El suicidio supone uno de los eventos más trágicos a los que se enfrenta esta Sociedad. El constante aumento del número de casos, así como el hecho de que afecte a personas cada vez más jóvenes hace que sea necesario la implementación de medidas para su prevención. Por su fácil aplicación, su accesibilidad y su buena relación coste-beneficio, el ejercicio físico, a través de sus múltiples efectos físicos y psicológicos, puede constituir una de formas más útiles para ello.
Un investigador ha realizado una revisión bibliográfica entre abril y junio de 2023 en las principales bases de datos de literatura científica: PUBMED, MEDLINE, LILACS, IBECS, ENFISPO, COCHRANE y CUIDEN. Utilizando las diferentes palabras clave combinadas mediante los distintos operadores booleanos, fueron identificados 115 artículos publicados en inglés o español en los últimos 5 años.
Siete artículos han sido seleccionados para su análisis. Todos ellos estudiaron el efecto del Ejercicio Físico sobre la conducta suicida en adolescentes. La diferencia entre sexos, el tipo de ejercicio más adecuado, la intensidad, el volumen y la frecuencia de este, también han sido analizadas.
El ejercicio físico, en todas sus variantes, previene las conductas suicidas en adolescentes y mejora su salud mental. Esta relación es más clara en el caso de los chicos que en el de las chicas para las que se necesitarían más estudios. La irregularidad metodológica de los estudios impide establecer una forma de ejercicio más útil, pero si se recomiendan los ejercicios colectivos.
Ejercicio físico, sedentarismo, suicidio, adolescencia, deporte.
Suicide is one of the most tragic events facing this Society. The constant increase in the number of cases, as well as the fact that it affects younger and younger people, makes it necessary to implement measures for its prevention. Due to its easy application, its accessibility and its good cost-benefit ratio, physical exercise, through its multiple physical and psychological effects, can be one of the most useful ways to chieve this porpouse.
A single researcher has carried out a bibliographic review between April and June 2023 in the main databases: PUBMED, MEDLINE, LILACS, IBECS, ENFISPO, COCHRANE and CUIDEN, using the different keywords combined through the different boolean operators,115 articles, published in English or Spanish, in the last 5 years, had been identified.
Seven articles have been selected for analysis. All of them, studied the effect of physical exercise on suicidal behavior in adolescents. The difference between sexes and the most appropriate type, intensity, volume or frequency of physical exercise have also been analyzed.
Physical exercise, in all its variants, prevents suicidal behavior in adolescents and improves their mental health. This relationship is clearer in the case of boys than in the case of girls, for whom more studies would be needed. The methodological irregularity of the studies prevents establishing a more useful form of exercise but collective exercises are recommended.
Physical exercise, sedentary lifestyle, suicide, adolescence, sport
Con el fin de contextualizar de forma adecuada el estudio, intentaremos realizar una aproximación al concepto de suicidio, resaltaremos su alta incidencia, hablaremos de los distintos tipos, fases, métodos, formas de prevención y mitos sobre este evento. Posteriormente estudiaremos el periodo de la adolescencia como época de cambios, conflictos y problemas psicológicos que inducen al pensamiento suicida y, finalmente, revisaremos el potencial del ejercicio físico a través de sus efectos a distintos niveles como posible factor protector frente al suicidio.
Con el fin de abordar de una manera completa el tema de estudio, conviene comenzar este por una definición del término que vamos a investigar “el suicidio”: Del latín SUICIDIUM podemos definirlo como el acto por el cual una persona se provoca así mismo la muerte de forma intencionada (1). Aunque las causas son muy variadas deberíamos hablar de la existencia previa de un sufrimiento psíquico y un estado de desesperanza derivada de diversas circunstancias vitales como pueden ser problemas económicos, conflictos en relaciones interpersonales, estados de enfermedad, acoso físico y/o psicológico, sentimiento profundo de soledad . Estos estados pueden desencadenar una enfermedad mental previa que solemos catalogar como trastornos límite de personalidad, depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, drogodependencia, alcoholismo. En general, el suicidio lo llevan a cabo personas que ya están cansadas de lidiar con una situación le es imposible controlar. Las personas que sufren estas situaciones van poco a poco mostrando deseos de muerte con frases como “mi vida ya no tiene sentido” o “no encuentro un motivo para vivir”, la incapacidad de descargar las angustias, el agotamiento de la vida social, el comportamiento impulsivo y la introversión acentuada (2).
Figura 1: Suicidio en adolescencia. Fuente: CNN en español 2019
Es necesario recordar primeramente que la disponibilidad y la calidad de los datos sobre el suicidio y los intentos de suicidio son insuficiente en todo el mundo. Solo unos 80 Estados Miembros disponen de datos del registro civil de calidad que se pueden utilizar directamente para estimar tasas de suicidio. Aunque el problema de la escasa calidad de los datos sobre mortalidad no es exclusivo del suicidio, la notificación insuficiente y la clasificación errónea de los casos de suicidio son, probablemente, mayores que con causas de defunción porque las conductas suicidas son una cuestión delicada e incluso ilegal en algunos países. Las diferencias entre los países relativas a los patrones, las tasas y las características de los suicidios, así como a los métodos utilizados, ponen de relieve la necesidad de que cada país mejore la integridad y la calidad de sus datos y la rapidez con que se obtienen. Con ese fin, se deben hacer constar los suicidios en los registros civiles y los intentos no consumados en los registros hospitalarios, y se han de realizar estudios nacionales representativos que recopilen información sobre intentos de suicidio notificados por la propia persona. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se suicidan cerca de 700.000 personas en todo el mundo. Por cada suicidio consumado hay muchas tentativas de suicidio. En la población general, un intento de suicidio no consumado es el factor individual de riesgo más importante. El suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años (3)
Las tasas de suicidio disminuyeron en los 20 años transcurridos entre 2000 y 2019: la tasa mundial se redujo en un 36%, con descensos que oscilaron del 17% de la Región del Mediterráneo Oriental al 47% de la Región de Europa y el 49% del Pacífico Occidental (3)
Gráfico 1: Situación Mundial del Suicidio. Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS). Año 2016 (3)
Gráfico 2: situación Europea del Suicidio. Fuente: Eurostat. Año 2015 (4)
Los suicidios representan un poco más del uno por ciento de las muertes en la Unión Europea, según relata un nuevo informe de Eurostat. En 2015, la tasa de suicidio disminuyó ligeramente en la UE. Un poco más de 56.000 personas se quitaron la vida, alrededor de 2.000 menos que el año pasado. El suicidio entre los hombres sigue siendo alto, ya que el estudio halló que casi 8 de 10 de estas muertes fueron provocadas por personas de sexo masculino, lo que equivale al 77%. Además, se determinó que cerca del 31% tenía entre 45 y 60 años. De toda la UE, Lituania tiene la tasa de suicidio más alta, con 30 suicidios por cada 100.000 habitantes. En cifras absolutas, Alemania (10.200 muertos) y Francia (9.200) fueron los dos Estados miembros de la UE que registraron el mayor número de suicidios (4). Al contrario, las tasas más bajas de suicidio fueron registradas en Chipre (4 suicidios por cada 100 000 habitantes), Grecia (5), Italia (6), el Reino Unido (7), España y Malta (ambos 8).
A nivel Nacional la situación es muy similar, existiendo una gran disparidad en el número de fallecimientos debido a suicidios entre las cifras aportadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y los Institutos de Medicina Legal (IML) de España, lo que manifiesta las dificultades en los flujos de información y la necesidad de continuar mejorando el sistema de registro de causas de muerte. Para mejorar este hecho muchos autores sugieren la modificación de la metodología para el registro de suicidios, proponen un indicador que denominan «número de suicidios identificados provinciales» (NSIP) y definen como «el número más alto de suicidios en una provincia y año». Este indicador se fundamenta en la presunción que resulta improbable que se registren suicidios que no sean tales. Sin embargo, sí se ha comprobado la existencia del registro incorrecto como suicidio de defunciones debidas a otras causas, como caídas no intencionadas. Por otra parte, incluso si tanto los datos del INE como los de los IML fueran igualmente exhaustivos y válidos, cabría esperar ligeras discrepancias en sus totales, ya que los primeros corresponden a residentes en España fallecidos en territorio español según la provincia de residencia, y los segundos a todas las muertes judiciales sucedidas en cada provincia independientemente de la nacionalidad y el lugar de residencia (5)
Gráfico 3: Cifras nacionales del suicidio. Fuente. Instituto Nacional de Estadística. Año 2020 (6)
Los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística en el año 2020 son demoledores, España registró una cifra cercana a los 4000 suicidios, mayoritariamente hombres (casi 3000) lo que suponen 11 suicidios al día, un suicidio cada poco más de dos horas. Estas cifras convierten el suicidio en una de las causas de muerte más frecuente. El propio INE destaca que son los grupos de edad entre 30-39 años y 50-60 años los que experimentas tasas superiores de suicidio. Pero en ningún caso debemos desdeñas el elevado número de muertes que se producen por esta causa entre los jóvenes y adolescentes 300 muertes entre los 15-29 años y más alarmante aún el hecho de que se hayan suicidado 14 personas de menos de 15 años durante el 2020 (6)
Gráfico 4: Suicidios en España por grupos de edad. Fuente: Instituto Nacional de Estadística. Año 2020 (6)
Por Comunidades Autónomas observamos también la existencia de tasas de suicidio muy desiguales. Los mayores índices se concentran en el Sur y Noroeste peninsular. Comunidades Autónomas como Galicia y Andalucía presentan provincias donde el índice de suicidios supera los 140 casos por millón de habitantes. La Coruña, Lugo, Asturias, Málaga y Jaén eran en el año 2018 las provincias con los datos más preocupantes.
Gráfico 5: Suicidio en España por regiones. Fuente: Instituto Nacional de Estadística. Año 2018 (6)
La presencia de pensamientos suicidas varía de forma relevante según la franja de edad, y se nota un incremento a medida que los niños y niñas alcanzan la adolescencia, el porcentaje de niños y niñas entre 4 y 8 años con este tipo de pensamientos es de un 2%, esta fracción se triplica en la adolescencia, alcanzando un 6% en el grupo entre 13 y 16 años. Otro factor a tener en cuenta es el sexo: los pensamientos suicidas se incrementan con la edad, siendo más recurrentes en niñas a partir de los 13 años. Entre menores de 12 años los pensamientos suicidas son más recurrentes en niños que en niñas, pero esta relación se invierte para los mayores de 13 años, donde un 7% de niñas frente a un 5% de niños, contemplaría la posibilidad de suicidarse (6)
Es muy importante relevar una constante tanto en España como en casi todos los países de la Unión Europea, las menores parecen más afectadas por intenciones o pensamientos suicidas, pero es mayor la proporción de los chicos que terminan por cometer este acto.
Entre los factores de riesgo a tener en cuenta en relación con el suicidio en adolescentes se encuentra el nivel de renta familiar. Si analizamos el nivel de renta queda claro que, en los hogares con rentas más altas, el porcentaje de niños y niñas que han manifestado su intención de suicidarse es del 1,25%. Este porcentaje se triplica, hasta llegar al 4%, en las familias con rentas bajas. Se trata de un dato muy preocupante si tenemos en cuenta que justo estos hogares tienen menos recursos para tratar de ayudar a los adolescentes.
Gráfico 6: Porcentajes de problemas mentales/conducta en adolescentes por clases sociales. Fuente: Desconocida
No podemos hablar de suicidio en la adolescencia sin mencionar el factor de riesgo emergente que representan las nuevas tecnologías y especialmente las redes sociales. En estos nuevos canales de comunicación muy en uso entre los jóvenes, la información, así como los retos y los juegos, no tienen un control y están al alcance de cualquiera. Estos canales pueden ser muy peligrosos para chicos y chicas especialmente influenciables. Además, los expone a ser víctimas de violencia online que deriva especialmente del uso que hacen de internet para relacionarse.
Finalmente es necesario considerar que el riesgo relevante de suicidio está relacionado con situaciones vitales estresantes, emocionalmente intensas para las que los jóvenes no hayan podido desarrollar recursos internos para enfrentarse a ellas: conflictos familiares graves, separaciones conflictivas, humillaciones, malos tratos, soledad, desengaños amorosos, muertes de seres queridos, separaciones, pérdidas de amigos, cambios de residencia, fracaso escolar, conflictos de discriminación y/o aceptación sexual, así como el bullying.
Figura 2: Bullyng. Fuente: Onda Cero Digital “el Suicidio es la principal causa de muerte en España entre los 15 y 29 años” (28/02/2023)
No podríamos comprender fácilmente las etapas del suicidio, ni la evolución de los pensamientos suicidas, si no realizamos un intento de clasificar este tipo de actos, puesto que, aunque el resultado sea el mismo, las motivaciones, el proceso en sí y la forma de llevarlo a cabo es muy diferente de unos a otros (7,8)
Existen varios tipos de suicidio que se han clasificado según diferentes criterios, uno de estos criterios puede ser la finalidad con la que se lleva a cabo acto, lo que nos permite hablar de:
Como decimos no hay una única forma de categorizar los tipos de suicidio, ya que cada caso es único y está influenciado por una combinación de factores. Otra clasificación se fundamenta en las motivaciones y circunstancias que rodean al acto suicida, hablaríamos entonces de:
Como observamos, la clasificación de los suicidios resulta bastante compleja, pero nos sirve para entender las causas y las formas en las que este se produce.
Figura 3: Tipos de Suicidios en adolescencia según Carl M. Durkheim. Fuente: Escuela argentina sobre el suicidio. Año 2015
Como ya vimos, existen muchos tipos de suicidios, algunos planificados y otros mucho más impulsivos. Si hablamos de suicidios más planificados podemos destacar la existencia de una serie de pasos previos (14) que van llevando al individuo a una sensación de no salida y a pensar en el fin de su vida como única manera de superar la situación. Es muy importante tratar de identificar alguna de las siguientes etapas con el fin de ayudar a la persona a buscar otro tipo de soluciones:
Gráfico 7. Fases del Suicidio. Fuente: Elaboración Propia
Las cifras sobre los métodos de suicidio varían según el país y la región, y pueden cambiar con el tiempo. Sin embargo, a continuación, se presentan algunas cifras generales sobre los métodos de suicidio que se han observado en diferentes estudios y fuentes (15,16):
Métodos más comunes: Los métodos más comunes de suicidio a nivel global incluyen el envenenamiento (incluyendo la intoxicación por medicamentos), el ahorcamiento, el uso de armas de fuego, el salto desde alturas y el uso de productos químicos tóxicos.
-Envenenamiento: El envenenamiento es uno de los métodos más utilizados en varios países. Puede implicar la ingesta de sustancias tóxicas o medicamentos en dosis letales.
-Ahorcamiento: El ahorcamiento, que incluye el ahorcamiento con cuerdas o cinturones, es otro método común en muchos países.
-Armas de fuego: El uso de armas de fuego es un método habitual en aquellos países donde la disponibilidad de armas de fuego es alta.
-Saltos desde alturas: Los saltos desde lugares altos, como edificios o puentes, también son un método utilizado por algunas personas.
-Intoxicación por drogas: El uso de drogas en dosis letales, ya sea de forma intencional o accidental, también puede ser un método de suicidio, quizás sea el método más frecuentemente utilizado en países desarrollados con acceso a este tipo de sustancias.
Es importante tener en cuenta que estos datos son generales y pueden variar significativamente entre países y regiones. Los factores culturales y la accesibilidad a los diferentes medios para llevarlos a cabo, determinar una gran diferencia de resultados entre unos países y otros.
Figura 4: Formas de suicidio. Fuente: Gettyimages. Año 2016
Quizás este capítulo constituye uno de los más importantes de esta introducción, ya que el objetivo último en lo que al suicidio se refiere, es tratar de evitar que este se lleve a cabo y para eso lo más importante es la prevención. Esta prevención de debe de llevar a cabo a distintos niveles (11,12), se nombran, a continuación, los abordajes más importantes:
Aquí hay algunas organizaciones reconocidas que podrían ser útiles:
La IASP es una organización global dedicada a prevenir el suicidio y brindar apoyo a aquellos afectados por esta problemática. Su sitio web proporciona información y recursos sobre prevención del suicidio.
La National Suicide Prevention Lifeline es una línea de ayuda disponible las 24 horas del día en Estados Unidos. Su sitio web ofrece información y recursos para la prevención del suicidio.
Samaritans es una organización del Reino Unido que brinda apoyo emocional a personas que están pasando por momentos difíciles, incluyendo pensamientos suicidas. Proporcionan líneas de ayuda telefónica y recursos en su sitio web.
El Centro de Valoración y Atención de Urgencias Psicológicas de España ofrece información y apoyo especializado en la prevención del suicidio. Su sitio web cuenta con recursos y enlaces a organizaciones relacionadas.
Estos recursos pueden proporcionar información y apoyo adicional para comprender y abordar los desafíos relacionados con la adolescencia y el suicidio. Es importante recordar que siempre es mejor buscar el apoyo de profesionales de la salud mental en situaciones tan delicadas.
Figura 5: Dia Mundial para la Prevención del Suicidio. Fuente: Revista Cambio. Año 2019
Son muchas las ideas equivocadas asociadas al suicidio, que hoy en día continúa siendo una especie de tabú en nuestra sociedad, lo que implica la existencia de ciertos mitos muy frecuentemente asociados a este acto y que pueden contribuir a una comprensión inexacta y a la estigmatización de las personas que luchan con pensamientos suicidas o que han fallecido por suicidio. En este capítulo vamos a intentar abordar cuales son los estigmas más unidos al suicidio con el fin de desmitificarlos y acercar el suicidio a nuestra realidad cotidiana (13):
Quizás, el primer estigma más extendido es que solo las personas con problemas mentales se suicidan. Es sabido que los problemas de salud mental, como la depresión y los trastornos de ansiedad, aumentan el riesgo de suicidio, pero lo que está claro es que no todas las personas que luchan con pensamientos suicidas tienen una enfermedad mental diagnosticada, cualquier persona puede verse afectada por pensamientos suicidas, muchas veces estos pensamientos suicidas se producen de manera aguda ante situaciones que desbordan al individuo y que no vienen precedidas de signos de enfermedad mental previa.
Otra idea muy generalizada es que el suicidio es un acto egoísta. Esta afirmación sugiere que las personas que consideran el suicidio están pensando solo en sí mismas y no consideran el impacto que tendría en los demás. Debemos analizar que la mayoría de las personas que luchan con pensamientos suicidas están atrapadas en una intensa angustia emocional y mental, y pueden creer genuinamente que su muerte sería un alivio, pero no solo para ellos, en muchos casos se asocia el intento de evitar el sufrimiento a los seres cercanos para evitarles lidiar con un problema que ha desbordado a la propia persona, como si de un cortafuegos se tratase.
Para mucha gente, el suicidio constituye una manera de mayarla atención. Esto constituye una peligrosa manera de minimizar el sufrimiento emocional y evita que se puedan tomar medidas al respecto. Es necesario resaltar que la mayoría de personas que sufren pensamientos suicidas están experimentando un gran sufrimiento y en ningún caso se trata de una manera de llamar la atención, si no de una forma desesperada de superar una crisis, por ello necesitan ayuda profesional y apoyo emocional para superar esas crisis.
Otro abordaje equivoco de los aspectos asociados al suicido es creer que hablar sobre el suicidio con alguien puede empujarlo a cometerlo. Esta idea puede impedir que las personas hablen abiertamente y esto impide que se puedan tomar medidas al respecto. Es muy importante tratar de hablar abierta y respetuosamente sobre los sentimientos suicidas para brindar a las personas la oportunidad de expresar su angustia y buscar ayuda. Hablar sobre el tema no aumenta el riesgo, sino que puede ser un primer paso hacia la recuperación. Del mismo modo, también existe el pensamiento que una vez que alguien ha pensado en el suicidio, siempre serán personas de riesgo con esta idea asociada. Las personas que han experimentado pensamientos suicidas pueden tener un mayor riesgo en el futuro, pero esto no significa que siempre estarán en peligro. Un abordaje holístico del problema puede conseguir que la gente que haya experimentado pensamientos suicidas consiga gestionar de forma más adecuada sus problemas y estos desaparezcan definitivamente.
Es fundamental conseguir erradicar estos estigmas sobre el suicidio, ya que permitirán un mayor acercamiento y comprensión hacia la gente que los sufre y abrirán la posibilidad de conversaciones abiertas y sinceras que consigan un efectivo afrontamiento de los problemas.
Figura 6: Mitos y realidades sobre el suicidio. Fuente: Gobierno de Méjico. Secretaria de Salud Y seguro Popular. Año 2019
La adolescencia es una etapa del desarrollo humano que se sitúa entre la infancia y la edad adulta. La adolescencia generalmente comienza alrededor de los 10-12 años con el inicio de la pubertad y se extiende hasta aproximadamente los 18-20 años, aunque existe gran variabilidad de unos individuos a otra determinada fundamentalmente por la manifestación del desarrollo hormonal. La adolescencia constituye un periodo delicado en el desarrollo humano pues se producen una gran cantidad de cambios físicos, mentales y sociales que pueden originar confusión y rechazo, dando lugar a problemas que se manifiesten posteriormente en la etapa adulta (17). Recogemos aquí los cambios más significativos de este periodo:
Todos estos cambios tanto en chicos como en chicas pueden generar una amplia gama de reacciones en los jóvenes, estas reacciones varían de un adolescente a otro y dependen de diversos factores, experiencias previas, contexto familiar, apoyo social, personalidad…
Figura 7: Cambios físicos en la adolescencia. Fuente: INDISA, clínica de familia. Año 2016
Vemos que la adolescencia es una etapa de la vida llena de cambios y desafíos. Durante esta etapa el adolescente se enfrenta a una serie de retos que pueden dar lugar a origen de múltiples patologías a nivel mental que desencadenen las conductas suicidas (18)
Entre los principales generadores de conflictos personales nos encontramos:
Figura 8: Conflictos en la adolescencia. Fuente: Mindic. Psicología y Salud. Año 2019
Figura 9: Datos sobre Cyber-bullying. Fuente: REA. Asociación Castellano-leonesa para la defensa de la infancia y la juventud. Año 2019
Nos encontramos por lo tanto en una etapa donde se experimentan muchos cambios y donde el adolescente está sometido a nuevos retos para ellos desconocidos. Todos estos factores pueden condicionar que el adolescente se vea perdido y desarrolle una serie de respuestas desadaptativas que pueden originar diversos problemas a nivel psicológico (19). Exponemos, a continuación, las más frecuentes:
Figura 10: Problemas psicológicos del adolescente. Fuente: www.istockphoto.com.
Es conveniente recordar que cada individuo es diferente y si bien estos problemas son los más comunes, nos podemos encontrar muchos otros en función de la manera que tiene el adolescente de afrontar esta etapa de su vida.
Los dos capítulos anteriores ponen de manifiesto que la adolescencia es una etapa de grandes cambios lo que supone grandes retos que pueden derivar en problemas a nivel psicológico, esto incluye el tema que nos ocupa, el riesgo de suicidio. Aunque hablar de este tema puede ser delicado, es importante entender y abordar el suicidio en la adolescencia de manera adecuada.
Cabe recordar que la prevalencia del suicidio en España durante la adolescencia es relativamente alta, siendo como ya vimos una de las principales causas de muerte entre los 15 y los 29 años (6). Es importante estar atento a las señales de advertencia que pueden indicar que un adolescente está en riesgo de suicidio, entre estas nos encontramos, cambios drásticos en el comportamiento o el estado de ánimo, aislamiento social, expresiones verbales o escritas sobre desesperanza o querer morir, regalar pertenencias personales… Resulta tremendamente importante la detección y el apoyo precoz, identificar y abordar los signos de riesgo de suicidio en los adolescentes, los padres, educadores y profesionales de la salud deben estar atentos a los cambios en el comportamiento y el estado emocional de los adolescentes, brindar apoyo emocional, comunicarse abierta y honestamente, y buscar ayuda profesional son acciones cruciales para ayudar a prevenir el suicidio. Constituyen factores de riesgo de suicidio, la depresión, los trastornos de ansiedad, los antecedentes familiares, el abuso de sustancias, las experiencias de acoso o abuso, falta de apoyo social y acceso a medios letales (20). Si bien, es necesario señalar que los adolescentes no suelen tener pensamientos suicidas sino sentimientos de desesperanza y angustia vital que les pueden arrastrar al alto suicida. Existen recursos y servicios disponibles para ayudar a los adolescentes en situación de riesgo. Las líneas de ayuda de prevención del suicidio y las organizaciones especializadas pueden ofrecer apoyo y asesoramiento. Además, buscar la ayuda de profesionales de la salud mental, como psicólogos o psiquiatras, es esencial para evaluar y tratar los problemas psicológicos subyacentes.
Figura 11: Adolescencia y suicidio. Fuente: Diario de Nueva York 24/05/2018
La conducta suicida en los adolescentes puede ser especialmente importante, recordemos que esta es una de las etapas más vulnerables debido a la gran cantidad de cambios que se producen y los nuevos retos a los que se enfrentan, pesemos que es la etapa previa a la edad adulta y donde también se pueden manifestar muchos de los problemas que aquí se inicien.
Es muy importante estar atentos a aquellos signos que pueden evidenciar la existencia de pensamientos suicidas en los adolescentes (21):
Es importante recordar que estos signos no siempre son evidentes y pueden variar entre los adolescentes. Lo que es muy importante, es tomárselo en serio y no simplemente como una mera llamada de atención o un berrinche ante una situación insatisfactoria, si se sospecha que un adolescente puede estar en riesgo de suicidio, es fundamental tomarlo en serio y buscar ayuda de inmediato. Es necesario recurrir a profesionales de la salud mental, buscando siempre todo el apoyo necesario.
Figura 12. Prevención del Suicidio. Fuente: Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud. Año 2017
Existen varias escalas de valoración del suicidio que se utilizan en el ámbito clínico y de investigación para evaluar el riesgo de suicidio en individuos. Estas escalas son herramientas diseñadas para ayudar a los profesionales de la salud a identificar y evaluar la gravedad del riesgo suicida. Aquí hay algunas de las escalas más comunes (22,23):
Estas son solo algunas de las escalas utilizadas en la valoración del suicidio. Es importante destacar que estas escalas deben ser utilizadas por profesionales de la salud capacitados y no son una herramienta definitiva para predecir el comportamiento suicida. La evaluación del riesgo de suicidio es un proceso complejo que requiere una evaluación integral de los factores de riesgo y protectores individuales.
Se conoce como ejercicio físico al “conjunto de movimientos corporales que se realizan para mantener o mejorar la forma física”, se trata de movimientos corporales planificados, repetitivos y en ocasiones supervisados, con el objetivo de estar en forma física y gozar de una salud sana (1).
Hoy en día está muy constatado que el ejercicio físico influye de forma positiva en el desarrollo intelectual y emocional de niños y adolescentes (24, 25), lo cual permite desarrollar la creatividad, tener un mejor control de los problemas, contribuye con poseer una adecuada autoestima, ayuda a socializar, entre otros, y es por ello que en todos los planteles educativos incentivan a la realización de ejercicios físicos a través de sus aulas de educación física.
Al estado contario de ausencia de este tipo de movimientos lo denominamos sedentarismo, representa una ausencia de actividad y, por lo tanto, el gasto energético es mínimo, se puede decir que una persona sedentaria al no practicar ningún ejercicio, es más propensas a sufrir enfermedades como: diabetes, hipertensión, dislipemias.
Figura 13: Concepto de Ejercicio Físico. Fuente: Red Local de Acción en Salud. Junta de Andalucía. Año 2021
Vamos a describir a continuación los efectos beneficiosos del ejercicio físico a nivel de los distintos órganos y sistemas para de esta manera darnos cuenta del potente instrumento del que disponemos para frenar el desarrollo de múltiples patologías a nivel físico y mental (26):
Figura 14: Efectos biológicos del Ejercicio Físico. Fuente: #celebramoscadasfuerzo
Vamos a centrarnos ahora en un aspecto que nos interesa aún más en el tema que estamos tratando y son los beneficios del ejercicio físico a nivel psicológico, este tiene numerosos beneficios psicológicos (27), los más importantes los detallamos a continuación:
Figura 15: Efectos psicológicos del ejercicio físico. Fuente: AIDÉ psicología
Como hemos visto el ejercicio físico produce importantes cambios a nivel de la salud física y mental, si a esto unimos que durante la adolescencia se produce una época de crisis en la que son frecuentes este tipo de problemas, sin lugar a dudas, podremos llegar a firmar que la realización de ejercicio físico en la adolescencia contribuirá a mejorar la salud física y mental de nuestros jóvenes y, en consecuencia, a una disminución de las tasas de suicidio en esta franja de edad.
Analizaremos los distintos efectos que produce el trabajo físico relacionándolos con la evitación de los problemas más frecuentes en la adolescencia (28,29)
A nivel psicológico el ejercicio físico produce el aumento en la secreción de una serie de hormonas muy relacionadas con el estado del ánimo, por una parte, el aumento de la secreción de serotonina, sabemos que los niveles bajos de serotonina se relacionan con estados depresivos que a su vez están presentes en la mayoría de ideaciones suicidas. Junto con otros neurotransmisores la dopamina ayuda a regular los estados de miedo, angustia, irritabilidad y agresividad, lo que permite al adolescente gestionar de forma más eficaz situaciones desfavorables evitando y controlando los estados bipolares frecuentes en el adolescente con ideaciones suicidas. Ayuda a controlar la función cognitiva y los ritmos circadianos de actividad descanso, esto contribuye, por una parte, a mejorar el rendimiento académico y a sentirse más capaz, más valorado y más integrado y, por otra parte, ayuda a un mejor descanso y mayor claridad de ideas induce respuestas más adaptadas ante estímulos del medio. Otro neurotransmisor cuya secreción se estimula es la dopamina, esta tiene una función esencial en la percepción de placer, es clave para promover los procesos de seducción, sexualidad, deseo… Es fácil entender que a mayor sensación de placer, mejor estado general y menores deseos auto-líticos. Finalmente, otro de los neurotransmisores más implicados en el ejercicio físico son las endorfinas y las encefalinas, ayudan a la recuperación física y mental del adolescente, promueven la calma y crean un estado de bienestar, reduciendo las posibles sensaciones dolorosas. Este efecto tiene asociaciones muy positivas con la evitación de conductas adictivas hacia otro tipo de sustancias que provocan este mismo aumento, pero de manera artificial y nociva para el adolescente.
Muchos de los efectos que produce el esfuerzo físico en el adolescente están muy relacionados con los efectos biológicos. El ejercicio produce un aumento del metabolismo que se traduce en un incremento de la masa muscular y descenso del porcentaje de grasa corporal. Este fenómeno, en una sociedad donde se priman los ideales de belleza, tiene efectos positivos en el adolescente al sentirse más atractivo. Del mismo modo, vimos como los trastornos de alimentación tipo bulimia y anorexia estaban muy relacionados con la adolescencia y la búsqueda de reconocimiento social. Gracias al ejercicio físico el adolescente se verá más atractivo y reducirá su atención hacia la ingesta alimentaria.
El ejercicio permite un aumento de las capacidades físicas básicas, fuerza, velocidad, flexibilidad y resistencia, que, a su vez, se traducen en el incremento de la coordinación, del equilibrio y de otras cualidades motrices. El adolescente se verá más capaz de llevar a cabo los objetivos físicos que se proponga, eso genera un sentimiento de competencia, lo que le lleva a mejorar su autoestima.
Por un último, resaltar el importante efecto socializador que tiene el deporte y el ejercicio físico. Gran parte de las actividades físicas se desarrollan a través de deportes grupales, donde el adolescente va a formar parte de un equipo, desarrollando un papel concreto. Esto puede fomentar un apoyo de ese grupo humano en situaciones de necesidad fueran del contexto deportivo. Incluso cuando los deportes son individuales sabemos que su práctica se realiza con el apoyo de otras personas o en lugares donde se comparte el espacio con más gente lo que también puede suponer nuevos puntos de conexión y apoyo social.
En definitiva, vemos como el ejercicio físico a través de sus efectos biológicos, psicológicos y sociales es capaz de abordar la mayor parte de los problemas que afectan a los jóvenes durante su adolescencia.
Figura 16: Efectos del ejercicio físico en el adolescente. Fuente: Sportlife. Año 2022
Mediante la presente revisión bibliográfica vamos a analizar, desde la evidencia científica existente, la relación entre la práctica de ejercicio físico durante la adolescencia y el descenso del número de suicidios en esta franja de edad. Parece necesario llevar a cabo este estudio por los siguientes motivos:
Magnitud del problema: El constante aumento de las tasas de suicidio entre la población adolescente, tanto a nivel mundial como en nuestro propio país (3,4,6) (recordemos que se ha convertido en una de las primeras causas de muerte entre los 15-29 años) ponen en evidencia la magnitud de un problema al que es necesario abordar desde todos los ámbitos posibles.
Efectos muy positivos: El ejercicio físico ha demostrado a través de numerables estudios, los efectos positivos que se producen a nivel bio-psico-social en la gente que lo practica. Debemos de tener en cuenta, que estos efectos serán aún más positivos entre los adolescentes, en los que hemos visto que se encuentran sometidos a una serie de cambios y retos que les hacen muy susceptibles a sufrir cualquier tipo de desorden.
Escasas contraindicaciones: Se trata de actuaciones que apenas tienen contraindicaciones, más aún si hablamos de pacientes jóvenes. Los adolescentes, gracias al desarrollo hormonal, se encuentran en una situación ideal para la práctica de deporte u otras actividades físicas.
Buena relación coste-beneficio: Podemos presuponer que su implementación resultaría barata comparándola con otro tipo de políticas, pues no serían necesarios muchos más recursos materiales ni humanos de los ya existentes, únicamente habría que incentivar su uso, motivando al adolescente hacia este tipo de actividades.
Facilidad de implementación: Hay que tener en cuenta que la escolarización en España es obligatoria entre los 6 y los 16 años, lo que permite un acceso mucho más fácil y directo hacia la población diana. Para ello, solo sería necesario fomentar la actividad física en los centros educativos e intentar realizar una correcta identificación de aquellos adolescentes que desarrollen ideaciones suicidas.
Existencia de otros efectos positivos: La práctica de ejercicio físico no solo puede reducir el número de suicidios, sino que también tendría un efecto muy positivo sobre problemas de alimentación, baja autoestima, escasa socialización, bajo rendimiento académico, escasa resiliencia, bullying, igualdad, integración…
En definitiva, los resultados de este estudio permitirán analizar si una terapia tan económica, tan fácilmente aplicable y tan accesible como es la práctica de ejercicio físico en población adolescente, resulta eficaz o no en la reducción de las tasas de suicidio.
Se establece como objetivo fundamental estudiar si el ejercicio físico supone un factor protector frente al suicidio en población adolescente
Se establecen como objetivos secundarios:
Figura 17: Tipos de objetivos. Fuente: Gráficos Microsoft
Para la realización de esta Revisión Bibliográfica, un fisioterapeuta del Sistema de Salud de la Comunidad de Castilla y León (Sacyl), del Centro de Especialidades José Aguado, utilizando los medios bibliotecarios del Complejo Universitario Hospital de León al que pertenece este Centro y siguiendo en todo momento los protocolos establecidos por el Sacyl, ha llevado a cabo una búsqueda durante cuatro meses, entre marzo y junio de 2023, de aquellos estudios de mayor calidad científica que relacionaban el ejercicio físico con el suicidio en población adolescente. Solo se han incluido artículos publicados en los últimos 5 años y en inglés o español.
Con el fin de realizar esta revisión bibliográfica de una manera estandarizada y dar valor a los resultados, se han seguido los criterios de la declaración o valoración PRISMA (30) (Preferred Reporting Ítems for Sistematic reviews and Meta-Analyses). El estudio se expresa a través de siete secciones: título, resumen, introducción, métodos, resultados, discusión e implicaciones. Para la elección de los estudios se ha realizado una selección en 4 fases (flujograma).
Con el fin de centrar el tipo de estudio, así como la metodología y llevar a cabo las conclusiones de una forma adecuada, exponemos a continuación el formato de pregunta PICO utilizado:
INICIAL |
SIGNIFICADO |
CONTENIDO |
P |
Participants |
Personas adolescentes de ambos sexos con edades comprendidas entre los 10 y los 19 años (OMS) |
I |
Intervention |
Uso del Ejercicio Físico, en todas sus formas, como forma de evitarla aparición de conductas suicidas en adolescentes. |
C |
Comparation |
Se comparan intervenciones utilizando el ejercicio físico con otras en las que se utilizan actividades sedentarias. |
O |
Outcomes |
Escalas, cuestionarios, test que evaluaron las conductas suicidas y otras patologías asociadas a ellas como la ansiedad, la depresión, el uso de fármacos, el trastorno bipolar… |
Gráfico 8: Tabla de significados pregunta PICO. Elaboración propia.
Con el fin de facilitar la búsqueda se han utilizado las siguientes palabras o descriptores que nos han servido para focalizar nuestra búsqueda y acotarla.
Los descriptores MeSH / DECS han permitido obtener una lista de resultados menos extensas y más precisa, evitando el ruido bibliográfico. Con el fin de utilizar los más apropiados se han corroborado sus significados y la adecuación de su uso a través de las bases de datos Medline MeSH y Biblioteca de Ciencias de la Salud (BVS) DeCS.
En la siguiente tabla se muestran las palabras clave o descriptores utilizados:
MEDICAL SCIENCE HEADINGS (MeSH) |
DESCRIPTOTES EN CIENCIAS DE LA SALUD (DeCS) |
SUICIDE |
SUICIDIO |
ADOLESCENCE |
ADOLESCENCIA |
SEDENTARY LIFESTYLE |
SEDENTARISMO |
EXERCISE |
EJERCICIO FÍSICO |
SPORTS |
DEPORTE |
Gráfico 9: Tabla de términos MeSH / DeCS
Estos términos de busqueda han sido utilizados combinados con los siguientes marcadores booleanos AND, OR, NOT en las principales bases de datos de la literature científica sanitaria PUBMED, MEDLINE, LILACS, IBECS, ENFISPO, COCHRANE y CUIDEN.
Grrñafico 10: Piramide Evidencia Científica. Fuente: Centro de Diagnostico Medico de Otorrinolaringología
Debido a la gran cantidad de literature obtenida se ha intentado limitar la busqueda de la manera más interesante posible para nuestro studio, acotandola a articulos publicados en los ultimos 5 años, en idioma ingles o español y con los niveles de evidencia cientifica más altos, utilizando la piramide de evidencia para su elección. (Anexo 6)
Flujograma
Gráfico 11: Flujograma búsqueda (PRISMA). Elaboración propia
Tablas de análisis de los artículos seleccionados
TITULO. Autor Año |
TIPO DE ESTUDIO
|
POBLACIÓN |
INTERVENCIÓN |
RESULTADOS |
“Aerobic Exercise Mediates Neural Inefficiency Among Adolescents At Risk for Suicide”
Eunbi Jeong, Jinhan Park, Yujin Kim, and Minjung Woo.
2021
|
-Estudio aleatorizado
-Pre-post test tras intervención |
-980 adolescentes con riesgo alto de conducta suicida (>65 puntos en el questionario Adolescents Mental Health Inventory- AMHI). (Anexo 7)
-Se escogieron 26 voluntarios, edad media 15,31 años y todos hombres |
-Los voluntarios se dividieron en dos grupos aleatorizados de 13 individuos cada uno.
-Un grupo realiza 9 semanas de actividad física, 4 veces por semana 50 min: 5min calentamiento 20 min salto comba 20 min bádminton 5 min enfriamiento
-Otro grupo: Sin intervención.
|
A través de encefalograma en varias posiciones se pide realizar “Stenberg working memory task modificado” (Anexo 8) y se mide: *Capacidad de memoria- sin modificaciones *Coherencia interhemisférica *Coherencia intrahemisferica
-Mejora dos últimos parámetros, mayor eficacia neuronal.
|
“The effect of exercise on suicidal ideation and behaviors: A systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials”
Nicholas Fabiano, Arnav Gupta, Jess G. Fiedorowicz, Joseph Firth, Brendon Stubbs, Davy Vancampfort k, Felipe B. Schuch Lucas J. Carr , Marco Solmi.
2022 |
-Revisión Sistemática y Meta-análisis
-17 estudios incluidos para su análisis |
-Los estudios incluían más de 1021 pacientes.
-En la mayoría de estudios son aleatorizados en grupo intervención (ejercicio) y tipo control (no intervención) |
-Los individuos del grupo intervención realizaron diferentes actividades de un mínimo de 10 semanas.
-Según el estudio, actividades variadas: Ejercicios aeróbicos moderados (9 estudios) Ejercicio de mind-body (3 estudios) Ejercicios de estiramiento (3 estudios) Ejercicios mixtos (2 estudios) |
-Se midieron fundamentalmente las siguientes variables:
*Ideación suicida. *Intentos suicidas. -No hay modificaciones en la ideación suicida. Disminuye el número de intentos suicidas. -Ninguno de los dos grupos muestra adherencia al ejercicio. |
“Sex difference in the association between physical activity and suicide attempts among adolescents from 48 countries: A global perspective”
Mireia Felez-Nobregaa, Josep Maria Haroa, Davy Vancampfortb, Ai Koyanagia.
2019 |
-Estudio transversal observacional
|
-136.857 adolescentes entre 12 y 15 años
-48 países
-10% de intentos suicidas en chicas y 11,2% en chicos |
-Criterio de intento suicida, una vez últimos doce meses.
-Se valora nivel de actividad física a través de PACE+, individuo activo aquel que realiza 60 min al día de ejercicio de moderado a intenso |
-Altos niveles de actividad física en chicos reducen el número de intentos suicidas. -En chicas no se observa la misma tendencia, incluso aumenta ligeramente. -Estos resultados son constantes en los diferentes países. -No se observan diferencias significativas en función del tipo ejercicio realizado.
|
“Low physical activity and high sedentary behaviour are associated with adolescents’ suicidal vulnerability: Evidence from 52 low- and middle-income countries”
Riaz Uddin, Nicola W. Burton, Myfanwy Maple, Shanchita R. Khan,| Mark S. Tremblay, Asaduzzaman Kha.
2019 |
-Estudio transversal observacional |
-206.357 adolescentes con media de edad 14,6 años
52 países de ingresos bajos y medios
|
-Se identifican tres tipos de actitudes suicidas: *Ideación suicida *Plan suicida *Tentativa suicida.
-Estas conductas se relacionan con: *Actividad física (>1hora diaria OHM) *Sedentarismo (>3horas diarias) *Aspectos socio demográficos |
-Las conductas sedentarias se asocian a mayores índices de las 3 actitudes suicidas (ideación, plan e intento) para ambos sexos
-La baja actividad física (<1h/día) se asocia con mayores tasas solamente para hombres en planes suicidas y tentativas suicidas
-La combinación de sedentarismo y baja actividad aumenta el riesgo, en hombres y mujeres de tres variables.
|
“Moderate-to- vigorous group aerobic exercise versus group leisure activities for mild-to- moderate depression in adolescents: study protocol for a multicentre randomised controlled trial”
Rebecca Mortazavi, Maria Lalouni, Rebecca Grudin, Eva Serlachius, Carl Johan Sundberg, Jessica Norrbom, Ingrid Larsson, Emma Haglund, Andreas Ivarsson, Fabian Lenhard, Tina Cronqvist Kristina Ingemarsson, Åsa Mårsell, Olof Rask, Håkan Jarbin. 2022 |
-Estudio aleatorizado.
-Encuesta pre intervención, durante intervención, post intervención |
-122 adolescentes de clínicas psiquiátricas Suiza
-Adolescentes entre 13 y 15 años
-Aleatoriazados 1:1 |
-Divididos en dos grupos:
Grupo Intervención: Realiza 1h/3 veces semana durante 12 semanas ejercicio físico, 15 min calentamiento una sesión semana aeróbico <85%, una sesión semana estiramiento, una sesión semana aeróbico más fuerza.
Grupo control: escucha la radio 3 veces semana 1h. |
-Se utiliza Children´S Depression Ratin Scale (Anexo 9), Quick Inventory of Depresive Symptomatology (Anexo ), Self Rated Funtioning y Clinician Rated And Funtioning -El ejercicio físico mejora: *Niveles interacción social. *Atención *Mejora comportamiento
El estudio aconseja implementar programas de ejercicio físico en adolescentes con problemas psiquiátricos. |
“The role of volume and intensity on the association between physical activity and mental health among adolescents: A cross-sectional study”
Diogo Henrique Constantino Coledama, Gustavo Aires de Arrudac, Júlio Wilson dos-Santosd , Alessandro Hervaldo Nicolai Réb
2022 |
Estudio transversal observacional |
-604 adolescentes brasileños.
-Entre 14 y 18 años
-290 chicos 314 chicas.
|
-A través de cuestionario se mide la existencia de 3 parámetros: *Ideación suicida. *Presencia desorden mental. *Auto percepción salud mental. -Se relaciona con tres niveles de ejercicio físico en función del número min/semana: *Inactivo: 0 min. *Baja actividad: 1-419 min *Alta actividad: >420 min. |
-Cualquier tipo de actividad física de baja a intensa se asocia a menor frecuencia de ideación suicida y enfermedad mental.
-A mayor grado de intensidad de ejercicio físico menores frecuencias de ideación suicida y patología mental
|
Physical activity and suicidal ideation: A systematic review and metaanalysis
Davy Vancampforta, Mats Hallgrenc, Joseph Firthd, Simon Rosenbaumf, Felipe B. Schuchh,i,j, James Mugishak,l, Michel Probsta, Tine Van Dammea, André F. Carvalhom, Brendon Stubbsn.
2018
|
-Revisión Sistemática y Meta-analisis
-21 estudios que analizan la relación entre ideación suicida y actividad física.
-14 de esos estudios realizados en adolescentes. |
- 720.652 sujetos analizados en el total de los estudios
-539.652 de ellos adolescentes |
En todos los estudios se evalúa la relación existente entre conductas de ideación suicida y niveles de actividad física |
La actividad física provoca disminución de la ideación suicida. Pero esta relación es más fuerte en adultos y ancianos, presentando más dudas (7/14 artículos afirman su beneficio otros 7/14 determinan su indiferencia) en el caso de los adolescentes.
Mucha variabilidad entre las actividades y ejercicio físicos implementado que no parecen influir en el resultado. |
Gráfico 12: Tabla de análisis artículos seleccionados. Elaboración propia.
Entre los 7 estudios seleccionados para su análisis en profundidad nos encontramos 2 META-ANALISIS y revisiones sistemáticas Nicholas Fabiano el al. (2019) y Davy Vancampforta et al. (2018) que recogen un importante tamaño muestral 1021 pacientes y 17 artículos para la primera y 720.652 y 21 artículos para la segunda. 2 ESTUDIOS ALEATORIZADOS Eunbi Jeong et al. (2021) con 26 jóvenes estudiados y Rebeca Mortazavi et al. (2022) con 122 adolescentes implicados. Además, se incluyen 3 ESTUDIOS TRANSVERSALES DE TIPO OBSERVACIONAL retrospectivo de casos-controles Mireia Felez-Nobregaa et al. (2019), Riaz Uddin el al. (2019) y Diogo Henriquez et al. si bien este tipo de estudios no representa los niveles de mayor nivel de evidencia científica, si son muy útiles en este tipo de estudio pues permiten relacionar el evento, en este caso suicidio, con la conducta previa, Ejercicio físico y/o sedentarismo, con el fin de establecer relaciones como factor de protección o como factor de riesgo. Todos los artículos estudiados tienen diseños metodológicos adecuados, en el caso de las revisiones bibliográficos se han utilizados los de la declaración criterios de valoración (Anexo 6) PRISMA. En la mayoría de los estudios se hacen test y cuestionarios pre-intervención y post-intervención intentando medir la variación de la variable dependiente, en este caso el suicidio en sus diferentes etapas.
En cuanto a la población objeto de estudio, en todos los casos los estudios incluyen población adolescente. Davy Vancamforta et al (37). en su revisión bibliográfica extiende su estudio a población adulta (17 artículos) y a tercera edad (3 artículos). Mireia Felez-Nobregaa et al. (33) también incluye en su estudio población adulta, siendo la media de edad de su población de 42,7 años, no obstante, analiza de forma independiente las diferencias de comportamiento frente al ejercicio físico para cada sexo y grupo de edad.
Cabe señalar que si bien la Organización mundial de la Salud (OMS) establece el rango de edad de la adolescencia entre los 10 y los 19 años, la mayoría de estudios analizados se centran en la adolescencia temprana, siendo más frecuentes les edades comprendidas entre los 12 y los 15 años. Eunbi Jeong et al. (31) trabajan con una media de edad de su muestra de 15 años, Riaz Uddin et al. (34) analizan 206.357 adolescentes con una media de edad de 14,6 años y Rebecca Mortazavi et al. (35) solamente incluyen adolescentes entre 13-15 años.
Sin duda el elemento que resulta más variable en todos los artículos estudiados es el tipo de actividad física. Eunbi et al. (31) realizaban actividades durante 9 semanas 4 veces por semana 50min que incluían bádminton y salto a la comba como ejercicios aeróbicos. Nicholas Fabiano et al. (32) en su revisión bibliográfica comenta que la mayoría de sus artículos hablaban de ejercicios aeróbicos moderados (9 artículos), de mind-body (3 artículos), estiramientos (3articulos) y ejercicios mixtos (2 artículos). Rebecca Mortazavi et al.(35) en su ensayo clínico combinan los tres tipos de intervenciones a una sesión por semana (aeróbico, estiramiento y fuerza + aeróbico). Finalmente, Diogo Henriquez et al. (36) resumen los ejercicios físicos realizados en sus estudios en ligeros a través de marcha y estiramientos, moderados, generalmente ejercicios dirigidos por profesionales sanitarios e intensos, actividades en exteriores tipo montaña combinados con ejercicios dirigidos por profesionales. Toda esta heterogeneidad influye en que las conclusiones al respeto del tipo de ejercicio más indicado sean bastante confusas.
Lo mismo ocurre con el criterio de persona activa / persona no activa en los estudios observacionales transversales. Mireia Felez-Nobregaa et al. (33) considera persona activa aquella que realiza más de 60 min. de actividad física al día, siguiendo las normas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (Anexo 10). Riaz Uddin et al. (34) utilizan el mismo criterio para hablar de adolescente activo, una hora diaria de actividad física moderada o intensa pero además define el concepto de persona sedentaria, aquella que pasa más de tres horas al día sin actividad, viendo la televisión, jugando videojuegos o con el móvil u ordenador. Diogo Henriquez et al. (36) centra su estudio en la medida de la variable intensidad/volumen de ejercicio y habla de tres niveles en función del número de minutos por semana que se realiza ejercicio físico: inactivo 0 min/semana, baja actividad 1-419 min/semana, moderada-alta intensidad más de 420 min/semana. Estos distintos criterios a la hora de clasificar al adolescente como activo/inactivo también producen cierta confusión a la hora de analizar los resultados.
Respecto a la influencia de la actividad física en la evitación de la conducta suicida todos los estudios (31,32,33,34,35,36,37), en mayor o menor grado, establecen una relación entre el ejercicio físico y la mejora de la salud mental con disminución de comportamientos de tipo suicida. Esta asociación es más evidente para los chicos adolescentes que para las chicas (Mireia Felez-Nobregaa et al. (33)) y está más relacionada con fases finales del suicidio como la planificación o el intento suicida y menos con la evitación de la ideación suicida (Nicholas Fabiano et al. (32)). El ejercicio físico tiene un efecto favorable sobre la actividad neuronal a nivel intrahemisférico (comunicaciones neuronales en el córtex) y a nivel interhemisférico (funciones artísticas y creativa equilibradas con capacidades de análisis y comunicación) pero no parece modificar la capacidad de memoria (Eunbi et al. (31))
El sedentarismo, entendido como más de tres horas al día inactivo, también constituye un factor de riesgo para el desarrollo de pensamientos suicidas, si se asocia a nivel bajos de actividad física todavía potencia su efecto como factor de riesgo, hasta el doble de odds ratio, el nivel socio-demográfico también es un factor a tener en cuenta siendo más elevado el riesgo de suicidio en niveles bajos (Riaz Uddin et al. (34))
Aunque quizás sea uno de los parámetros menos analizados parece que el nivel de intensidad física también influye en el riesgo de suicidio. Para Diogo Henrique et al. (36) intensidades moderadas y altas reducen de forma más significativa la ideación suicida y las enfermedades mentales que las actividades ligeras.
Respecto al tipo de actividad, ningún estudio ha mostrado interés por ninguna en particular, obteniéndose resultados positivos en la ejecución de múltiples actividades: salto a la comba, bádminton, marcha, montañismo, ejercicio dirigido por profesionales, estiramiento y ejercicio aeróbico suave, fuerza… Lo que nos lleva a pensar que lo realmente importante es el hecho de permanecer activo y no la manera concreta de conseguirlo. Si pensamos en adolescentes con patología mental previa para Rebecca Mortavazi et al. (35) la inclusión del adolescente en actividades deportivas grupales consigue grandes beneficios a nivel de interacción social y mejora del comportamiento
Si bien, al contrario de lo que teóricamente cabría esperar, dos de los estudios que analizaron el diferente comportamiento de los adolescentes en función del sexo hacia el ejercicio físico (Mireia Felez-Nobregaa et al. (33) y Riaz Udin et al. (34)) observar que si bien no hay dudas que en los adolescentes del sexo masculino se produce una disminución de los planes suicidas y de los intento suicidas, en el caso del sexo femenino no existe esa asociación e incluso se produce una mayor frecuencia de este tipo de conductas suicidas en las chicas que realizan actividad física regularmente e incluso a altos niveles de intensidad. Este hallazgo resulta especialmente interesante e intentaremos darle explicación durante la discusión de los resultados.
Otra información interesante es la aportada por la revisión sistemática de Davy Vancampforte et al. (37), en la que se analiza el efecto de las actitudes suicidas en diferentes grupos de edades. Estos afirman que, si bien en el adolescente parece haber una reducción de la ideación suicida, esta no es tan manifiesta como en otros grupos de edad por ejemplo adultos y ancianos, lo que, para el autor y como veremos en la discusión, se relaciona con la gran cantidad de factores que influyen sobre el individuo en la adolescencia y no en otras etapas de la vida.
La presente revisión bibliográfica analiza a través del estudio de 7 artículos de investigación científica la relación existente entre la práctica de ejercicio físico y el desarrollo de conductas suicidas. Si bien el desarrollo metodológico de los estudios es el adecuado, la gran cantidad de test y cuestionarios utilizados en ellos, así como las distintas intervenciones ejecutadas a nivel físico hace que los resultados sean muy heterogéneos y dificulte su discusión. La mayoría de los estudios centran su análisis en una población por debajo de quince años, seguramente se focalicen en esta fase inicial de la adolescencia porque, por un lado, es donde nos podemos encontrar esa mayor incidencia de problemas mentales asociados posiblemente a ese momento inicial de cambio y, por otro, porque es cuando son más fáciles la aplicación de las distintas intervenciones necesarias para la investigación, al estar más unidos a un entorno familiar que los tutoriza o escolarizados en diferentes centros.
Hemos constatado a través del análisis de todos los artículos, que la actividad física tiene un efecto de factor protector en la aparición de conductas suicidas. Como han demostrado múltiples estudios previos (14) la actividad física consigue activar la secreción de una serie de hormonas que influyen de una manera muy importante en el estado de bienestar, serotoninas, endorfinas, dopaminas, encefalinas… estas sensaciones placenteras parecen paliar los deseos de poner fin a la vida que puede experimentar el adolescente. No solo eso, según Eunbi et al. (31) esa actividad física mejora el funcionamiento neuronal. Las neuronas del tejido cortical se relacionan mejor entre ellas y se establecen a la vez, conexiones con el hemisferio contralateral. Una funcionalidad neuronal mayor contribuye a una claridad de pensamientos y a una evaluación más acertada de las capacidades y medios para la resolución de problemas. No obstante, no parece que esta potenciación de funcionamiento se relacione también con un aumento de la memoria. Para Nicholas Fabiano et al. (32) la implementación de programas de ejercicio físico de un mínimo de 10 semanas influye muy positivamente en la disminución de la frecuencia de intentos suidas, pero no tanto en la ideación suicida, para estos autores el ejercicio físico disminuye el hecho de llevarlo a cabo, pero parece que no se produce una eliminación total de la idea, si bien no hace diferencia entre sexos, circunstancia que como veremos posteriormente, podría haber sido muy interesante. Añaden estos autores que, a pesar que los adolescentes son conscientes de que el ejercicio físico ha mejorado su estado de salud, no parece que tengan una mayor adherencia hacia él, observándose como lo abandonan al finalizar el estudio. Davy Vancampforta et al. (37) afirman, en la misma línea, que la reducción de ideación, planificación e intento suicida para adultos y ancianos es muy clara, pero en el caso de los adolescentes esta se disipa.
Sin duda este ha sido el descubrimiento más sorprendente en esta revisión bibliográfica. Si bien cabría esperar que al ser los efectos psicológicos y físicos de ejercicio físico muy similares para hombres y para mujeres, los resultados a nivel de prevención de suicidio se presupondrían los mismos. No obstante, dos de los estudios Mireia Felez-Nobregaa et al. (33) y Davy Vancampforta et al. (37) afirmar que el ejercicio físico tiene menos influencia en la ideación suicida en las mujeres e incluso se llega a producir un aumento de los planes suicidas y de los intentos de suicidio en chicas adolescentes que lo practican. Los autores explican esta circunstancia por la diferente asociación que se produce en el caso de las mujeres con el ejercicio físico. La importancia de la imagen corporal en esta sociedad constituye un elemento de presión sobre todo a nivel femenino, las mujeres sometidas a este intento continuo de responder a los cánones de belleza recurren a la realización de actividad física, incluso de alta intensidad, pero en este caso lo único que traduce son situaciones de alto nivel de exigencia que se exacerban con la auto-obligación de la práctica deportiva.
A su vez, los trastornos de la alimentación, tipo bulimia y anorexia también están muy relacionados con la práctica de ejercicio físico vigoroso, no solo se produce una disminución de la ingesta calórica, si no que se produce un aumento del gasto a través de una mayor actividad física. Nuevamente el ejercicio físico es un elemento más que nos indica la intensidad de la enfermedad mental y no un posible factor protector para ella.
Finalmente, según los responsables de estos artículos, las mujeres recurren con mayor frecuencia que los hombres al ejericio físico como medio para disipar el estrés, en este caso podemos concluir que mujeres que realizan gran cantidad de deporte están sometidas a altos niveles de estrés y, en consecuencia, serán más tendentes a la ideación suicida, pero sobre todo a la planificación y al intento suicida de estados más avanzados.
La mayoría de los artículos analizan actividades físicas ligeras o moderadas de tipo aeróbico sin hacer especial hincapié en la frecuencia, el ritmo o la intensidad. Uno de los artículos, Diogo Henrique et al. (36) se centra en este aspecto. Para los autores, si la influencia del ejercicio físico está relacionada con los efectos físicos y mentales que produce sobre el organismo y, si se sabe que a mayor intensidad mayor compensación y mejores resultados, es lógico pensar, que los ejercicios de mayor intensidad supondrán tasas de ideaciones suicidas inferiores. Comparando ejercicios de baja y moderada-alta intensidad llega a la conclusión de que, si bien todos los niveles producen mejoras de las tasas de enfermedad mental y de ideación suicida, los ejercicios de alta intensidad consiguen reducciones más significativas, para los autores es mucho más beneficioso realizar un trekking por la montaña o un programa con monitor especializado en el gimnasio que una simple caminata y unos ejercicios de estiramiento.
Una idea que parece muy interesante en la Sociedad en la que nos encontramos es analizar la relación del sedentarismo y las tendencias suicidas. Entendido el sedentarismo como el polo opuesto a la realización de ejercicio físico. En este contexto, Riaz Uddin et al. (34) no solo centran sus objetivos en analizar los efectos del ejercicio físico, sino que también intentan establecer una relación entre sedentarismo y suicido. Para ellos las conductas sedentarias son aquellas en las que el sujeto no realiza ningún tipo de actividad durante más de tres horas seguidas, estos autores señalan que esto es muy frecuente teniendo en cuenta el número de horas que pasamos viendo la televisión, jugando con consolar o utilizando el móvil o el ordenador. En su estudio establecieron la relación existente entre sedentarismo y aumento de suicidio y de la misma manera establecieron que si al sedentarismo se le asocia la falta de actividad física el efecto negativo se potencia, cabe destacar que la incidencia de conductas de ideación suicida es del doble cuando se asocia el sedentarismo con la falta de actividad física. Aconsejan estos autores seguir las recomendaciones de la OMS y no pasar más de dos horas seguidas realizando actividades sedentarias.
Los estudios muestran tremenda variabilidad en este sentido y en consecuencia es muy difícil establecer cualquier tipo de conclusiones. Parece claro para todos ellos (31,32,33,34,35,36,37), que independientemente del tipo de actividad realizada, el adolescente experimenta beneficios a nivel psicológico. La mayoría de nuestros estudios utilizaban ejercicios aeróbicos combinados con periodos de calentamiento y enfriamiento, también se utilizaron estiramientos y tablas de ejercicios con monitor. En las dos revisiones bibliográficas incluidas en el estudio también observamos una enorme disparidad de ejercicio físico.
A pesar de todo ello, podemos afirmar que, si existe una relación entre cualquier tipo de actividad física y disminución de las conductas suicidas en adolescentes, debemos animar a estos a comenzar por aquellas actividades hacia las que presenten mayor afinidad o gusto y que las realicen al comienzo en intensidades ligeras a moderadas con el fin de evitar un excesivo sufrimiento que pueda condicionar la adherencia hacia la vida activa. Teniendo en cuenta los resultados presentados por Diogo Henrique et al. (36) resultaría interesante ir subiendo progresivamente esta intensidad ya que a mayor volumen /intensidad menores tasas de ideación suicida, planificación suicida e intento suicida.
En esta revisión han sido incluidos 2 meta-análisis, 3 estudios observacionales de casos y controles y 2 estudios aleatorizados.
Uno de los estudios aleatorizado mostraba un pequeño tamaño muestral n=26 y solo incluía varones (31) al solo participar individuos y familiares de adolescentes voluntarios. Las revisiones bibliográficas mostraban las características metodológicas de los estudios incluidos, pero no insistían en las características de la actividad realizada (32, 37). Los estudios observacionales (33,34,36), aunque incluían un gran número de individuos no presentan tanta evidencia científica como los estudios aleatorizados (31,35), si bien en el caso de las variables que nos encontramos estudiando son tremendamente útiles. Uno de estos estudios se centra solo en adolescentes controlados en clínicas psiquiátricas suecas lo que reduce significativamente la representatividad poblacional de la muestra.
En general, la limitación más importante que nos hemos encontrado es la basada en la heterogeneidad de las actividades físicas implementadas y en la forma de evaluar los resultados obtenidos.
Serían necesarias nuevas investigaciones que intenten relacionar el tipo de actividad física más adecuada, así como la frecuencia, el volumen y la intensidad más idónea con el fin de potenciar al máximo el efecto protector frente al suicido de la actividad física en el adolescente.
En cuanto al propio desarrollo de esta revisión bibliográfica, es necesario señalar que ha sido realizada por un único investigador en un tiempo aproximado de cuatro meses de abril a julio del año 2023, utilizando para ello los medios bibliográficos del Servicio de Sanidad de Castilla y León (Sacyl)
Figura 18: Limitaciones del estudio. Fuente: Gráficos Microsoft
Después del análisis de los datos recogidos podemos establecer las siguientes conclusiones:
El presente estudio pone de manifiesto la utilidad que representa el ejercicio físico en la prevención del suicidio en la adolescencia. La magnitud del problema y su creciente y exponencial aumento en este grupo de edad hace necesario la toma urgente de medidas. En este sentido el Sistema Nacional de Salud en el año 2012 ya elaboró y publicó una Guía de Práctica Clínica hacia el personal sanitario para la identificación y prevención del riesgo suicida, en ella se habla de la necesidad de cuidarse, de mantener una dieta adecuada y de la realización de ejercicio físico, aunque por los resultados observados en los estudios publicados, no parece que la insistencia sea en este tema la adecuada.
Deben continuar aplicándose nuevas medidas, en nuevos contextos. Los profesionales del Sector Educativo y Sanitario deben ser formados en la identificación de las conductas suicidas y se han de destinar medios para facilitar el acceso de los adolescentes a actividades físicas, en los propios centros educativos o en lugares específicos para ello.
Las crecientes amenazas fundamentadas en el desarrollo de nuevas tecnologías parecen ser razón más que suficiente para recurrir a todos los medios a nuestro alcance con el fin de conseguir un ambiente protector para la salud mental de nuestros adolescentes. En esta función, el ejercicio físico tiene una labor esencial.
ANEXO 1: ESCALA DE IDEACIÓN SUICIDA. SSI
ANEXO 2: ESCALA DE SEVERIDAD SUICIDA COLUMBIA. SRSS
ANEXO 3: ESCALA DEL RIESGO SUICIDA DE PLUTCHICK
ANEXO 4: ESCALA SAD PERSONS.
ANEXO 5: ESCALA “MINI” SUICIDIO
ANEXO 5: ESCALA PAYKEL DE IDEACIÓN SUICIDA EN ADOLESCENTES
ANEXO 6: TABLA PRISMA DE VALORACIÓN DE LA CALIDAD DE LAS REVISIONES SISTEMÁTICAS
ANEXO 7: MENTAL HEALTH INVENTORY
ANEXO 8: STERNBERG WORKING MEMORY TASK MODIFICADO
“En cada ensayo se presenta una secuencia de elementos durante un breve tiempo seguida de un elemento-prueba. La tarea del sujeto consiste en informar si el elemento-prueba formaba o no parte de la serie presentada. La variable dependiente es el tiempo de reacción (TR) necesario para responder “si” o “no””
ANEXO 9: CHILDREN´S DEPRESSION RATING SCALE
ANEXO 10: QUICK INVENTORY OF DEPRESSIVE SYMPTOMATOLOGY
ANEXO 11: PIRÁMIDE DE NIVELES DE ACTIVIDAD FÍSICA RECOMENDADOS EN EL ADOLESCENTE