Se entiende por trastornos músculo-esqueléticos (TME), las lesiones y síntomas que afectan a cualquier parte del cuerpo. Principalmente se enfocan hacia el aparato locomotor, como son articulaciones, músculos, tendones, ligamentos, huesos,... Los TME llevan asociados un fuerte impacto sobre la sociedad, pocas veces abordado, ya que acarrea un uso ingente de recursos sanitarios. En un estudio realizado por la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, en España, este tipo de trastornos es el que genera la mayor tasa de incapacidades temporales (IT) en comparativa con otras enfermedades o dolencias.
Cuando la población llega al Servicio de Rehabilitación para realizar fisioterapia a consecuencia que el TME está instaurado, se debe realizar un plan o programa de entrenamiento, a través del ejercicio terapéutico, para que el paciente lo realice (autotratamiento). La función de dicho programa será el de determinar cuál es la actividad física acorde y eficiente con las condiciones y características del paciente. Se adaptará a cada fase del proceso, a las actividades diarias que realizaba el paciente antes de la enfermedad, a su actividad laboral, situación de la lesión y situación psicológica del paciente ante la aceptación o no de su propia enfermedad. El fisioterapeuta será la persona capacitada para elaborar el plan de entrenamiento, tras realizar la valoración oportuna del paciente.
Las articulaciones son las zonas de unión más importantes del aparato locomotor, permitiendo la movilidad del cuerpo.
La articulación del hombro es la zona de unión entre el humero y la escápula (articulación glenohumeral) y la unión con la clavícula. Está formada por músculos y ligamentos fijados a la escápula y al húmero. La parte superior de la escápula contiene dos formaciones llamadas acromion y apófisis coracoides. Entre el húmero y el acromion se encuentra el espacio subacromial que contiene diversidad de tendones y músculos y es una zona conflictiva en las lesiones de hombro. El hombro, es una de las articulaciones con mayor rango de movilidad del cuerpo humano (y posiblemente la más compleja).
El síndrome de hombro doloroso es una dolencia músculo-esquelética común que puede deberse a trastornos intrínsecos del hombro (originado por las estructuras anatómicas del hombro, aumentando el dolor con la movilización de la articulación y acompañado de impotencia funcional) o extrínseca (también llamado dolor referido), donde no existe déficit funcional. Se define como aquel dolor que se sitúa en la región del hombro, unilateral o bilateral, y que aparece con algunos movimientos del brazo.
El objetivo principal es realizar un muestreo durante 6 meses de las derivaciones más habituales al servicio de fisioterapia en atención primaria y determinar que TME son los más frecuentes. Como objetivo secundario, crear un programa de entrenamiento para ayudar a restituir la salud de dichos pacientes, basado en ejercicios para recuperar el rango articular y fortalecimiento. Para ello, se realizará una revisión bibliográfica de los ejercicios para autotratamiento más apropiados para la/s lesión/lesiones detectada/s.
Realizar un muestreo secuencial aleatorio durante 6 meses, de pacientes en edades comprendidas entre 18 y 65 años y determinar que TME son los más habituales. Con los resultados obtenidos, realizar un plan de entrenamiento para la recuperación del paciente de una de dichas patologías.
Tras el estudio exhaustivo de las 523 derivaciones, se detectó que las zonas corporales más habituales afectadas por los TME en la población estudiada fueron la zona cervical (siendo la cervicoartrosis el más habitual), la zona lumbar (siendo la lumbalgia mecánica la más habitual) y la articulación del hombro (siendo el hombro doloroso el más habitual).
La importancia de conocer los TME más frecuentes en la sociedad puede ayudar a entender la necesidad de intervenir en éstas áreas, dirigir el trabajo del fisioterapeuta de Atención Primaria hacia estrategias oportunas y eficaces que permitan disminuir la prevalencia de éstas patologías. Esto permitiría reducir la duración y el número de IT.
Hombro doloroso, definición, actividad física, ejercicio terapéutico, rehabilitación.
Musculoskeletal disorders (MSD) can include injuries and symptoms that affect any part of the body. They mainly affect the locomotor system, that meaning joints, muscles, tendons, ligaments, bones... MSDs are associated with a strong impact on society, rarely addressed, since it involves a huge use of health resources. In a study carried out by the National Commission for Safety and Health at Work, in Spain, this type of disorder was pointed out as the one that generates the highest rate of temporary disability (TI) in comparison with other diseases or ailments.
On admittance to Rehabilitation Services for physiotherapy (because of MSD), a training plan must be carried out. This means therapeutic exercise the patient should carry out (self-treatment). The purpose of this program will be to determine the appropriate and most efficient physical activity according to the patient. The program should be adapted to different issues: the daily activities carried out by the patient before the illness; their work activity; situation of the injury; psychological situation of the patient regarding the acceptance of their own illness. The physiotherapist is be the person trained to properly develop the training plan, after making the timely assessment of the patient.
Joints are the most important areas of connection of the locomotor system, allowing the mobility of the body.
Shoulder joint is the junction between the humerus and the scapula (glenohumeral joint) together with the junction with the clavicle. It is formed by muscles and ligaments attached to both bones. The upper part of the scapula contains two formations called the acromion and the coracoid process. Between the humerus and the acromion is the subacromial space that contains a variety of tendons and muscles; this is a critical area in shoulder injuries. The shoulder is one of the joints with the greatest range of mobility in the human body (and possibly the most complex).
Painful shoulder syndrome is a common musculoskeletal condition. It can occur due to intrinsic disorders of the shoulder (eg: caused by the anatomical structures of the shoulder) or extrinsic (also called referred pain), in which case there is no functional limitation. Definition should be: pain that is located in the shoulder region, unilateral or bilateral, and that appears with some movements of the arm.
The main objective is to carry out a 6-month sampling of the most common referrals to the physiotherapy service in a Primary Care unit and to determine which MSDs are the most frequent. Secondary objective: create a training program to help restore health to these patients, based on exercises to regain joint range and strength. To do this, a bibliographic review of the most appropriate self-treatment exercises will be carried out for the lesions detected.
For a 6-month period we perform random sequential sampling of patients between the ages of 18 and 65 referred to the unit. We determine which MSDs are the most common. With the results obtained, a training plan for the recovery was carried out for the patient.
Exhaustive review of the 523 patients referred was made. It was detected that the most common body areas affected by MSDs were the cervical area (cervicoarthrosis being the most common), the lumbar area (mechanical low back pain being the most common) and the shoulder joint (painful shoulder).
Identifying the most frequent MSDs in society can help to understand the need to take action in these areas, directing the work of the Primary Care physiotherapist towards timely and effective strategies that allow reducing the prevalence of these pathologies. This would reduce the duration and number of Temporary Disabilities (IT).
Painful shoulder, definition, physical activity, therapeutic exercise, rehabilitation.
Se entiende por trastornos músculo-esqueléticos (TME), las lesiones y síntomas que afectan a cualquier parte del cuerpo. Abarcan, aproximadamente, unos 150 trastornos diferentes.
Principalmente se enfocan hacia el aparato locomotor, como son articulaciones, músculos, tendones, ligamentos, huesos,... Su origen suele ser derivada de la exposición prolongada a una determinada actividad1.
Cursan con dolor (que a menudo puede llegar a ser duradero y constante) y limitación de la movilidad, la destreza y las capacidades funcionales2, generando un gran impacto en la calidad de vida de las personas que las padecen.
Se suelen presentar de forma súbita e inesperada, normalmente por un movimiento brusco, por un entrenamiento deportivo mal realizado, por manipulación de cargas de forma errónea o por desplazamiento de cargas pesadas, entre otras cosas. También puede aparecer de forma lenta, pausada, a largo plazo, debido a esfuerzos, posturas o movimientos reiterados y constantes que van ocasionando, a lo largo del tiempo, un daño.
Por tanto, podríamos comentar que, los TME están ocasionados por varios factores como por ejemplo:
Figura 1: Factores de riesgo de los TME 1.
Como anotación, se podría decir que, independientemente del gran impacto personal que tiene sobre el individuo, los TME llevan asociados un fuerte impacto sobre la sociedad, pocas veces abordado, ya que acarrea un uso ingente de recursos sanitarios. Si además, la población afectada es población en activo, a la cual le genera una Incapacidad Temporal (IT), las pérdidas sociales y laborales son incalculables.
En un estudio realizado por la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, en España, este tipo de trastornos es el que genera la mayor tasa de incapacidades temporales en comparativa con otras enfermedades o dolencias (Estrategia EryMEs (enfermedades reumáticas y músculo-esqueléticas) del Sistema Nacional de Salud).
El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) realiza, de forma periódica, la Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo, para brindar un análisis exhaustivo de la situación actual en cuanto a la evolución de los factores más relevantes que conforman las condiciones de trabajo dentro del panorama español.
A nivel mundial, en 2019, miles de millones de personas, necesitaban de los Servicios de Rehabilitación durante el curso de su enfermedad, siendo la prevalencia casi igual en ambos sexos3.
Se ha observado que en los últimos años ha ido aumentado éste hecho, de manera que un porcentaje importante de trabajadores sienten alguna molestia que relacionan directamente con las posturas y esfuerzos derivados del trabajo que realizan4.
Promover la actividad física en el trabajo sería una buena forma de mejorar la productividad de la misma, disminuir los efectos de los factores que provocan los TME y por tanto se disminuirían las IT y el absentismo.
“Los trabajadores que hacen deporte se sienten ocho veces más comprometidos con su trabajo y son más creativos e innovadores. Además se consigue mejorar la salud y con ello reducir el gasto sanitario que las diferentes administraciones invierten en las enfermedades crónicas” 5.
No hay que olvidar, que la importancia de dichas enfermedades es tal, que han sido recogidas en el Real Decreto 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el catálogo de enfermedades profesionales de la Seguridad Social y se establecen criterios para su notificación y registro, donde se aglutina, en el grupo 2, todas las correspondientes con problemas ostemusculares6.
Se podría decir, en base a lo descrito y sin lugar a duda, que toda actividad laboral conlleva una actividad física que puede suponer una lesión relacionada por la aparición de una enfermedad o trastorno músculo-esquelético.
La actividad física se define como “cualquier movimiento corporal intencionado, realizado directamente con los músculos esqueléticos, que resulta de un gasto de energía que permite interactuar con los seres y el ambiente que los rodea” 7.
La actividad física favorece el avance positivo, a nivel terapéutico e incluso preventivo, de los TME. Ayuda a llegar a ese estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedad descrita por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Cuando la población llega al Servicio de Rehabilitación para realizar fisioterapia a consecuencia que el TME está instaurado, se debe realizar un plan o programa de entrenamiento, a través del ejercicio terapéutico, para que el paciente lo realice (autotratamiento).
El ejercicio terapéutico, se trata, en resumidas cuentas, de una serie de ejercicios cuya función es la de corregir problemas específicos, lesiones... basándose en movimientos corporales (prescritos siempre por un fisioterapeuta) con el objetivos de recuperar la función natural del organismo (flexibilidad, fuerza y resistencia).
Es una técnica importante dentro del ámbito de la fisioterapia, sobretodo en los tratamientos entorno al mundo laboral, ya sea como una estrategia terapéutica o preventiva.
Alguno de los puntos desde los cuales debemos partir, pueden ser:
Los tipos de ejercicio terapéutico a los que podemos recurrir, según patología y situación del paciente o dependiendo de los objetivos marcados, se podrían agrupar en:
Con todo esto, podríamos obtener beneficios tales como:
Dentro de un programa de entrenamiento en el Servicio de Rehabilitación, el ejercicio terapéutico es la clave y debe incluirse como parte de la atención multidisciplinar hacia el paciente.
La función de dicho programa será el de determinar cuál es la actividad física acorde y eficiente con las condiciones y características del paciente. Se adaptará a cada fase del proceso, a las actividades diarias que realizaba el paciente antes de la enfermedad, a su actividad laboral, situación de la lesión y situación psicológica del paciente ante la aceptación o no de su propia enfermedad.
El fisioterapeuta será la persona capacitada para elaborar el plan de entrenamiento, tras realizar la valoración oportuna del paciente.
Es importante para ello respetar la fisiología de cada persona y tener en cuenta puntos clave como edad, estado de salud, objetivos marcados e instrucción correcta de los ejercicios.
También es importante tener en cuenta factores como dosis, postura del paciente, velocidad del ejercicio, carga y medio en el que se realiza en programa, en las diferentes fases de recuperación del paciente.
No hay que perder de vista que el objetivo será el de mejorar la condición actual del paciente, trabajando flexibilidad, fuerza, resistencia, equilibrio y coordinación, y que lo importante es el paciente.
Según la OMS, sería recomendable que8:
Las recomendaciones anteriormente citadas, se aplicarían a la población referenciada, salvo que existan contraindicaciones médicas específicas.
Las articulaciones son las zonas de unión más importantes del aparato locomotor, permitiendo la movilidad del cuerpo.
Existen varios tipos de articulaciones, que, en base a su rango de movilidad y estructura, cumplen un papel fundamental en el desempeño de sus funciones. Su continuo trabajo, provoca que sean propensas a sufrir lesiones degenerativas o traumáticas que acaban por afectar a las estructuras que las conforman9.
La articulación del hombro es la zona de unión entre el humero y la escápula (articulación glenohumeral) y la unión con la clavícula. Está formada por músculos y ligamentos fijados a la escápula y al húmero. La parte superior de la escápula contiene dos formaciones llamadas acromion y apófisis coracoides. Entre el húmero y el acromion se encuentra el espacio subacromial que contiene diversidad de tendones y músculos y es una zona conflictiva en las lesiones de hombro. Existe, además, una bolsa con líquido sinovial10.
Figura 2: Articulación del hombro10.
Su movilidad se desarrolla en los tres ejes de movimiento conocidos:
Figura 3: Movimientos del hombro11.
Está compuesta por 5 articulaciones:
Figura 4: Articulación del hombro. Vista frontal en sección12.
Las articulaciones citadas anteriormente, intervienen de forma distinta en los movimientos que realiza el hombro, siendo la glenohumeral la que participa en los primeros 90º, la escapulotorácica entre los 30º-135º y la acromioclavicular y esternoclavicular las que se movilizan a partir de los 90º13.
El hombro, es una de las articulaciones con mayor rango de movilidad del cuerpo humano (y posiblemente la más compleja). Esto se debe principalmente al llamado manguito de los rotadores, que además de movimiento le da estabilidad a la articulación14.
Figura 5: Ubicación del manguito de los rotadores en la articulación del hombro15.
Son varios los músculos que conforman la articulación del hombro. De todos ellos, los más relevantes son los que forman el denominado manguito de los rotadores.
Una manera de hacer referencia a la musculatura que forma parte del hombro, sería enumerarlos según la función que ejercen en la articulación del hombro, detallando los más importantes al principio.
El síndrome de hombro doloroso es una dolencia músculo-esquelética común que puede deberse a trastornos intrínsecos del hombro (originado por las estructuras anatómicas del hombro, aumentando el dolor con la movilización de la articulación y acompañado de impotencia funcional) o extrínseca (también llamado dolor referido), donde no existe déficit funcional. Se define como aquel dolor que se sitúa en la región del hombro, unilateral o bilateral, y que aparece con algunos movimientos del brazo. Es una de las consultas médicas más frecuentes y puede llegar a afectar al 25-60% de la población en algún momento de la vida17.
Normalmente, la patología de hombro doloroso puede deberse a un traumatismo reciente en el hombro (dislocación glenohumeral, separación acromioclavicular, rotura o semirotura del manguito de los rotadores,...) y suele visualizarse cambios en el tono de la piel, deformación o inflamación. También puede presentarse en trastornos médicos importantes como pueden ser isquemia cardíaca, enfermedad hepatobiliar y lesión intraabdominal (en estos casos citados, comparten la misma fascia. La fascia se trata de un sistema de tejido conectivo que envuelve, en forma de sabana, los órganos del cuerpo y que se ha visto relacionada con diferentes desordenes osteomusculares), entre otros.
Las causas de hombro doloroso por problemas articulares o intrínsecas son más frecuentes que otras patologías que provocan un dolor referido a esa zona (las llamadas extrínsecas) 18.
Figura 6: Causas de hombro doloroso18.
Con todo lo anteriormente citado, queda evidente que las causas que generan un hombro doloroso son múltiples, aunque desde el punto de vista de la fisioterapia, se pueden dividir en tres clases: afectación de tejidos blandos, inestabilidad de la articulación o artritis, así como que los pequeñas traumatismos repetidos o el sobreuso por las actividades laborales o deportivas. Todo ello, obliga al fisioterapeuta a manejar una serie de maniobras de exploración del hombro doloroso que permitan una correcta exploración y por tanto un correcto tratamiento (así como evitar al paciente pasar por incomodas pruebas diagnósticas).
La exploración, activa y pasiva, del hombro doloroso, debe incluir la inspección de la zona, palpación y exploración de la movilidad del miembro.
Una norma de obligado cumplimiento es que se debe realizar la exploración guardando en todo momento la intimidad del paciente, ya que es preferible realizar las maniobras de exploración con el paciente sin ropa. Para ello, debe realizarse en una zona habilitada para ello.
Las maniobras a realizar para el examen físico del hombro doloroso son numerosas, y el uso de unas u otras dependerá del criterio del fisioterapeuta. Aquí se nombrara alguna de ellas, pero el catálogo de pruebas es mucho más amplio.
Las más utilizadas son:
El dolor de hombro generalizado en los movimiento tanto activos como pasivos limitados, con signos inflamatorios, puede indicarnos una posible artritis glenohumeral.
Maniobra del brazo cruzado: Llevar la mano al hombro contrario (aducción horizontal y brazo en antepulsión de 90º). Si hay presencia de dolor, nos indica patología acromioclavicular.
Signo del touchdown: Le indicamos al paciente que eleve los brazos por encima de la cabeza. Si aparece dolor, la prueba se interpretará como positiva. Se relaciona con tendinopatía del manguito de rotadores.
Figura 7: Maniobra de Spurling19.
Figura 8: Maniobra Apley: a) Abducción y rotación externa; b) Aducción y rotación interna20.
Si aparece dolor cuando sobrepasamos los 160º, la prueba, denominada arco doloroso superior, nos puede indicar una posible artritis acromioclavicular.
Figura 9: Arco doloroso20.
Figura 10: Maniobra de Hawkins-Kennedy21.
Figura 11: Maniobra de Neer21.
Figura 12: Maniobra de Yocum22.
Figura 13: Maniobra de Jobe23.
Figura 14: Maniobra de Patte25.
Figura 15: Maniobra de Gerber26.
Figura 16: Maniobra de Yergason23.
Figura 17: Maniobra de Speed23.
Figura 18: Maniobra del brazo caído27.
La lectura de la prueba se realizara de la siguiente manera:
Figura 19: Test O´Brien23.
Los TME son la causa más común, en el mundo laboral, de enfermedades incapacitantes, que afectan a un número importante de trabajadores al año. Toda actividad laboral conlleva una actividad física, que será de mayor o menor grado según el tipo de trabajo desarrollado.
El objetivo principal es realizar un muestreo durante 6 meses de las derivaciones más habituales al servicio de fisioterapia en atención primaria y determinar que TME son los más frecuentes.
Como objetivo secundario, tras determinar los trastornos músculo esqueléticos más habituales entre la población estudiada, se creara un programa de entrenamiento suave y fácil para ayudar a restituir la salud de dichos pacientes, basado en ejercicios para recuperar el rango articular y fortalecimiento. Para ello, se realizará una revisión bibliográfica de los ejercicios para autotratamiento más apropiados para la/s lesión/lesiones detectada/s.
Objetivo principal: Se realizó un muestreo secuencial aleatorio durante 6 meses, de pacientes en edades comprendidas entre 18 y 65 años. Para ello se utilizará el programa informático Lázaro desarrollado por el Departamento de Informática del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) del Gobierno del Principado de Asturias y de uso en los centros de Atención Primaria del Principado de Asturias.
Se realizó una búsqueda con los siguientes parámetros:
Con dicha búsqueda, se consiguieron un total de 523 derivaciones. Cada derivación corresponde a un paciente diferente y con únicamente una patología como motivo de atención (no existe duplicidad de pacientes o diagnósticos).
Objetivo secundario: realizar una búsqueda bibliográfica de una de las patologías más frecuentes detectada en el estudio, en recursos y fuentes de información útiles en la práctica de la medicina basada en la evidencia en internet como, por ejemplo, PubMed, Medline, Cochrane plus, Guía Salud, Fisterra,... De forma paralela se realizó una segunda búsqueda en páginas web especializadas como semfycl, fisioterapia-online, que pudieran aportar información actualizada sobre el tema.
Tras conocer más información sobre la patología seleccionada, se realiza un plan o programa de entrenamiento, en base a la bibliografía seleccionada y a la experiencia profesional.
Con los datos se realizó un estudio estadístico utilizando como base una hoja Excel. Todas las muestras obtenidas fueron válidas para el estudio y posterior análisis.
Tras el estudio exhaustivo de las 523 derivaciones, se detectó que las zonas corporales más habituales afectadas por los TME en la población estudiada fueron, en orden de mayor a menor porcentaje:
Un hallazgo del estudio ha sido, como indican los gráficos, que:
De las 523 derivaciones, más de la mitad de las consultas atendidas en el Servicio de Fisioterapia fueron de las patologías que estadísticamente han sido causa de estudio en este trabajo (291).
La importancia de conocer los TME más frecuentes en la sociedad puede ayudar a entender la necesidad de intervenir en éstas áreas, dirigir el trabajo del fisioterapeuta de Atención Primaria hacia estrategias oportunas y eficaces que permitan disminuir la prevalencia de éstas patologías.
Los TME son la tercera causa de baja laboral de nuestro país29. El conocimiento de las mismas permitiría reducir la duración y el número de IT.
Aunque el resultado detectado, afectaba a tres áreas corporales diferentes, se decidió realizar la estrategia de tratamiento del hombro doloroso por ser la patología más conocida y tratada por la autora, siendo preferencia su estudio más profundo para mejorar en su labor asistencial.
Comentar, que se observó que no existían derivaciones incorrectas por parte del médico de Atención Primaria, y que todas las derivaciones cumplían los protocolos de derivación implantados en el lugar a estudio.
Limitación del estudio: se desconoce el porcentaje de pacientes con patologías crónicas derivados desde Atención Primaria e incluidos en los tratamientos en el Servicio de Fisioterapia de Atención Primaria, así como el sexo de los mismos, siendo éstos un punto negativo del estudio.
Todos los ejercicios se realizarán en tandas de 1 sesión, con 10 repeticiones (según tolerancia, sino se comienza con 5 y se va en aumento) y 1 vez al día.
Se realizarán de forma suave, sin que aparezca en ningún momento dolor y se elegirán aquellos ejercicios según lo que permita el grado de lesión del hombro.
Todos ellos deben realizarse en un entorno seguro y tranquilo, con ropa adecuada y líquido para una buena hidratación.
Inclinar lateralmente el cuello hacia un lado 10 veces, de forma suave y sin mover los hombros. Después repetir el ejercicio pero hacia el otro lado otras 10 veces.
Movimientos suaves para evitar daño.
Figura 20: Programa de ejercicios para hombro30.
Tomar aire por la boca, y mientras lo expulsamos, realizar el movimiento siguiendo la numeración de la imagen.
Figura 21: Programa de ejercicios para hombro30.
Abrir y cerrar todo lo que se pueda ambas manos, sin incluir el pulgar en el puño.
Figura 22: Programa de ejercicios para hombro30.
Se realizará en ambos brazos.
Empujar con la mano contraria para provocar un aumento de la flexión hasta notar sensación de tirantez. Mantener contando hasta 3 y soltar. Repetir.
Figura 23: Programa de ejercicios para hombro30.
Se realizará en ambos brazos.
Empujar con la mano contraria para provocar un aumento de la flexión hasta notar sensación de tirantez. Mantener contando hasta 3 y soltar. Repetir
Figura 24: Programa de ejercicios para hombro30.
Colocar los codos en flexión de 90º pegados al cuerpo. Realizar un movimiento de empuje de codos hacia atrás. Mantener 3 segundos y volver a la postura inicial. Repetir.
Figura 25: Programa de ejercicios para hombro30.
Colocamos la mano del brazo afectado sobre el hombro contrario, y con ayuda de la otra mano, ejercemos un empuje del hombro hacia atrás.
Figura 26: Programa de ejercicios para hombro30.
Debemos realizar un movimiento de empuje del brazo afectado contra resistencia de la mano sana y soltar.
Figura 27: Programa de ejercicios para hombro30.
Sujetando con la mano del brazo sano la mano del brazo afecto, se ejerce un movimiento de desplazamiento de la mano afecta por la espalda en sentido ascendente hasta un punto que sea tolerado. Se libera la presión y se repite.
Figura 28: Programa de ejercicios para hombro30.
Con las manos apoyadas en la pared a la altura de los hombros, se deja caer el peso del cuerpo sobre las manos evitado mover los pies del suelo. Mantener la posición contando hasta 3 y volver a la posición inicial.
Figura 29: Programa de ejercicios para hombro30.
Elegimos un rincón de la casa en el que estemos cómodos, sin obstáculos. Colocamos las manos sobre ambas paredes a la altura de los hombros, y vamos acercando el pecho suavemente hasta un punto en el que se sienta tirantez. Contamos hasta 3 y volvemos a la posición inicial.
Figura 30: Programa de ejercicios para hombro30.
A: Con el brazo afecto pegado a la pared, con una toalla entre el cuerpo y el brazo, y el codo en flexión de 90º, realizar un movimiento de empuje de con el dorso de la mano hacia la pared. Contar hasta 3 y liberar la tensión. Repetir.
B: En la misma posición, coger el brazo afecto a la altura de la muñeca con la mano contraria y empujar la mano del brazo afectado hacia el vientre mientras la otra mano ejerce oposición (no permite que se lleve a cabo dicho movimiento). Contar hasta 3 y liberar la tensión. Repetir.
Figura 31: Programa de ejercicios para hombro30.
Con la toalla entre el cuerpo y el brazo afectado, apoyados en la pared con la parte del cuerpo sana, y el codo a 90º, realizamos el movimiento de tirar de la cinta elástica unos 45º, manteniendo la posición contando hasta 3 y liberando la tensión. Repetir.
Figura 32: Programa de ejercicios para hombro30.
Con la toalla entre el cuerpo y el brazo afectado, y el codo a 90º, realizamos el movimiento de tirar de la cinta elástica unos 45º (llevar la mano hacia la barriga), manteniendo la posición contando hasta 3 y liberando la tensión. Repetir.
Figura 33: Programa de ejercicios para hombro30.
Con los brazos estirados y las manos sujetas a la cinta elástica, flexionar los codos y llevar ambos brazos hacia atrás provocando una tensión de la cinta. Contar hasta 3 en ésta posición y volver a la posición inicial. Repetir.
Figura 34: Programa de ejercicios para hombro30.
Con ayuda de un palo, elevar los brazos hasta donde aparezca molestia. Mantener la posición durante 5 segundos. Volver a posición inicial y repetir.
Figura 35: Programa de ejercicios para hombro30.
Apoyados en el brazo sano, dejar balancear el brazo afecto libre, relajado, hacia delante-atrás, dentro-fuera y en círculos. Mantener entre 1-3 minutos éste ejercicio.
Figura 36: Programa de ejercicios para hombro30.
Con los pies bien apoyados en el suelo y las manos en los reposabrazos, se ejerce un movimiento suave de elevación del cuerpo hasta estirar por completo los codos. Contar hasta 3 y volver a sentarse. Repetir.
Figura 37: Programa de ejercicios para hombro30.
Sentado al borde de una mesa, con los pies apoyados en el suelo y la espalda apoyada en la silla, deslizamos la mano y el antebrazo por la mesa hacia delante. Mantener la postura final durante 3 segundos y volver a la posición inicial.
Para facilitar el ejercicio, se puede utilizar un paño en la mano para mejorar el deslizamiento.
Figura 38: Programa de ejercicios para hombro30.