente siempre con el inconveniente del gran consumo de oxígeno que esto conlleva. Se prefiere emplear una fuente de oxígeno, que pueden ser de distinto tamaño en función de las necesidades de ventilación y del tiempo de traslado. Algunos autores propugnan el uso de respiradores con mayores prestaciones que los portátiles, Link y otros autores , sostienen que el uso de respiradores portátiles no son satisfactorios, especialmente en pacientes con pobre función pulmonar y establecen la conveniencia de utilizar los mismos respiradores que en la UCI para lo cual incorporan a su equipo de transporte unas fuentes de energía independientes, dos acumuladores y dos transformadores, capaces de alimentar a un Servo 900 y mantener de esta forma los mismos parámetros y modos de ventilación que en UCI9,10.
Pulsioxímetro:
Es un elemento imprescindible durante el traslado de pacientes críticos, especialmente cuando éstos requieren ventilación asistida, debido a la gran cantidad de información que pueden suministrar sobre el estado del mismo, alertando al personal médico de los cambios en la ventilación del paciente de forma precoz, aún antes de que aparezcan manifestaciones clínicas e indicando la eficacia de la administración de oxígeno.
Bombas de infusión:
Las bombas de infusión actuales permiten su transporte y suelen tener una autonomía de varias horas siendo autorecargables al conectarlas a una fuente de electricidad, son de tamaño reducido y disponen de alarmas que alertan de problemas durante la infusión.
Equipo auxiliar:
Es conveniente disponer de un balón de ventilación con bolsa reservorio y capacidad de conexión a una fuente de oxígeno, a veces como método de ventilación durante el traslado. Un desfibrilador puede ser incluido en el equipo de transporte cuando se trata de pacientes con inestabilidad cardiaca. El aspirador portátil no suele ser necesario, salvo casos excepcionales. Un set de emergencia que incluya tubos endotraqueales, laringoscopio y drogas pueden requerirse ser necesitadas en caso de emergencia9,10.
Se describen las siguientes etapas o fases en el transporte interhospitalario11:
Las principales indicaciones o motivos de traslado se pueden describir de la siguiente manera12,13:
El transporte se debe realizar posterior a una estabilización ya sea dentro o fuera del hospital. Se amerita en primer lugar estabilizar y asegurar la vía aérea con una ventilación adecuada, contar con una buena vía de perfusión, buen control desde el punto de vista hemodinámico, administrarle medicamentos inotrópicos, líquidos o los expansores que amerite. Se debe evitar la pérdida de calor y conservar una temperatura axilar de 36,5 a 37°C. Se debe realizar correcciones de alteraciones en el metabolismo, tratar problemas o situaciones especiales, y además informar a las familias el motivo del traslado14.
Transporte extrahospitalario. Este consta de los siguientes elementos.
Traslado intrahospitalario: debe incluir:
Los diferentes profesionales involucrados en el traslado de un paciente pediátrico, deben cumplir funciones específicas y diferentes roles. Se describe a continuación el rol del hospital emisor, el equipo de transporte y estabilización del paciente y el centro coordinador de emergencia15:
Entre los Indicadores de calidad de transporte interhospitalario6 se encuentran:
Es necesario tomar en cuenta la seguridad del transporte pediátrico, que debe enfocarse en el paciente, el equipo asistencial y también en el equipamiento y el vehículo. Cualquier situación que afecte a algunos de esos elementos puede conllevar a un efecto negativo en los otros. Es menester saber que cualquier en el transporte pediátrico no es solo el paciente lo que debe mantenerse seguro sino todo el equipo humano 6.
Preparación de recursos e insumos
Se sugiere utilizar unidades de transporte específicas para los pacientes sospechosos y o confirmados con COVID-19, que cumplan estas características: Debe contar con compartimiento de separación entre el conductor y el área de asistencia y/o contar con filtro High Efficiency Particulate Air (HEPA) en sus sistemas de ventilación, debe tener disponibles medios para la higiene de manos en la ambulancia, disponibilidad de un área para eliminar desechos biológicos, se recomiendan unidades plastificadas, contar con cilindros de oxígeno, tener un área para la desinfección y descontaminación del material y del vehículo16.
Recomendaciones respecto al Equipo de Protección Personal o EPP
Se debe cumplir con la normativa de higiene de manos antes y después del traslado, y luego del retiro del EPP. Los conductores, que le proporcionen atención al paciente deben utilizar el EPP, los cuales deben ser retirados luego de la atención antes del ingreso a la ambulancia. Al llegar al centro asistencial, luego de que el paciente es recibido, deben quitarse y descartar el EPP según el más la higiene de manos. El descarte del EPP debe ser de acuerdo con los procedimientos de rutina para material16.
Fases y Tipos de Traslado
El traslado de pacientes con diagnostico o sospecha de COVID-19 se incluyen en los habituales protocolos para prevenir la trasmisión al personal sanitario y a otros pacientes, estos se basan de acuerdo al objetivo del traslado, como son: el traslado primario, del lugar de ocurrencia del episodio al hospital; o el transporte de pacientes que no puedan movilizarse por medios propios. El traslado secundario, que se refiere al interhospitalario, de un centro médico a otro, y finalmente el traslado terciario, que son los que se realizan dentro del mismo centro o intrahospitalario16.
Los traslados de pacientes sospechosos o confirmados con COVID-19 se deben disminuir a los que son realmente necesarios, cuando se ameriten estudios complementarios se sugiere el uso de dispositivos portátiles en la propia habitación del paciente. Todos los equipos utilizados deben descontaminarse, luego de su utilización de acuerdo a los protocolos de la institución. Cuando son necesarios los traslados, se debe limitar la cantidad de personas para disminuir los contactos. Tomar en cuenta las mismas sugerencias al regreso del paciente a la habitación. Se sabe que el traslado de los pacientes pediátricos con sospecho o confirmación de COVID-19, debe realizarse siguiendo los protocolos establecidos, evitando al máximo la transmisión de la enfermedad y las complicaciones del paciente gravemente enfermo16.
En lo que se refiere al marco legal sobre el derecho de los niños a la salud. En 1.989, se realiza la Declaración de Derechos del Niño, aprobada por las Naciones Unidas, en la cual se recopilan principios en los cuales destacan los siguientes artículos. El artículo 3, sobre las medidas correspondientes a los niños que deben tomar las instituciones tanto públicas como privadas, sobre el bienestar social, autoridades administrativas, tribunales, y órganos legislativos, donde el principal interés será el niño. En el Artículo 24, se habla de que los estados reconocen los derechos del niño de disfrutar la salud y los servicios para el tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación, por lo cual los estados realizaran un esfuerzo para asegurar que los niños sean beneficiados de estos servicios. Estos principios tienen un valor importante en el ámbito europeo, se establece en la Carta de derechos fundamentales de la Unión europea que, en cualquier acto realizado en menores por autoridades, el interés siempre será en pro del bienestar del niño. En la Constitución Europea en el Artículo II-84, que habla de los derechos del niño, establecen que tienen derecho a la protección y cuidados necesarios para su bienestar, siempre en cualquier acto realizado por autoridades en los niños, el interés superior será el niño17.
En la Constitución Española, en su artículo 20 se hace referencia, a la protección de la infancia y en el artículo 39 se dice que los niños deberán gozar de protección prevista en los acuerdos internacionales para velar por sus derechos. Asimismo, en el II Plan Estratégico Nacional de la Infancia y la Adolescencia entre los años 2013 al 2016 se resalta que se deben aplicar los recursos y medidas que estén disponibles para el cuidado de los niños. el deber de aplicar todos los recursos y medidas disponibles para el cuidado integral de los niños17.
En España, se cuenta con una red sanitaria de emergencias, bien desarrollada, con diferentes modelos de organización en cada comunidad autónoma y con buenos resultados generales. Un papel importante lo juegan los sistemas de emergencias médicas de cada comunidad, porque son estos los encargados de asumir los transportes primarios que van del domicilio al hospital. Por lo cual se requiere asegurar que los profesionales estén bien capacitados en pediatría, para poder optimizar la asistencia tanto del niño como del recién nacido, de acuerdo a los conocimientos científicos17.
En algunas circunstancias además deben realizar traslados interhospitalarios, como parte de las funciones del transporte sanitario pediátrico. Actualmente hay escasez de los equipos del transporte sanitario formados en pediatría en el país. Se han desarrollado varios modelos de transporte especializado. En Cataluña y Baleares hay unidades especializadas para el transporte de niños y recién nacidos en condiciones críticas. En Cataluña el transporte es coordinado por El Sistema de Emergencias Médicas, brinda transporte pediátrico y neonatal, con ambulancias pediátricas para el transporte terrestre y helicóptero para el aéreo, está formado por personal capacitado entre enfermeras pediátricas, y pediatras de hospitales de tercer nivel además de técnicos con formación en el área de pediatría. Baleares cuenta con transporte pediátrico y neonatal, con medios para el transporte terrestre y aéreo, como son ambulancia pediátrica, avión ambulancia y helicóptero sanitario. En Madrid, el transporte cuenta también con transporte terrestre y aéreo, con dotación de material para el soporte neonatal, en cuyo equipo también se incluyen neonatólogos. En Valencia el transporte es coordinado por el Sistema de Emergencias Sanitarias, incluye dos modelos uno para pediatría y otro exclusivamente para neonatos. En Cantabria se cuentan también con sistemas bien organizados de transporte tanto para pediatras como para neonatos, disponen además de una UVI móvil adaptada a neonatos. En las demás comunidades autónomas no existen sistemas de transporte pediátrico especializados, donde muchas veces los traslados son realizados por personal con poca experiencia en el paciente crítico tanto pediátrico como neonatal, lo que no garantiza la sobrevida de los pacientes y pone en riesgo el traslado. Por tanto, no se puede garantizar en todas las comunidades de España que los niños sean atendidos en todo momento o circunstancia por personal capacitado y con experiencia17.
En vista a la declaración de las Naciones Unidas y las constituciones tanto Europeas en general como en España, determina que bajo cualquier concepto se debe garantizar la salud y el bienestar de los niños, las principales sociedades científicas recomiendan que se desarrollen sistemas de transporte pediátrico y neonatal especializados en todo el territorio nacional, es importante que los equipos tengan el perfil y la experiencia necesaria, que se dispongan de los equipos materiales necesarios para poder acudir y garantizar la atención de los niños y neonatos en cualquier condición17.
En el transporte sanitario del paciente crítico pediátrico, pueden ocurrir eventos adversos que van a tener efectos a corto plazo en el estado de salud del niño o neonato y también a largo plazo en la calidad de vida del paciente. Al realizar una estabilización ideal antes y durante el traslado, donde se evitan al máximo las complicaciones, se amerita la formación del personal en pediatría, conocimientos de sus patologías, de las particularidades de los traslados, y además de competencias en procedimientos para aplicar soporte avanzado en pediatría, incluyendo a los neonatos17.
Se demuestra con la evidencia que existe a nivel científico que el menor número de complicaciones y los mejores resultados se obtienen cuando el transporte es llevado a cabo por un personal altamente capacitado17.
Se sabe que el promedio de complicaciones que ocurren con equipos de transporte que no son especializados, oscila alrededor de un 20%, en contraposición con un 1,5 a 5% con equipos especializados, así mismo se evidencia mayor índice de mortalidad en los pacientes manejados por equipos no especializados17,18.
Las unidades especializadas para el traslado de pacientes, tiene efectos también en los sistemas de salud brindando beneficios como la mejoría en la atención médica, disminuyendo así la morbimortalidad de los pacientes, disminución de las estancias hospitalarias, mejoría en las condiciones de los transportes, optimizar los recursos, mejorar el uso de recursos materiales y disponibilidad de camas de hospitalización con el traslado de retorno de los pacientes y su reagrupación familiar. Así como también conllevan a un beneficio en la sociedad a largo plazo, permitiendo mejores resultados, mayor supervivencia, mayor satisfacción de las familias y profesionales de la salud. Mejorar la organización de los sistemas que controlan la atención pediátrica y neonatal, disminuye los gastos sanitarios18.
Una de las fases más importantes del transporte pediátrico y neonatal, es la transferencia, tanto interhospitalaria como intrahospitalaria, dada la situación de gravedad de la mayoría de los pacientes. Se define como el procedimiento destinado a la movilización de un paciente de una estructura a otra. Tanto durante la transferencia como durante el traslado de pacientes críticos existe un alto riesgo de morbilidad y mortalidad. Varios estudios demuestran una disminución de los riesgos asociados al transporte y a la transferencia si se realiza por un equipo especializado. La efectividad de una transferencia requiere 3 elementos: Un equipo multidisciplinar bien formado con un líder definido, un plan de transferencia y una adecuada comunicación entre el personal que va a formar parte de este proceso17,18.
En los últimos años, con el desarrollo de la tecnología, han habido importantes avances en los cuidados críticos pediátricos, con unidades bien capacitadas de uso exclusivo para los pacientes pediátricos, pero muchos de los eventos o situaciones de emergencia no ocurren próximos a una unidad de cuidados intensivos, por lo tanto, los pacientes pediátricos gravemente enfermos necesitan ser atendidos y estabilizados en el centro más próximo a donde ocurrió el evento. Es en estas situaciones cuando las necesidades del paciente sobrepasan los límites de atención de los hospitales cuando se amerita el transporte interhospitalario, aumentando la posibilidad de sobrevida de los pacientes. El término de transporte de emergencia es antiguo, durante el siglo XVIII, las víctimas militares comienzan a ser mejores atendidos, durante la batalla de Blenheim, cuando el Duque de Marlborough ordena el traslado de los heridos al hospital en los carros disponibles del área. En Londres, por su parte, en ese mismo siglo, comienza la regionalización de los cuidados clínicos, y se elige la ubicación geográfica de los hospitales para minimizar el tiempo de transporte que se amerita para recibir asistencia clínica18.
Durante el siglo XX el transporte sanitario del paciente gravemente enfermo progresa, en Asia, representa un medio de evacuación rápida de los heridos en los campos de batalla. Entre 1.960 y 1.970, los traslados de los politraumatizados y neonatos con enfermedad severa recibían beneficios de la experiencia que se tuvo a nivel militar. Las unidades de cuidados críticos fueron regionalizándose para tratar de mejor forma las diversas enfermedades que presentaban los pacientes. En un principio los servicios de neonatología y traumatología, eran los encargados del traslado de los pacientes a centros terciarios de pediatría, en Estados Unidos, luego se desarrolla una red de transporte sanitario para emergencias pediátricas. Para el año 1.986, el Comité de Cuidados Hospitalarios de la American Academy of Pediatrics (AAP) publica los principales procedimientos para el traslado de pacientes pediátricos tanto a nivel terrestre como aéreo. Este mismo comité para el año 1.993, renueva los principios de traslado en un manual que tenía por objeto de promover más la distribución de la información, los mismos fueron renovados para el año 2000, nuevamente, incluyendo nuevas recomendaciones y conceptos en cuanto a la constitución de los equipos. Este comité incluye personal representante de diversas áreas: De medicina de emergencia, cuidados intensivos pediátricos, cirugía, anestesiología y perinatología, además de la Asociación para Servicios Aéreos Médicos. Dicho manual contiene información de los servicios de transporte, su organización, composición del equipo, personal, centro de comunicaciones, selección, entrenamiento del personal, control de calidad, situación administrativa, vehículos, seguridad, bases del transporte, aerofisiología, situaciones financieras, entre otras. La declaración de intención del manual, refiere la necesidad del mantenimiento de los principios y educación y formación en pediatría para los profesionales encargados del transporte del paciente pediátrico4.
Igualmente, se sugiere, la realización de estos manuales de forma universal y con protocolos adaptados a las diferentes regiones, y aquellos los equipos de traslado, que no transporten suficiente cantidad de niños, que les permita la continuidad de su entrenamiento, deben funcionar adjuntos a otros equipos con la finalidad de mantener e incrementar el constante aprendizaje18.
Existen diversas causas para el traslado de los pacientes pediátricos, entre diferentes patologías y lesiones o traumas, por lo cual todos los transportes deben estar bien equipados en insumos y equipos electro médicos. Gracias a los avances se ha podido extender los cuidados intensivos que reciben los pacientes en las UCI, a los medios de transporte, garantizando la calidad de atención durante el mismo. Diversos equipos que son portátiles como aparatos de presión arterial, monitores cardíacos, respiradores, medidores de CO2, pulsioxímetros, medidores de gasometría, análisis químico de sangre, entre otros, han hecho posible esta realidad18,19.
Para lograr el éxito de un sistema de transporte pediátrico, es necesario el compromiso para el establecimiento de una estructura formal, ahora bien, los componentes más importantes para asegurarlo son el personal administrativo, miembros del equipo de traslado entrenados, la dirección médica, equipamiento adecuado y centro de comunicación. Todos los miembros del equipo deben tener los conocimientos necesarios y la habilidad para brindar un nivel alto de atención de cuidados y prever necesidades y posibles complicaciones en el paciente. En líneas generales el equipo debe estar compuesto mínimo por 2 individuos, con la habilidad de funcionar con recursos algo limitados y en diversos ambientes, estar entrenados en pediatría, neonatología y medicina de transporte y conocer las prioridades en los transportes sanitarios17,18.
Los equipos interhospitalarios suelen ser un tipo de extensión de un centro, por lo cual deben estar protegidos desde el punto de vista legal y médico, como un agente de la institución. Los transportes pediátricos a diferencia de los adultos (que suelen trasladar pacientes cardíacos o politraumatizados), trasladan pacientes en edades neonatales sobre todo con problemas respiratorios, enfermedades congénitas del corazón o emergencias en cirugía, y en edades mayores se incluyen un grupo más amplio y variado de enfermedades y traumatismos. Algunos de los ejemplos son neonatos con problemas congénitos, muerte súbita en lactantes, meningitis u otro tipo de infecciones en edad escolar y traumas en edades mayores como adolescentes17,18,19
Un aspecto importante es la selección de los pacientes para el traslado, sabiendo que los recursos materiales y humanos para dicho propósito son limitados, por lo cual se amerita una selección de forma prudente y oportuna. En algunos casos los equipos están formados para el traslado de todos los pacientes referidos al hospital receptor, y otros solo transportan pacientes gravemente enfermos. La toma de decisiones para seleccionar los pacientes va a depender de varios factores como geográficas, filosofía del sistema, vehículo, tiempo ambiental, y disponibilidad 18,19.
La evaluación pre transporte del paciente pediátrico, ha mostrado que los sistemas de triage muchas veces han sido ineficaces, no obstante, se han ido innovando y estableciendo sistemas de puntuación de gravedad clínica o scoring, para seleccionar los pacientes a transportar, esto se ha basado en la capacidad que tiene de predecir el riesgo y la morbimortalidad de estos pacientes, algo que dificulta estas escalas de gravedad, es que muchas veces algunas de las variables que se necesitan para realizar la puntuación no están disponibles en el transporte, que puede ser un punto en contra al momento de evaluar el grado de inestabilidad fisiológica y la necesidad de continuar con los cuidados intensivos, un ejemplo es el uso del riesgo de mortalidad en pediatría (pediatric risk of mortality, PRISM), donde un paciente con enfermedad respiratoria leve a moderada y un PRISM bajo puede tener riesgo bajo de mortalidad si se trata adecuadamente en la UCI pediátrica, pero tendrá riesgo mayor de morbimortalidad si se trata de forma correcta18,19.
En un estudio, que incluía 2.288 pacientes trasladados mostraron que antes de realizar un traslado hay 4 variables que ayudan a predecir la mortalidad en el hospital, entre las cuales están, la función respiratoria normal, presión arterial normal, necesidad de oxígeno y alteración neurológica, ayudando así a prever las necesidades del paciente, esto puede representar unos de los objetivos al momento de realizar el traslado. Asimismo, se ha mostrado que no existen muchos estudios que traten de definir los objetivos y criterios para establecer la necesidad del transporte. McCloskey et al18, establecieron que la necesidad de utilizar un equipo de traslado incrementa en ciertas circunstancias: El requerimiento de una cirugía de emergencia, ameritar una intervención farmacológica inmediata, menor de 1 año con inestabilidad en los signos. Es necesario tomar en cuenta la formación del personal para decidir, por ejemplo, si amerita ingreso en una UCI, también requerirá estos cuidados en el traslado, el riesgo potencial de deterioro de algunos de los sistemas, cardíaco, respiratorio o neurológico, un paciente politraumatizado que no se ha logrado estabilizar en el centro emisor, y aquel paciente que ha sido reanimado por un proceso que ha comprometido su vida. Los pacientes pediátricos que cumplan estos criterios, deben ser trasladados y manejados por equipo especializado, y evitar lo que se ha visto con frecuencia descrito, el manejo de estos pacientes pediátricos por personal sin capacitación en sus cuidados particulares18,19.
En la organización de un sistema de transporte, un rol esencial lo ejerce el personal administrativo hospitalario, el director administrativo trabaja en conjunto con el director médico, y el coordinador de enfermería de transporte, que tienen la función de supervisar el desarrollo del sistema de transporte. De acuerdo a las especificaciones de transporte de la AAP14 en el año 1.999, el director médico de transportes debe ser un especialista en emergencia pediátrica, cuidados intensivos en neonatología o pediatría. Los sistemas de transporte de niño, debe contar con un director médico pediátrico que trabaje para desarrollar el equipamiento, entrenamiento, protocolos y triage adecuados para el manejo de los pacientes19.
La comunicación adecuada entre los hospitales, es un factor importante en el éxito del transporte, las valoraciones de inicio, estabilización y la preparación del paciente. La comunicación existente entre el hospital emisor y el hospital receptor, la coordinadora del transporte, la ambulancia, el avión, el equipo debe ser continua. Este sistema de comunicación debe estar formado por personal capacitado en urgencias y triage, deben conocer la disponibilidad de camas, conocer la disposición del equipo de transporte, entre otros. Toda la información debe documentarse, también con fines legales20.
En lo que se refiere a la seguridad del paciente, siempre debe ser una prioridad en el desarrollo de las funciones del sistema. Es primordial la estabilización del paciente, lo suficiente para su traslado, y se debe proporcionar un traslado seguro20.
Se debe exigir a los integrantes del equipo de transporte que deben completar su entrenamiento en la medicina de transporte, incluso el aeromédico, seguridad de transporte de superficie, las habilidades de comunicación, indumentaria apropiada, la orientación, y técnicas de supervivencia. Para las decisiones, se debe tener en cuenta el óptimo cuidado del paciente, sobre todo en la composición del equipo, tipo de transporte y habilidades de personal disponible18,20.
El objetivo principal de un transporte pediátrico es brindar calidad de cuidados, de forma oportuna, de un niño gravemente enfermo, hasta su llegada a la unidad de cuidados intensivos. Esto inicia con la consulta por vía telefónica o radio, movilización de los vehículos, estabilización, tratamiento y movilización del paciente, para lo cual se necesita competencia en las funciones ejercidas por el equipo, y capacidad de resolución de situaciones que se pueden presentar en el traslado, disminuyendo la morbimortalidad. El transporte representa un reto al personal pediátrico encargado de los recién nacidos y niños gravemente enfermos, los mismos, frecuentemente deben tomar decisiones complicadas y realizar acciones de riesgo. El riesgo-beneficio debe evaluarse siempre, con atención especial al riesgo de transporte, evaluando los riesgos de no realizarlo. Se sabe que el ejecutar todas las fases de forma correcta disminuye el riesgo de morbilidad y mortalidad. Es necesario recalcar la importancia de todo el personal involucrado en el transporte, para preservar la vida del paciente19,20.
El transporte pediátrico , representa un elemento crucial en el manejo de los pacientes gravemente enfermos, se destaca la importancia de estudios de investigación basados en las características más relevantes de los diferentes transportes pediátricos, todos los elementos que lo constituyen y su ejecución, ya que permitirán ampliar los conocimientos en el área incluso generalizar criterios de actuación y mejorar los protocolos de actuación actuales, para incrementar la sobrevida de los pacientes. Por lo cual la realización de este estudio, contribuirá a la mejora de conocimientos sobre el tema20.
Para realizar una revisión bibliográfica con éxito, es necesario la construcción adecuada de una pregunta estructurada, que permita obtener las respuestas y cumplir los objetivos, facilitando así la búsqueda bibliográfica, por lo que se debe dedicarle el tiempo necesario al momento de desarrollarla. Se deben identificar cuatro elementos con el acrónimo PICO, dicho código nemotécnico permite facilitar los componentes de la estructura:
(P) Paciente o problema de interés, características del paciente o grupo de pacientes; características del problema o condición, (I) Intervención, se refiere a la intervención principal a considerar (terapéutica, preventiva, diagnóstica, exposición de riesgo, etc.), (C): intervención de comparación o alternativa con la que comparar la intervención principal, (se debe tener en cuenta, que en ocasiones no se dispone de una intervención con la que comparar) y (O) (outcomes), resultado a valorar: efectos de la intervención, en términos de mejora, efectos secundarios, entre otros. Adaptando a esta investigación resulta:
Al aplicar la pregunta PICO en esta investigación resulta la siguiente: ¿El transporte pediátrico sanitario aplicado de forma eficaz, puede disminuir el riesgo de complicaciones y de mortalidad en los pacientes con enfermedades graves?
Esta investigación es una revisión sistemática, las cuales se refieren a resúmenes estructurados y claros de la información que se encuentra disponible, dirigida a responder una pregunta clínica determinada. Debido a que están constituidas por múltiples artículos y fuentes de información, corresponden al mayor nivel de evidencia dentro del grado de la evidencia21.
Se llevó a cabo a través de la búsqueda en diferentes bases de datos descritas a continuación, como son: PubMed, Embase, Biblioteca Cochrane, ScienceDirect y en la Biblioteca Virtual de Salud (BVS).
Para llevar a cabo esta investigación, se realizó una búsqueda en la bibliografía, en las bases de datos mencionadas, Biblioteca Cochrane, Pubmed, BVS, Embase y Science Direct, las cuales representan bases de datos primordiales para la investigación de artículos científicos en el área de la salud. Para dicha revisión se utilizaron ecuaciones de búsquedas, realizadas a partir de palabras claves, siguiendo un lenguaje científico o controlado, que se basa en descriptores como el DeCS o descriptores en Ciencias de la Salud y descriptores MeSH o Medical Subject Headings de Pubmed.
En la siguiente tabla se describen los términos utilizados para la búsqueda bibliográfica. Tabla 1
Término utilizado |
Lenguaje libre |
Lenguaje controlado |
Transporte |
Transporte, transferencia, transporte médico, transorte interhospitalario |
Transport, transfer, transport medicine, inter-hospital transport. |
Traslado |
Traslado Interhospitalario de Pacientes, Traslado Intrahospitalario, Traslado de Enfermos, Traslado de Pacientes, Traslado de Pacientes entre Hospitales |
Interhospital Transfer of Patients, Intra-hospital Transfer of the Sick, Transfer of the Sick, Transfer of Patients, Transfer of Patients between Hospitals Transfer of Patients between Institutions |
Pediatría |
Pediatría, infancia, paciente pediátrico |
Pediatrics, childhood, pediatric patient |
Paciente gravemente enfermo |
Paciente grave, paciente critico |
Seriously ill patient, critical patient |
Atención extrahospitalaria |
Atención extrahospitalaria, Servicios médicos de emergencia extrahospitalaria, atención extrahospitalaria. |
Out-of-hospital care, Out-of-hospital emergency medical services, out-of-hospital care, prehospital management |
Tabla 1. Términos de búsqueda utilizados.
Para combinar dichos términos y formular las ecuaciones de búsqueda, se utilizaron los operadores booleanos o lógicos AND y OR. A continuación, se muestran las búsquedas realizadas en las diferentes bases de datos junto con los resultados obtenidos en cada uno de los motores de búsqueda, en las Tablas 2, 3, 4, 5, 6:
Cochrane:
Ecuación de búsqueda manual |
Resultados |
Transport OR transport medicine AND Pediatrics AND Critical patient. |
7.031 |
Transfer OR inter-hospital transport AND childhood OR Pediatrics. |
1.026 |
Emergency medical service AND prehospital management AND Transport AND Pediatrics AND Critical patient. |
8 |
Tabla 2. Resultados de la búsqueda en Cochrane:
Pubmed:
Ecuación de búsqueda manual |
Resultados |
transport medicine OR transfer AND pediatric AND critical patient
|
98 |
interhospital transport OR transfer AND pediatric AND critical patients |
68 |
emergency medical AND transport AND critical pediatric patients AND management |
11 |
Tabla 3. Resultados de la búsqueda en PubMed.
BVS:
Ecuación de búsqueda manual |
Resultados |
transport medicine OR transfer AND pediatric AND critical patient |
120 |
interhospital transport OR transfer AND pediatric AND critical patients |
49 |
emergency medical AND transport AND critical pediatric patients AND management |
79 |
Tabla 4. Resultados de la búsqueda en BVS.
Embase:
Ecuación de búsqueda manual |
Resultados |
transport medicine OR transfer AND pediatric AND critical patient |
26 |
interhospital transport OR transfer AND pediatric AND critical patients |
32 |
emergency medical AND transport AND critical pediatric patients AND management |
2 |
Tabla 5. Resultados de la búsqueda en Embase
Science Direct
Ecuación de búsqueda manual |
Resultados |
transport medicine OR transfer AND pediatric AND critical patient |
20.208 |
interhospital transport OR transfer AND pediatric |
3949 |
emergency medical AND transport AND critical pediatric patients AND management |
153 |
Tabla 6. Resultados de la búsqueda en Science direct
Se toman en cuenta los siguientes criterios:
Para evaluar la calidad de estudios y riesgo de sesgo se utilizó el modelo de lectura crítica de CASP España (CASpe). El Critical Appraisal Skills Programme Español es una organización sin ánimo de lucro creada en 1998 y asociada a CASP International, cuyo objetivo es proporcionar las habilidades necesarias para la lectura crítica de la evidencia clínica. Además, produce materiales docentes específicos: Libros, instrumentos de lectura (plantillas), calculadoras y desarrolla investigación sobre estas áreas. CASP fue iniciado bajo la dirección de Sir Muir Grey cuando fue Director de Investigación y Desarrollo en la Oxford Regional Health Authority en 1993, con la finalidad de ayudar a los servicios de investigación en el área de salud. Constituido por una serie de listas de verificación específicamente diseñadas para evaluar: ensayos clínicos, estudios cualitativos, estudios de diagnóstico, estudios de casos y controles, estudios de cohortes, reglas de predicción clínica y revisiones sistemáticas. Cada herramienta de evaluación del Programa de Habilidades de Evaluación Crítica (CASP) hace 3 preguntas generales, sobre la validez del estudio, cuáles son los resultados y si éstos últimos ayudan localmente. Se dan sugerencias con cada pregunta para recordar al usuario por qué la pregunta es importante. Sus herramientas de evaluación CASP incluyen 10-12 preguntas. Las primeras preguntas son de cribado, de manera que, si la respuesta es afirmativa a ambas, merece proceder con las preguntas restantes para evaluar la calidad metodológica estudio. A partir de cada pregunta dan sugerencias al investigador para recordarle por qué la pregunta es significativa27.
La evaluación de las revisiones sistemáticas se realiza con la escala de valoración PRISMA. Es una checklist o lista de verificación, que tiene como fin conseguir mayor transparencia y claridad de la información estudiada, de las revisiones28.
Para elegir los artículos para esta revisión, se abarcaron dos fases, que son la de tamización, que correspondió a la lectura de los títulos y resúmenes de los artículos, y aplicación de los criterios de inclusión. Y segundo la fase de elegibilidad donde se aplicaron los criterios de exclusión. La elección de los artículos que componen esta revisión se realizó en dos fases: Una fase de tamización, en la que se realizó la lectura de los títulos y resúmenes de los artículos encontrados en las diferentes bases de datos, aplicando los criterios de inclusión mencionados en el apartado anterior, y una fase de elegibilidad en la que se aplicaron los criterios de exclusión. En la siguiente figura se resume el proceso.
Figura 1. Diagrama de flujo PRISMA.
En total se encontraron 32.860 artículos de revisión, en vista del número, se decidió emplear Mendeley como gestor bibliográfico, que permitió manejarlos de forma más sencilla, permitió además la selección y eliminar los artículos duplicados, y se descartaron 5.025 artículos, se descartaron además otros artículos que no incluían palabras claves en el titulo para un total de descarte de 32.800, quedando 60 artículos, de estos fueron escogidos 40, de los cuales 24 fueron excluidos por los criterios de exclusión. Para obtener finalmente 16 artículos que cumplían los criterios del margen de tiempo de publicación, a texto completo, en inglés y en español, en pacientes pediátricos, donde se abordó como tema de estudio el transporte pediátrico. Se realizó una tabla (Tabla 7), con las características más importantes de los estudios.
Autor/es |
Año |
Título |
Objetivo |
Tipo de estudio |
Variables estudiadas |
Canellas et al1.
|
2020. |
Checklist para el transporte intrahospitalario seguro del paciente crítico: A scoping review |
Mapear la envidencia científica existente sobre los aspectos del check list o lista de verificación garantizando la seguridad del paciente crítico en el transporte intrahospitalario |
Revisión bibliográfica. |
Aspectos del check list o lista de verificación garantizando la seguridad del paciente crítico en el transporte intrahospitalario. |
Yock-Corrales et al2.
|
2019. |
Consensus Recommendations for the Interhospital Transfer of suspected / confirmed patients with COVID-19: the Latin American Society of Pediatric Emergencies Transportation Working Group (SLEPE) |
Estandarizar aspectos relacionados con el transporte de pacientes sospechosos/confirmados de COVID-19 |
Revisión bibliográfica. |
Riesgo de transmisión, protección del personal, deterioro fisiológico de los pacientes durante el traslado. |
Kawaguchi et al17. |
2018 |
Impact of physician-less pediatric critical care transport: Making a decision on team composition. |
Explorar el impacto de un programa de transporte de cuidados intensivos pediátricos no acompañantes de un médico e identificar los factores asociados con la selección de composiciones específicas del equipo de transporte. |
Estudio multicéntrico |
Factores que distinguen la composición del equipo, probabilidad de ingreso en la UCIP, cambios de signos vitales durante el transporte. |
Gallegos et al7.
|
2018. |
Pediatric emergency transport: communication and coordination are key to improving outcomes |
Analizar el proceso de transferencia y comunicación entre instalaciones de los pacientes pediátricos. |
Revisión bibliográfica. |
Servicios requeridos, la función del médico de emergencia, la función del equipo de transporte pediátrico y los estudios de diagnóstico y el tratamiento de uso común necesarios durante las transferencias entre instalaciones de pacientes pediátricos. |
Foronda et al8. |
2016. |
Handover and transport of critically ill children: An integrative review. |
Sintetizar los datos publicados sobre traspaso y transporte pediátricos e identificar las lagunas para orientar las investigaciones futuras. |
Revisión bibliográfica. |
Riesgo de complicaciones del paciente, comunicación estandarizada, equipos especializados y trabajo en equipo, resultados del paciente, satisfacción de los proveedores y reducción de costes. |
VanGraafeiland et al9. |
2018. |
Improving the handover and transport of critically ill pediatric patients |
Determinar las barreras al proceso actual de traspaso y transporte, desarrollar un nuevo protocolo y proceso para el traspaso de equipo a equipo, y evaluar la satisfacción del personal con el nuevo proceso. |
Diseño cuasi-experimental y un enfoque cualitativo. |
Satisfacción, seguridad, comunicación y comprensión de roles asociados con el nuevo proceso. |
Kresch et al10. |
2019. |
Improving handover between the transport team and neonatal intensive care unit staff in neonatal transports using the plan-do-study-act tool. |
El objetivo era lograr un traspaso 100% efectivo del equipo de transporte de cuidados intensivos al equipo médico de la unidad de cuidados intensivos neonatales |
Estudio prospectivo |
Se monitorearon las medidas del proceso y la medida de resultado de la finalización del traspaso. Se analizaron los gráficos de ejecución de las medidas del proceso y la medida de resultado. |
Xu et al15. |
2019. |
Importance of stabilization of the neonatal transport network in critically ill neonates. |
Investigar cómo estabilizar la condición de los recién nacidos críticamente enfermos dentro de la red de transporte neonatal. |
Ensayo clínico aleatorizado. |
Problemas fetales, enfermedad y tratamiento con dexametasona durante la etapa perinatal entre los dos grupos, comparación de las medidas de tratamiento entre los dos grupos, comparación de las manifestaciones clínicas en los recién nacidos de los dos grupos al ingreso, gasometría y mediciones de azúcar en sangre en los dos grupos después admisión. |
Haydar et al11.
|
2020. |
Adverse Events During Intrahospital Transport of Critically Ill Children: A Systematic Review. |
Recopilar todos los daños y eventos adversos publicados que ocurrieron en niños críticamente enfermos en el contexto del transporte dentro de un centro médico, así como la incidencia de cada tipo de evento. |
Revisión sistemática. |
Incidencia de daños y eventos adversos, intervenciones y recomendaciones para la reducción de los daños. |
Campbell et al11. |
2016. |
Simulation in neonatal transport medicine |
Evaluar uso actual de la simulación en la capacitación de equipos de transporte neonatal y revisa críticamente cómo las metodologías de simulación pueden incorporarse más en los planes de estudio y mejorar la calidad para lograr equipos de alta confiabilidad |
Revisión bibliográfica. |
Calidad para lograr equipos de alta confiabilidad. |
Noje et al6. |
2017. |
Interhospital Transport of Children Undergoing Cardiopulmonary Resuscitation: A Practical and Ethical Dilemma. |
Discutir los riesgos y beneficios del transporte interhospitalario de niños en paro cardíaco sometidos a reanimación cardiopulmonar. |
Revisión bibliográfica |
No aplica |
Diehl et al12. |
2017. |
Neonatal Transport: Current Trends and Practices |
Acreditar de los programas de transporte neonatal ahora se acepta como un indicador de competencia y cumplimiento de las normas de transporte. . |
Revisión bibliográfica |
Indicador de competencia y cumplimiento de las normas de transporte. |
Matthew et al14. |
2020. |
Transporting critically ill children. |
Considerar el abordaje del niño que requerirá traslado a una unidad de cuidados intensivos pediátricos. |
Revisión bibliográfica. |
Recuperaciones pediátricas, equipos, papel del anestesista, tiempo de transferencias, tiempo de reanimación y estabilización, resucitación, monitoreo y equipamiento, comunicación y traspaso, vehículos, seguridad, circunstancias especiales (Paro cardiaco, emergencias neuroquirúrgicas, trauma, cuidados paliativos, gestión clínica, indemnidad y padres). |
Coe et al5. |
2014. |
Noninvasive Ventilation During Pediatric and Neonatal Critical Care Transport: A Systematic Review |
Revisar la historia del manejo respiratorio durante el transporte neonatal y analizar las metodologías e innovaciones actuales en el manejo respiratorio del transporte. |
Revisión bibliográfica. |
Consideraciones para el transporte en pacientes con dificultad de las vías respiratorias, determinación y colocación de métodos de apoyo para las vías aéreas, determinación de ventilación, apoyo respiratorio adicional. |
Haydar et al13.
|
2020. |
Adverse Events During Intrahospital Transport of Critically Ill Children: A Systematic Review. |
Recopilar todos los daños y eventos adversos publicados que ocurrieron en niños críticamente enfermos en el contexto del transporte dentro de un centro médico, así como la incidencia de cada tipo de evento. |
Revisión bibliográfica |
Causalidad de eventos, riesgos y severidad. |
Gupta et al16. |
2019. |
Neurocritical care of high-risk infants |
Examinar el neuromonitoreo del transporte interhospitalario actual y cómo se podrían aplicar |
Revisión bibliográfica |
Evaluación neurológica, electroencefalografía integrada de amplitud, hipotermia terapéutica, evaluación del dolor, espectroscopia cerebral de infrarrojo cercano, monitorización hemodinámica, exposición a ruido y vibraciones. |
Tabla 7.
Los niños y los recién nacidos, poseen una fisiología distinta a la de los adultos y presentan patologías propias de este grupo etario que, en muchas ocasiones, requieren un abordaje específico; sobre todo si se encuentran en estado crítico. Por tal motivo es importante contar con material específico y que la asistencia de los pacientes la puedan ejecutar profesionales bien entrenados en el manejo y transporte de cualquier tipo de patología grave en toda la edad infantil. El perfil ideal corresponde a pediatras, formados en transporte, con experiencia en urgencias y cuidados intensivos pediátricos y neonatales y, de forma alternativa, médicos de emergencias con gran formación en el niño crítico. Asimismo, el resto de los integrantes del equipo de emergencias, enfermería y técnicos de emergencias sanitarias deben contar con experiencia y formación en transporte y pediatría29.
Regionalizar la atención pediátrica, basándola en centros de atención primaria, secundaria y terciaria involucra que hospitales de menor nivel asistencial puede que no dispongan de los recursos materiales necesarios y del personal con formación definida para la atención del recién nacido y niño grave y, por tanto, emerge la necesidad de trasladar los pacientes en situación crítica a hospitales más complejos29
Los cuidados brindados durante las fases del traslado: Contacto, preparación, estabilización y transporte, deben representar una continuidad en los cuidados intensivos que luego se realizarán en las unidades pediátricas y neonatales. De esta forma, el Transporte Pediátrico y Neonatal permite aproximar recursos tanto humanos como materiales propios de unidades de cuidados intensivos a hospitales que por su mayor complejidad asistencial no disponen de los mismos, con el objeto de mantener la atención integral especializada que precisan este tipo de pacientes29.
Es primordial entender que el transporte sanitario no se refiere solo al desplazamiento de personas de un sitio a otro; sino que representa un concepto más amplio y complejo que comprende la decisión de llevarlo a cabo, la coordinación de los distintos recursos, la estabilización del paciente en el centro emisor y el posterior transporte e ingreso en un centro receptor27,29.
En el transporte pediátrico, se consideran esenciales objetivos como la universalidad, equidad, especificidad y especialización además de la calidad asistencial, el uso eficiente de recursos y la satisfacción de usuarios y profesionales. Por lo cual se considera como un proceso complejo, con necesidades específicas respecto a la organización, coordinación y la gestión, y que tiene un impacto directo en el sistema sanitario, el paciente y su familia29.
El equipo de transporte pediátrico representa una extensión de la UCIP. Este equipo especializado es capaz de proporcionar una gestión avanzada de cuidados intensivos para niños en sitios remotos y durante el transporte a un centro de atención terciaria 30. Esta atención se puede proporcionar en operaciones de transporte terrestre y aéreo. El cuidado de niños gravemente enfermos durante el transporte está bajo la dirección de un oficial de control médico. Se debe prestar especial atención a la selección del personal y el papel que desempeña durante el transporte. Como se ha mencionado, el equipo puede incluir cuidados intensivos pediátricos, enfermeras, terapeutas respiratorios pediátricos, médicos (residentes, becarios o personal asistente) y paramédicos31.
La combinación ideal de personal varía según región y hospital. Muchos equipos se componen de una enfermera pediátrica de cuidados intensivos o del departamento de emergencias pediátricas, y un terapeuta respiratorio pediátrico, todos con amplia formación pediátrica, la presencia de un médico en el equipo no es de ninguna manera uniforme. Un estudio reveló una baja incidencia de complicaciones en lactantes y niños intubados cuando sea transportado por personal capacitado en pediatría31.
La incidencia de morbilidad relacionada con el transporte aumenta significativamente cuando el personal sin capacitación pediátrica especializada transporta a niños críticamente enfermos29. Los datos indican una relación costo-beneficio significativa previniendo la morbilidad intratransporte y sus costos asociados durante la hospitalización.
La práctica del transporte entre centros pediátricos ha cambiado en años recientes. Mejoras en equipamiento, transporte vehículos, intervenciones terapéuticas y educación han brindó a los equipos la oportunidad de brindar cuidados críticos en el campo. Evidencia reciente ha demostrado que los equipos especializados con tales las capacidades pueden afectar los resultados de los niños críticamente enfermos, y las guías de consenso actuales recomiendan el uso de equipos especializados para el transporte de niños críticamente enfermos. La evidencia demuestra, que las técnicas de seguimiento mejoradas también pueden afectar los cuidados prestados durante el transporte28,29.
Los equipos de transporte se están convirtiendo en UCI móviles capaces de brindar intervenciones de última generación a nivel de UCI en las instalaciones de referencia y durante el transporte. Es necesaria una intervención oportuna para optimizar los resultados de los niños críticamente enfermos durante el transporte. La terapia dirigida por objetivos ha sido fundamental para mejorar los resultados de los adultos y los niños con sepsis grave y choque séptico. Esta constelación de hallazgos clínicos fue desarrollada por una conferencia conjunta de consenso del American College of Chest Médicos y la Sociedad de Medicina de Cuidados Críticos para describir la compleja respuesta del huésped a la agresión de una miríada de condiciones, incluida la infección. Los criterios de SIRS pediátricos se desarrollaron posteriormente e incluyen valores normativos ajustados por edad para temperatura, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria y recuento de leucocitos28.
Ensayos aleatorizados en pacientes adultos y pediátricos transportados han mostrado mejores resultados con un mayor uso de intervenciones extrahospitalarias. Aunque la terapia dirigida a objetivos se ha convertido en una práctica común en las instituciones académicas, El enfoque no ha sido ampliamente utilizado fuera de los centros de atención terciaria. Los equipos capaces de brindar cuidados intensivos de última generación pueden ser más beneficioso que el parto rápido de pacientes críticamente enfermos a los centros de atención terciaria. Equipos de transporte pediátrico especializado deben estar armados con intervenciones basadas en evidencia, capaces de ser entregado a pacientes críticamente enfermos antes y durante el transporte entre instalaciones28,29.
La decisión de transporte aéreo o terrestre requiere consideración cuidadosa por parte de varios miembros del personal para garantizar la seguridad del paciente y del equipo. La seguridad siempre debe ser el factor primordial en la determinación inicial del modo de transporte. El modo de transporte debe evaluarse caso por caso. Se debe seleccionar el más eficiente y, lo que es más importante, el modo de transporte más seguro para cualquier niño requiere la coordinación de varios miembros del personal, incluidos despacho terrestre y aéreo, piloto, miembros del equipo y composición y oficial de control médico. Se debe considerar la agudeza del paciente, vehículo / disponibilidad de helicópteros, clima, limitaciones del sitio, localidad del paciente, distancia del centro médico receptor centro, y capacidades del equipo que se ocupa de la paciente en la instalación periférica32.
El transporte médico, es un entorno muy estresante que exige la navegación de muchas decisiones complicadas sin el beneficio de una guía objetiva para hacer estas decisiones. La toma de decisiones con mucho estrés ha sido un área de interés e investigación para los militares porque muchas decisiones militares se toman bajo la estresante de las condiciones. En 1989, el Instituto de Investigaciones del Ejército celebró una conferencia que reunió a muchos científicos del comportamiento para discutir y desarrollar la teoría de la toma de decisiones naturalista (NDM) que se centra en la decisión de expertos hacedores en lugar de novatos. La teoría NDM se enfoca en decisiones que involucran, problemas mal estructurados, inciertos, entornos dinámicos, cambiantes, mal definidos o en competencia objetivos, múltiples ciclos de retroalimentación de eventos, limitaciones de tiempo, alta apuestas, múltiples jugadores y entornos organizativos, se basan en cómo los responsables de la toma de decisiones aportan su experiencia para el proceso de toma de decisiones. Este se adapta al modo de decisión de transporte muy bien, y en esto se han basado estudios sobre cómo los expertos en transporte pediátrico aplican su experiencia para determinar un modo apropiado de transporte, en el estudio de Cannon-Bowers et al33, sugieren que mejoras en sistemas de toma de decisiones, ayudas para decidir y capacitación pueden utilizarse para mejorar el proceso de toma de decisiones33.
Los criterios de transporte de ambulancia terrestre o aérea incluyen, entre otros, una distancia excesiva, resultando en un tiempo de transporte prolongado por tierra, y tratamiento de emergencia específico requerido en la instalación receptora, lo que resulta en la necesidad de un traslado inmediato, por ejemplo, ameritar la evacuación de un hematoma epidural. Otras consideraciones incluyen la ubicación del paciente que es inaccesible para vehículos terrestres o condiciones de tráfico local en los principales centros metropolitanos que prohíben transporte terrestre rápido33.
Los equipos de transporte y los equipos especializados se enfrentan a una serie constante de decisiones que deben tomarse desde el momento de la derivación inicial llamar y durante todo el cuidado clínico y transporte del paciente. Una decisión compleja es la determinación de los modos de transporte para cada paciente. Esta decisión a menudo requiere la movilización de una ambulancia terrestre o un helicóptero. Un desafío de decisión surge cuando el paciente se encuentra a distancias superiores a 30 millas o más del hospital receptor. y está gravemente enfermo33.
Es posible viajar en ambulancia, pero el tiempo puede convertirse en un problema para un paciente con potencial de deterioro. Los profesionales del transporte deben entonces determinar qué modo el transporte será de gran beneficio. Estas decisiones son multifactoriales y a menudo se basan en información incompleta obtenida. solo por teléfono. Es posible que los centros de referencia no se sientan cómodos con el cuidado de niños críticamente enfermos. Esto puede llevar a una sobreestimación o subestimar la gravedad de la condición del niño, haciendo que la decisión sobre el modo de transporte sea aún más desafiante. Por esta razón, los profesionales del transporte no solo deben considerar la condición actual informada del niño, pero también deben considerar ¿Cuál es el evento más grave o la complicación potencial que puede ocurrir durante el transporte de regreso a la instalación receptora? La ambulancia terrestre es el método básico de transporte de pacientes, pero para algunos pacientes se toma la decisión de escalar el modo de transporte al helicóptero. ¿Cómo es este subconjunto de pacientes identificados, y este modo de transporte es realmente ventajoso? La literatura para adultos ha demostrado que el helicóptero es un transporte muy valioso y que salva vidas33.
Por su parte, Holtvedt et al34, informaron de una serie de 370 transportes en helicóptero constituidos principalmente por pacientes adultos en los que el 11% fueron considerados por panel de expertos que se han beneficiado específicamente del uso de un helicóptero en lugar de una ambulancia para su transporte. Los autores concluyeron que el transporte en helicóptero puede ser beneficioso para un pequeño grupo selecto de pacientes, incluidos los pacientes traumatizados y pacientes pediátricos. Ringburg et al, llevaron a cabo una exhaustiva descripción general de la literatura publicada sobre el valor de los helicópteros transporte, revisaron 16 publicaciones entre 1985 y 2007 y concluyeron que, por cada 100 transportes en helicóptero, se salvaron 1.1 a 12.1 vidas adicionales debido a este modo de transporte. La reducción general de la mortalidad atribuida al transporte en helicóptero fue de 2,7 vidas adicionales salvadas por cada 100 helicópteros transportes. Más recientemente, Galvagno et al, reportaron una muestra de 223,475 pacientes traumatizados mayores de 15 años transportados por ambulancia o helicóptero, encontraron que, de los 159.511 adultos pacientes traumatizados transportados en helicóptero a un traumatismo de nivel 1 centro, aproximadamente 2.393 de estos pacientes tenían una absoluta tasa de supervivencia mejorada atribuida específicamente al transporte en helicóptero frente al transporte terrestre. El desafío es la identificación precisa del selecto grupo de pacientes que se beneficiarían más del transporte en helicóptero29,33.
King y Woodward35 mostraron en el transporte pediátrico aéreo y terrestre de aproximadamente 1 por cada 1.000 transportes. Colisiones donde las lesiones sufridas ocurren a una tasa de 0.546 por 1.000 transportes. Esta revisión retrospectiva, encontró ocho muertes durante un período de 5 años, todas ocurridas con accidentes aéreos. Resultados de un análisis integral de los accidentes de transporte aéreo médico en los Estados Unidos Estados de 1990 a 2005 por la Junta Nacional de Transporte y Seguridad reveló que las tasas de accidentes y el número de horas de vuelo aumentó significativamente durante el período examinado. Recomendaciones de este estudio, son el uso de estándares más estrictos para seguridad de los vuelos de transporte delineada en 14 Código de Regulaciones Federales, parte 135. Otras recomendaciones adicionales para mejorar la seguridad de vuelo incluyen, preadmisión formal, procedimientos de análisis de riesgos, utilizando despachadores con experiencia en aviación para evaluar constantemente los cambios condiciones meteorológicas y comunicar esta información a la tripulación aérea, y el uso de aeronaves equipadas con sistemas de alerta y conocimiento del terreno35.
Por lo tanto, los transportes aéreos y terrestres no están exentos de riesgos de accidentes. Y se considera la seguridad de la misión, como la consideración principal para el transporte del niño críticamente enfermo y el transporte del equipo. Una decisión orientada al equipo con respecto al tiempo y modalidad de transporte teniendo en cuenta todos los factores, para conducir a un transporte seguro y eficiente35.
Un administrador de equipo con conocimientos y experiencia es fundamental para el éxito de cualquier equipo de transporte en pediatría. La Asociación Americana de Pediatría o AAP, recomienda un transporte un coordinador y un director médico para supervisar las operaciones del equipo. El coordinador del equipo es responsable de las operaciones diarias del equipo, asegura que el equipo se utiliza de manera eficiente y ayuda con la clasificación de transporte en conjunto con la oficina de control médico. Además, el coordinador dirige la capacitación del personal y coordina presupuesto, programación, mejora continua de la calidad, protocolos de tratamiento y datos del equipo de transporte. Los coordinadores del equipo de transporte pediátrico suelen ser enfermeras pediátricas con amplia experiencia clínica en neonatología o cuidados intensivos pediátricos o medicina de emergencia pediátrica junto con diversos grados de experiencia en administración36,37.
Los directores médicos del equipo de transporte suelen ser intensivistas pediátricos o médicos de urgencias pediátricas. En algunas instituciones, existen directores médicos separados para transportes pediátricos y neonatales. Cada director ve las operaciones clínicas dentro de su disciplina y coordina la educación del equipo. El director médico también ayuda en el diseño del presupuesto y en conjunto con el coordinador de transporte sirve como enlace con la administración del hospital. El papel del director médico también incluye la divulgación, ayudar con la comercialización del equipo de transporte y la instrucción y formación de profesionales en el área de derivación inmediata36,37.
El oficial de control médico, es el médico de guardia para el transporte, consulta y facilitación del transporte de pacientes de la instalación periférica. Este médico puede ser un intensivista pediátrico o médico de urgencias pediátricas. Las remisiones se envían a este médico para consulta de transporte e iniciación del transporte. El mismo, proporciona sugerencias sobre el manejo del paciente al médico remitente en un esfuerzo por estabilizar al niño para el transporte. Además, dirige el cuidado del niño proporcionado por el equipo de transporte hasta la llegada a la instalación receptora, asimismo puede alterar la composición del equipo y hacer disposiciones entre transporte aéreo o terrestre como la modalidad preferida de transporte de pacientes basado en la agudeza del paciente36,37.
En un estudio sobre la mejora de la entrega y transporte de los pacientes pediátricos, concluyeron que la estandarización mediante el establecimiento de criterios de gravedad de la enfermedad y herramientas de comunicación crea modelos mentales compartidos y disminuye los riesgos para la seguridad. Se recomienda un cambio de paradigma de traspaso y transporte de equipo a equipo38,39.
Ahora bien, los equipos especializados compuestos por personal altamente capacitado, representa proposiciones costosas. Los costos de ejecutar un equipo de transporte pediátrico especializado, siguen aumentando anualmente. Además del salario, los beneficios y seguros, los equipos de transporte tienen costos de rutina únicos incluido el mantenimiento del vehículo, el combustible y suministros médicos como monitores de transporte, ventiladores, incubadoras y camillas. Se incurre en un costo adicional significativo en forma de capacitación en equipo y medidas de aseguramiento de la calidad. Los servicios terrestres generalmente se facturan bajo un cargo además del kilometraje39.
Los transportes aéreos, generalmente se facturan mediante un despegue cargo, y un cargo adicional basado en millas náuticas voladas. Los directores médicos, coordinadores de transporte y la administración del hospital deben aplicar un profundo conocimiento de los costos de transporte fijos y variables a los procesos de fijación de tarifas para determinados servicios de transporte. Además, la contratación con pagadores e instituciones directamente puede ayudar a la facturación del servicio del equipo al mismo tiempo que establece vínculos importantes con fuentes de referencia clave40,41.
Por otro lado, la utilización de proveedores de cuidados prolongados, como los paramédicos, puede ser un acto valioso para el transporte pediátrico, ya que aparte de su formación para operar con seguridad vehículos de transporte más grandes, los paramédicos también pueden ser utilizados para ayudar a mantener el soporte de las vías respiratorias, proporcionar acceso vascular y administrar medicamentos en situaciones de emergencia40,41.
En relación con la educación continua, el coordinador y director médico de un equipo de transporte pediátrico debe pensar de forma creativa cómo mejorar la utilización personal y, al hacerlo, hacer del equipo una parte indispensable del hospital de niños y la misión general de proporcionar el mejor cuidado de los niños. El equipo de transporte pediátrico juega un papel vital en el transporte de niños gravemente enfermos y heridos a instalaciones pediátricas terciarias. Por lo que los profesionales del transporte pediátrico son personal experimentado con un amplio rango de competencia clínica de alto nivel que se ocupa de enfermedades que afectan a los niños42.
El equipo de transporte pediátrico es vital para el éxito del paciente. Este equipo altamente especializado debe aportar los servicios básicos de la UCIP a la cabecera del paciente. En un estudio sobre mejorar el traspaso entre el equipo de transporte y el personal de la unidad de cuidados intensivos neonatales en los transportes neonatales mediante la herramienta planificar-hacer-estudiar-actuar, concluyeron que la estandarización mediante el establecimiento de criterios de gravedad de la enfermedad y herramientas de comunicación crea modelos mentales compartidos y disminuye los riesgos para la seguridad. Se recomienda un cambio de paradigma de traspaso y transporte de equipo a equipo42.
Algunas de las complicaciones del transporte de un niño críticamente enfermo ocurren como consecuencia de una inadecuada estabilización de la vía aérea y falta de seguimiento adecuado, también se asocian con eventos adversos, la enfermedad y la duración del transporte. El control apropiado del dolor y la sedación son imperativos para promover la tolerancia del tubo endotraqueal y brinda comodidad al niño. La falta de un control apropiado puede resultar en hipoxemia secundaria al desalojo del tubo endotraqueal que puede pasar desapercibido por un período prolongado, especialmente en el paciente químicamente paralizado. En el caso del transporte neonatal, en el estudio de Xu et al43, sobre la importancia de la estabilización de la red de transporte neonatal en neonatos críticamente enfermos, demostraron que se debe fortalecer la formación profesional y la participación del personal profesional de la UCIN en el parto puede mejorar las condiciones de los recién nacidos de alto riesgo y aumentar la seguridad de su transporte43.
Aunque la necesidad de un sistema eficiente y organizado de atención de emergencias pediátricas ha sido el foco de un intenso estudio en los últimos años, el transporte intrahospitalario del niño gravemente enfermo o lesionado sigue siendo un tema relativamente nuevo. y área de investigación desatendida. Niños admitidos en la UCIP por el departamento de emergencias, la sala de operaciones o la sala de hospitalización requieren transporte intrahospitalario rápido. Además, los niños gravemente enfermos o heridos a menudo requieren transporte a otras áreas del hospital desde la UCIP para pruebas de diagnóstico, como tomografía computarizada, imágenes por resonancia magnética y estudios de medicina nuclear. Por último, los niños pueden requerir transporte hacia y desde la sala de operaciones para los procedimientos quirúrgicos. Los estudios en adultos han demostrado que ocurren eventos adversos graves durante el transporte de pacientes críticamente enfermos hacia y desde el entorno de la UCI. Por ejemplo, Indeck informa de una incidencia del 68% de trastornos fisiológicos, durante el período de tiempo que los pacientes estuvieron fuera de la UCI. Smith informó una incidencia del 34% de contratiempos relacionados con el equipo durante transporte. En el único estudio pediátrico completo disponible de intrahospitalario transporte, cambios significativos en al menos una variable fisiológica (corazón frecuencia, respiraciones, presión arterial, saturación de oxígeno, Pco2 arterial o temperatura) en el 71,7% de 180 transportes intrahospitalarios. Aunque no se informaron paros cardíacos ni muertes en este estudio, al menos se requirió una intervención terapéutica en el 13,9% de los pacientes transportados44.
Los estudios han demostrado que los eventos adversos en pacientes intubados traquealmente que son transportados dentro del hospital, están relacionados predominantemente con alterados ventilación. Un estudio, informó una alta incidencia de hiperventilación involuntaria por ventilación manual, con una tensión de CO2 al final de la espiración inferior a 25 torr en el 62% de los traslados intrahospitalarios. Se requerirán estudios futuros para determinar el método óptimo de proporcionar apoyo ventilatorio a los niños durante transporte hacia y desde la UCIP44.
En un estudio de transporte intrahospitalario, cuyo objetivo era mapear la evidencia científica existente sobre los aspectos del check list o lista de verificación, garantizando la seguridad del paciente crítico en el transporte intrahospitalario, encontraron que todos los estudios constatan aspectos que pueden incluirse en una lista de verificación y que mejoran la seguridad de los pacientes críticos en el transporte45.
En otro estudio de Haydar, sobre los eventos adversos intrahopsitalarios, establecieron recomendaciones para la disminución de los mismos como, la optimización del estado fisiológico del paciente antes del transporte, el entrenamiento con el equipo de transporte, la doble verificación del equipo antes del transporte y el acompañamiento del paciente por parte de médicos experimentados46.
Los equipos de transporte pediátrico especializado se han convertido en dispositivos móviles de UCI capaces de brindar atención definitiva a niños críticamente enfermos durante el transporte entre centros. Armando a estos equipos con los protocolos terapéuticos dirigidos a objetivos tienen el potencial de impactar los resultados de los niños críticamente enfermos47.
Los esfuerzos para la investigación continua, deben buscar desarrollar terapias basadas en evidencia para ser administrado por equipos especializados de transporte pediátrico en el campo antes de la llegada al centro de atención terciaria. Además, la formación de proveedores de atención médica externos a las instalaciones en terapia dirigida por objetivos puede mejorar aún más el cuidado de estos niños47,48.
En un estudio realizado en Suecia, describieron que la centralización de cuidados intensivos para niños a terciario de las unidades de cuidados intensivos pediátricos (UCIP) han mejorado resultados, sin embargo, los cuidados intensivos pediátricos son un recurso limitado en Suecia, así como en el resto del mundo, por lo tanto, es importante que los pacientes que más se benefician sean tratados en los servicios especializados proporcionados por una UCIP, lo cual debe resultar en la mejor eficacia y recursos posibles, ahora bien con mayor centralización de cuidados intensivos para los niños críticamente enfermos, es inevitable que el interhospitalario aumente el transporte de niños y bebés gravemente enfermos. El traslado de niños gravemente enfermos debe ser realizado por equipos de transporte pediátrico especializado, con el fin de mantener el nivel de cuidado necesario durante el traslado, para mejorar resultados aún más y para minimizar cualquier riesgo evitable que implica el transporte. En este estudio se examinaron las características y los resultados de los niños que habían sido transportados desde referir hospitales como una emergencia a una UCIP terciaria en Estocolmo, Suecia, por el transporte pediátrico especializado, ellos evaluaron las complicaciones durante el traslado, encontrando que los pacientes transportados por el transporte pediátrico especializado, donde el equipo era más joven, permanecieron más tiempo en la UCIP e hicieron uso más extenso de cuidados intensivos pediátricos, específicos recursos, en comparación con los pacientes ingresados como casos agudos a la misma UCIP por otras rutas. La mortalidad real en la UCIP fue mayor en los transportados, pero fue acompañado por un más alto predicho riesgo de muerte, lo que resulta en ninguna diferencia en las tasas de mortalidad ajustadas al riesgo de la UCIP entre las dos cohortes. Esto fue mejor que la mortalidad predicha en ambas cohortes. Los datos podrían indicar, que a pesar de que al transportarlo tenía un mayor riesgo de mortalidad, el transporte en sí no aumentó las tasas de mortalidad en este grupo. Los resultados de este estudio también indican que cuando el transporte fue proporcionado por un equipo de transporte pediátrico especialista, la distancia de transporte no influye en la supervivencia49.
En el estudio de Matthew et al50 sobre el transporte de niños críticamente enfermos, consideraron que la a centralización de los servicios de cuidados intensivos pediátricos en la mayoría de los países desarrollados, se ha visto un aumento en la necesidad de que los niños gravemente enfermos y con lesiones traumáticas sean transportados para recibir atención definitiva. Esto, en combinación con la creciente demanda de camas de cuidados intensivos pediátricos, ha impulsado el desarrollo de equipos de recuperación de cuidados intensivos pediátricos independientes, que a menudo comparten las habilidades y el conocimiento del personal médico y de enfermería de múltiples unidades de cuidados intensivos pediátricos. Puede ser necesario que los anestesistas ayuden o dirijan la reanimación y la estabilización y, en ocasiones, lleven a cabo el traslado del niño gravemente enfermo o lesionado. La preparación para la recuperación pediátrica la realizan equipos en los hospitales de derivación y el conocimiento de los procesos de recuperación, y la organización local puede facilitar el proceso de derivación50.
En el estudio de Gupta et al51, refieren que la centralización de los cuidados intensivos neonatales en los últimos años ha mejorado la mortalidad, en particular de los recién nacidos extremadamente prematuros, pero no se han observado mejoras similares en la morbilidad, como el deterioro del desarrollo neurológico. Una parte integral del éxito de la centralización son los equipos de transporte neonatal especializados que brindan cuidados intensivos antes y durante la recuperación de los recién nacidos de alto riesgo cuando la transferencia en el útero no ha sido posible.
La recuperación neonatal tiene como objetivo estabilizar el cuadro clínico y luego transferir al recién nacido durante un período de alto riesgo para el paciente. El transporte presenta los peligros del ruido y las vibraciones; fuerzas de aceleración y desaceleración; manipulación adicional y fluctuaciones de temperatura. El equipo de transporte debe estabilizar completamente al bebé antes del transporte, ya que cuando está en movimiento está limitado por el espacio y el movimiento para atender eficazmente el deterioro clínico. Los bebés no estabilizados, tienen mejores resultados de desarrollo neurológico en comparación con los nacidos fuera y la etiología de esto parece ser multifactorial con el impacto del transporte en sí durante la enfermedad crítica, lo que no está claro. Para mejorar los resultados neurológicos de los bebés transportados, parece imperativo integrar las herramientas avanzadas de neuromonitorización de cuidados intensivos en el medio de transporte51,52.
Varios estudios del transporte pediátrico en Estados Unidos y el Reino Unido, han informado puntuaciones de supervivencia más altas entre los pacientes que habían sido transportados a UCIP por equipos de transporte pediátrico especializados que por no equipos no especialistas49.
A nivel mundial, nacional y regional, no existe un equilibrio en cuanto a la distribución de recursos disponibles a la población pediátrica, y en las opciones en el traslado interhospitalario. Los niños tienen el derecho constitucional de recibir la mejor atención, sin importar el lugar donde se encuentren. Es importante adaptarse a los avances tecnológicos y a las necesidades de las poblaciones, permitiendo el manejo de pacientes con diferentes patologías. Es necesario la realización de protocolos de activación de unidades de cuidados especializados, con manejos de actuación. Los protocolos de acción en el transporte sanitario pediátrico, representan herramientas, que permiten ejercer acciones en base a diferentes circunstancias y condiciones, los mismos deben tener lenguaje claro y conciso, con los objetivos bien establecidos, además de las funciones y roles a realizar por el equipo. se deben unificar criterios basados en los conocimientos científicos y con aprobación por las sociedades, toda con la finalidad del bienestar del paciente pediátrico4,52,54.
Otro punto importante es la necesidad de que los equipos estén constituidos por todos los materiales y equipos necesarios para el manejo del paciente, lo cual amerita además la intervención de las autoridades sanitarias y la evaluación de los costos que implican y sus beneficios en la sociedad7.
En líneas generales se resumen los puntos mas resaltantes como el traslado posterior a la estabilización posible, brinda al traslado lo necesario, para el mismo, que garanticen la entrega del paciente en las mejores condiciones, además tomar en cuenta los protocolos de tratamientos, equipos y traslados, para la acción inmediata que permita una mejor actuación del personal a cargo. Se deben revisar los equipos, posterior a cada traslado y la revisión periódica de los equipos y medios de transporte12,13.
Finalmente se debe fomentar la formación continua y capacitación del personal que realiza el transporte sanitario pediátrico, contribuyendo así a un mejor servicio.
Los estudios en transporte pediátrico son necesario para hacer actuaciones que cada día permitan la mejoría en su desempeño.